BREVE INTRODUCCIÓN A LOS ESTUDIOS
RESCATANDO DEL OLVIDO. DIOSAS Y SACERDOTISAS.
“No es la inferioridad lo que ha determinado la insignificancia histórica de las mujeres, sino al contrario, su insignificancia histórica lo que ha determinado su inferioridad”
Simone de Beauvoir. El segundo sexo.[1]
Fig. 1. La diosa Inanna.
En el siguiente artículo vamos a hacer una breve introducción al origen de los estudios históricos desde la perspectiva de género, nos asomaremos a las diferentes líneas de investigación para dilucidar el objetivo perseguido por estas investigaciones, que no es otro que el del empoderamiento de la mujer y terminaremos rescatando del olvido aquello que fue enterrado por la Historia.
Hoy día, sin lugar a dudas, la Historia de las Mujeres o la mujer en la Historia, es uno de los temas más sugerentes y obligados, tanto para historiadores como para historiadoras. En el panorama historiográfico español goza de buena salud, tanto en el campo académico como en el ámbito social, y dada la alta demanda que existe por parte de la de la sociedad puede ser considerada como una de las corrientes más fascinantes de la disciplina histórica.
Los estudios sobre la mujer en la Antigüedad, que fueron uno de mis ámbitos de estudio en la Universidad de Granada, surgieron en nuestro país en el último tercio del siglo XX[2], (finales de los 80), mi referencia más cercana y a la que no puedo dejar de citar, la tengo en mi profesora de Historia Antigua, directora del Centro de Estudios de la Mujer y pionera de los estudios de género en la ciudad de Granada, Cándida Martínez López[3], quién me inició en el estudio de la Historia desde la perspectiva de género, aunque luego continúe mi investigación de forma autodidacta ya que mi búsqueda se encontraba más bien en el estudio de las Viejas Diosas y la Espiritualidad, lo que se conoce como 2º ola feminista, mitad o finales del siglo XX y principios del siglo XXI, Feminismo Cultural o Contracultura feminista. Hemos de afirmar también rotundamente que gran parte de la historiografía feminista española y de otros países parte de una obra de referencia como es la monumental obra en cinco volúmenes “Historia de las Mujeres” de Georges Duby y Michel Ferrot[4]. Pero hemos no hemos de pasar por alto que fue la historiografía norteamericana la que nos inició este largo camino[5].
Llevar a cabo un estudio desde la perspectiva de género, desde una perspectiva claramente feminista lleva a comprender y asumir la idea de que las mujeres han sido un objeto pasivo de la Historia o a que su función social o rol no ha sido lo suficientemente valorado por la historiografía tradicional, androcéntrica y patriarcal. Es ya un clásico recordar la idea de que la mujer desde el origen de la Historia ha estado relegada al ámbito de lo doméstico, en la Dialéctica Cultura-Naturaleza, la mujer ha sido por su naturaleza o biología destinada a la función de reproducción y crianza de los hijos, así como a tareas no lo suficientemente valoradas como el arte de tejer, cocinar, cuidar, lo que se conoce hoy día en el ámbito académico como actividades de mantenimiento y no de producción, y por tanto alejadas de los ámbitos de poder (espacio público: política, religión). EL hecho de que a lo largo de la historia las actividades más valoradas o consideradas como motor de la misma hayan sido los acontecimientos políticos y militares ha mantenido en la oscuridad y el silencio a los personajes femeninos y a su función en el devenir de la Historia, la historiografía tradicional no hablaba de ellas, salvo como veremos en nuestra exposición en contadas ocasiones y cuando lo hacía, hablaba de ellas de una forma deformada o distorsionada. Por consiguiente, una de los métodos para hacer historia desde la perspectiva de género, es hacer una revisión de la fuentes históricas que hablan de determinadas mujeres y descubrir detrás de ellas las estructuras de un pensamiento profundamente patriarcal. No por muy repetido y sabido hay que dejar de insistir que todas estas fuentes históricas con las que contamos son de autoría masculina, sobre todo si hablamos de la historiografía