Su excelencia Eugène Rougon (Émile Zola)

Antes de que le cesen por su oposición a un proyecto apoyado por la emperatriz Eugenia de Montijo, Eugène Rougon presenta su dimisión como presidente del Consejo de Estado. Conserva su cargo de senador, pero su influencia se resiente considerablemente, para decepción de sus amigos –a los que se les llama «la banda»–, que dependían de él para obtener toda clase de prebendas. Entre ellos destaca Clorinde Balbi, hija de una oscura condesa italiana, más dispuesta que nadie a que Rougon recupere el favor del emperador Luis Napoleón III; no son amantes, él no quiere casarse con ella (de hecho, cada uno se casa por su lado), pero entre los dos hay una constante tensión erótica que nunca se sabe cómo se va a resolver. Su excelencia Eugène Rougon (1876), sexta novela del ciclo Los Rougon-Macquart, que aquí presentamos en nueva traducción de Andrés Ruiz Merino, es ante todo el estudio de una personalidad a la que solo le interesa «poner el pie en la nuca de la multitud». Como dice el narrador, «su única pasión era ser superior», no los honores, ni la vanidad ni el dinero.

Crónica implacable del gobierno del Segundo Imperio francés, paraíso impune de la represión, el tráfico de influencias, el clientelismo y el enriquecimiento fraudulento, la novela es un magnífico retrato del poder político que Zola parece pintar con su conocida exuberancia no solo para su época sino –en tiempos de democracias falseadas y «ficción de parlamentarismo»– también para la nuestra.

Autor:

Émile Zola. Nació en París en 1840. Hijo de un ingeniero italiano que murió cuando él apenas tenía siete años, nunca fue muy brillante en los estudios, trabajó durante un tiempo en la administración de aduanas, y a los veintidós años se hizo cargo del departamento de publicidad del editor Hachette. Gracias a este empleo conoció a la sociedad literaria del momento y empezó a escribir. Thérèse Raquin (1867; ALBA CLÁSICA núm. LVIII; ALBA MINUS núm. 33) fue su primera novela «naturalista», que él gustaba de definir como «un trozo de vida». En 1871, La fortuna de los Rougon y La jauría iniciaron el ciclo de Los Rougon-Macquart, una serie de veinte novelas cuyo propósito era trazar la «historia natural y social de una familia bajo el Segundo Imperio»; a él pertenecen, entre otras, El vientre de París (1873), La conquista de Plassans (1874) (editadas conjuntamente en ALBA CLÁSICA MAIOR núm. XXXV), La caída del padre Mouret (1875), La taberna (1877), Nana (1880) y El Paraíso de las Damas (1883; ALBA CLÁSICA núm. XXVII; ALBA MINUS núm. 29); la última fue El doctor Pascal (1893). Zola seguiría posteriormente con el sistema de ciclos con las novelas que componen Las tres ciudades (1894-97) y Los cuatro Evangelios (1899-1902). En 1897 su célebre intervención en el caso Dreyfuss le valió un proceso y el exilio. «Digo lo que veo –escribió una vez–, narro sencillamente y dejo al moralista el cuidado de sacar lecciones de ello. Puse al desnudo las llagas de los de abajo. Mi obra no es una obra de partido ni de propaganda; es una obra de verdad.» Murió en París en 1902.
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