tradicional, y que lo que los hombres dicen de las mujeres olvida con demasiada frecuencia los límites entre lo descriptivo y lo prescriptivo, de manera que “las imágenes que nos dan de ellas , eran antes que otra cosa, un instrumento para imponer a las mujeres lo que la sociedad esperaba en cada momento de ellas y en esas imágenes eran recurrentes el elogio interesado, pero sobre todo, el vituperio implacable. O si no, pensemos en la imagen que las fuentes clásicas romanas crearon sobre Cleopatra, a la que todos los lectores recordaran como una “femme fatal”, una mujer frívola que con sus hechiceros encantos sedujo a dos de los más poderosos hombres de Roma, Julio César y Marco Antonio, a la manera de Circe o Calipso, y pocos destacarán que fue una mujer con una gran mente rectora y política que luchó para defender a su país del imperialismo romano, que hablaba 7 lenguas y que fue directora de la Biblioteca de Alejandría, o inversamente, la imagen que nos ofrecen sobre Octavia, como matrona ejemplar, porque cumplía con las normas y virtudes que se esperaban de una mujer en la sociedad romana, ser una buena esposa y una buena madre[6] . Otra mirada, ésta última, no menos interesante, versaría sobre “Las imágenes de lo femenino en la tradición mítica” es decir la Idea que de lo femenino ha creado la literatura y el mito, descubrir las estructuras patriarcales del imaginario mítico, por ejemplo, por qué lo femenino se asocia con la Noche, con la oscuridad, el misterio, la Magia, la sensibilidad y la intuición y lo masculino, se identifica con los poderes solares, el poder, la razón, la luz, la guerra, la inteligencia, o como dirían los psicoanalistas jungüianos, bucear en los mitos las imágenes que han conformado los arquetipos femeninos del imaginario colectivo, analizándolos desde la perspectiva de género, asumiendo y reconociendo que la idea de lo femenino es una construcción cultural y simbólica que sirve a unos determinados intereses, patrones ideológicos que consolidan o configuran la sociedad patriarcal. Se trataría de reflexionar sobre la compleja construcción de la categoría de lo femenino en la Antigüedad y la pervivencia en nuestro mundo de los tópicos establecidos entonces. Otra línea de investigación profundamente feminista es indagar en el estudio o la investigación sobre las Diosas, o Imágenes sagradas de lo femenino, dentro del Feminismo de la Diferencia, contrariamente al caso de las religiones monoteístas que presentan sin oscilaciones la noción de lo divino bajo el signo indiscutible de la masculinidad en el politeísmo griego y en las religiones panteístas en general, acogen por igual a las deidades masculinas y las deidades femeninas y sus atributos, funciones y esencias depende de la relación entre ellos y de los lazos que los unen con el sistema divino global.
Pero en este artículo me voy a centrar sobre todo en uno de los casos de olvido o de invisibilización de las mujeres en la Historia, uno muy interesante, por ser una excepción y no cumplir con ese rol o status que tradicionalmente se le había asignado a las mujeres lo largo de la Historia, y me estoy refiriendo a Enheduanna, princesa y sacerdotisa acadia, primera poetisa, teóloga y cronista de la historia documentada en la región de Mesopotamia durante el III milenio a. C (2300 -2225 a.C) en la actual Irak. Ámbitos de poder: Política, Religión y Literatura.. Vamos a dilucidar quién fue este personaje femenino.
ENHEDUANNA.
Fig. 2. Figura decorativa floral, geométrica
Enheduanna fue una princesa y sacerdotisa acadia, hija del rey Sargón I de Akad, fundador del primer reino histórico del que se tiene memoria, y de la sacerdotisa sumeria Tashlultum, originaria de Sumeria, posiblemente sacerdotisa de la diosa Inanna[7]. Vivió entre el 2285 y el 2250 a. C, su nombre se mantuvo oculto durante más de cuatro mil años bajo la arena del desierto en uno de los yacimientos arqueológicos más fascinantes de entre los numerosos situados entre los ríos Tigris y Éufrates, la ciudad de Ur, en la región conocida por los antiguos griegos como “Mesopotamia”, que significa “tierra entre ríos”.
El rey Sargón I de Acad, tras invadir Sumeria y obligar a su rey Lugalsagisi a casarse con su hija, logra fundar el imperio acadio de los sargónidas, que se prolongaría durante unos 150 años, debido a ello, Sargón se adjudicó asimismo el título de “Gran Rey de Sumer y Acad”, el “Rey verdadero”, por ser el primer rey acadio que unificó las ciudades-estado sumerias y acadias, la Alta y la Baja Mesopotamia, consolidando uno de los primeros imperios o estados del mundo. La labor de Enheduanna consistió en unificar de forma religiosa las dos culturas, la acadia y la sumeria, asimilando las divinidades de la cultura sumeria y la cultura acadia, lo que se conoce como sincretismo religioso. Es conocida también por su obra poética y por ser primera autora literaria de la Historia que firma sus obras. Escribió en escritura cuneiforme sobre tablillas de barro: Himnos a los templo, poemas al Dios Luna y a Ennana la diosa del Amor…que después formarían a engrosar parte del corpus mitológico de la mitología sumeria y acadia.
Enheduanna vivió entre los años 2300 y 2225 a.C. y fue designada por su padre como gran (suprema) sacerdotisa del Dios Luna, Nanna, de la mitología sumeria, en la ciudad de Ur, la más alta posición en el ámbito cultural de su época, la cúspide de la jerarquía sacerdotal de su país, con enormes poderes y responsabilidades políticas, pues nombraba a los mandatarios de la ciudad. Después de la muerte de su padre continuó en su cargo bajo los reinados de Rimush, Manishutusu y Naram-Sim. Le sucedió la princesa Enmenanna, hija del rey Naram-SIm, biznieta de Sargón.
En los templos los sacerdotes y sacerdotisas conservaban los conocimientos, estudiaban astronomía, dirigían y controlaban el comercio, la agricultura y las artesanías. Vivió en el giparú de Ur, un complejo arquitectónico que incluía santuarios, áreas residenciales y administrativas y también un cementerio donde se enterraba a las sacerdotisas. El templo de Nin-gal, donde fue encontrado el disco de Enheduanna formaba parte del giparú o jipar cuyas ruinas se muestran en la figura 2.
Es un hecho que en la antigua Mesopotamia existía un complejo entramado entre los templos, la religión, la política y el arte de la guerra. Podríamos sugerir que era una civilización profundamente teocrática en la que la guerra y el arte jugaban un papel primordial. El rey poseía el poder religioso y civil, se le denominaba EN, su templo principal era un templo palacio, los famosos ziqurats, semejantes a las pirámides egipcias y a las construcciones mayas, conocemos menos de esta civilización porque sus monumentos fueron construidos en materiales menos resistentes al paso del tiempo, construidos con adobe, arcilla arenosa, y quedaron sepultados tras los siglos por las arenas del desierto y desmoronados en gran parte, formando los montículos arqueológicos conocidos como tells. El rey no era considerado un dios como en la sociedad teocrática del antiguo Egipto, dónde el faraón se asimilaba al Dios en la Tierra, pero sí era considerado como un intermediario entre los Dioses y los hombres, entre los asuntos celestes y terrenales. En la cultura sumeria el dios principal era el Dios Nun, o Sin o Nanna, el Dios del cielo, el Dios Luna. La destacada labor de Enheduanna como suprema sacerdotisa del
Dios Nanna, va a consistir en realizar un sincretismo cultural y religioso entre la cultura acadia y la cultura sumeria, asimilando los dioses de ambas culturas en unas mismas divinidades, para restaurar el orden y la paz, siendo reconocida como la primera escriba que va a firmar sus escritos, sus poemas sagrados, cantos e himnos a los dioses conformaran el corpus de la mitología sumeria y acadia siendo ampliamente utilizados y difundidos muchos siglos después de su muerte, por ello es considerada como la primera teóloga conocida.
Conocemos de su existencia real gracias a una serie de hallazgos arqueológicos y a una ingente obra poética relacionados con ella. El nombre de Enheduanna fue descubierto escrito sobre dos sellos cilíndricos que pertenecían al reinado de Sargón hallados en el Cementerio Real de Ur. Sin embargo, la pieza arqueológica más importantes relacionada con ella es un bello disco de alabastro en el cual aparece su nombre junto con una escena ritual, se le conoce como el “ Disco de Enheduanna” o “Disco de Ur” y fue hallado en el templo de Nin-gal que formaba parte del Giparu de Ur, santuario de Ur, entre los ríos Tigris y Éufrates, dónde probablemente vivía.
Su nombre Enheduanna escrito en escritura cuneiforme sobre tablillas de barro significa “suma sacerdotisa, ornamento del cielo”, sacerdotisa del Dios/ Diosa Nanna, Dios/Diosa Luna. Traducción literal: En: gran sacerdotisa, Hedu: ornamento; Anna, Dios del Cielo (Dios Luna).
Figura 3. Escritura cuneiforme con el nombre de Enheduanna, tal como aparece en el disco calcita
Figura 3. Escritura cuneiforme con el nombre de Enheduanna, tal como aparece en el disco calcita
La escritura cuneiforme fue creada por los sumerios a mediados del milenio IV a.C, el término fue acuñado por el profesor de la Universidad de Oxford Thomas Hayde, a que sus signos tienen aspecto de cuña, triangulares. Eran dibujados con tallos de caña (junco) biselados o estiletes sobre láminas, tablillas de arcilla húmeda que luego eran secadas al sol o al fuego. En ocasiones también sobre piedra y madera. El cuneiforme se usó durante más de 3000 años, se fue expandiendo a partir de las ciudades sumerias, para convertirse en la forma de escribir de otros 14 idiomas, entre ellos: el acadio, elamita, hitita, luvita, babilonio y persa. Con cada idioma y cultura fueron introducidas adaptaciones y modificaciones. Los escribas sumerios utilizaban “tipos” prefabricados de los diferentes signos para imprimir la secuencia deseada, precursores de los tipos móviles de la imprenta construida por Johamm Gutenberg miles de siglos después. También inventaron el precursor de las rotativas: el sello cilíndrico. Hecho de una piedra dura, era un pequeño cilindro en el cual se grababa el mensaje o el dibujo al revés; cuando se hacía rodar sobre la arcilla húmeda se creaba un impresión “en positivo”. Las tabillas y los sellos cilíndricos más antiguos fueron encontrados en Uruk[8].
En un principio la escritura cuneiforme se usó para contabilizar el grano y los demás tributos hechos al templo, tenían una función comercial y de inventario para después pasar a utilizarse en la correspondencia, en la creación de leyes, tratados políticos y alianzas internacionales, y por último en las creaciones literarias que hasta entonces se habían transmitido de forma oral. Los escribas tuvieron un importante papel en el control de la información y en la transmisión del conocimiento.
Disco de Enheduanna”, Museo de la Universidad de Pensilvania, Filadelfia B. Enheduanna, la figura en el centro del disco de alabastro antiguo.
El disco de alabastro de Enheduanna fue descubierto por Sir Leonard Woolley con ocasión de unas excavaciones a cargo del Museo Británico y la Universidad de Pensilvania, en 1927, el disco se encontró fragmentado, y hubo de realizarse una ardua labor de reconstrucción. Fue hallado en el Giparu de Ur, donde probablemente vivió la poetisa. Este disco fue datado entre los años 2000 a.C y 1800 a.C, y se encontró cerca de la estatua de una sacerdotisa, que muy probablemente fuese la propia Enheduanna. El problema es que ese disco se encontró en pedazos y hubo que hacer una labor de reconstrucción importante, parece que los mismos antiguos pudieron haberlo destruido intencionadamente, más que nada porque los sacerdotes sumerios encontraron muy duro de aceptar el nombramiento de la hija del rey acadio como Suprema sacerdotisa, pues ello significaba pasar por encima de su autoridad y su conocimiento. Felizmente, una copia del mismo disco fue hecha 1900 años a-C en Babilonia, con la cual fue más fácil la labor de reconstrucción testimonial[9]. Actualmente se exhibe como parte de la colección del Museo de la Universidad de Filadelfia; pero las investigaciones no fueron retomadas hasta los años setenta y ochenta cuando el proceso de desciframiento de las escrituras de algunos de estos textos estuvo más o menos avanzado. El disco representa una escena ritual o ceremonial[10]: Si observamos los relieves del disco, vemos que ella está detrás de un sacerdote que realiza libaciones en un altar en honor al dios de la Luna, Nanna; la siguen un sirviente y un escriba. Enheduanna luce un vestido con volantes y un tocado ceremonial, un turbante de ala enrollada, llamada “aga”, al que se refiere en “La Exaltación de Inanna” “como el verdadero límite, el signo apropiado para En”. Ella era la alta (en) sacerdotisa del dios de la Luna, Nanna. La dimensión de la figura femenina es mayor que la de las demás. Este recurso utilizado en el arte mesopotámico, se usaba para mostrar así el poder y el rango social elevado que ostentaba. Las figuras elevando la mano hasta la altura de la nariz representan un saludo al dios. .
En el reverso del disco hallamos la siguiente inscripción, que dice así: “Enheduanna, sacerdotisa-zirru esposa (madre) del Dios Nanna (Dios Luna), hija de Sargón, rey del mundo, en el templo de la diosa Inanna”
La importancia del disco no radica sólo en ser una prueba histórica de la existencia de Enheduanna, sino que también ofrece un retrato suyo tallado, realizando una ritual para el Dios Nanna.
Tras el hallazgo, las excavaciones arqueológicas continuaron y se encontraron tablillas de arcilla con escritura cuneiforme que contenían 48 poemas de la Suma Sacerdotisa, alcanzando 4.200 líneas todos ellos firmados por ella misma, con lo que ha sido considerada como la primera autora de la historia que firma su obra. El nombre de Enheduanna fue encontrado en 1954 en el poema Nin-me-sara o “La exaltación de Inanna” por Adam Falkenstein, profesor en la universidad de Heidelberg; pero no fue sino hasta 1958 cuando dicho autor, analizando profundamente el contexto, contribuyó a que se le reconociera a la sacerdotisa la autoría del poema. La princesa acadia comenzó a escribir apenas 350 años después de que la escritura estuviera constituida por completo. Dado el mal estado de estos descubrimientos y la dificultad añadida de que estaban escritos en sumerio y en acadio, lenguas entonces todavía por descifrar, se tardó bastantes años en reconocer su contenido. No fue hasta la década de los setenta del siglo XX, gracias a William W. Hallo y J.J. Van DIjk, que pudimos conocer la obra literaria de esta autora compuestas por 42 himnos a los templos de Sumeria y Acad, templos de Sippar, Esnunna, Eridu y muchos otros y a los dioses y diosas a ellos consagrados ,”Los Hymnos a los Templos”, se han reconstruido a partir de 37 tablillas procedentes de Ur y Nippur, la mayor parte de las cuales datan de los períodos Ur III y antigua Babilonia, es decir, 500 años después, lo cuál demuestra que se usaron durante siglos en el culto; están considerados como el primer sistema escrito de creencias religiosas, explícitamente Enheduanna escribe “Rey mío, algo se ha creado que nadie creó antes[11]”, las otras tabulae cuneiformes descubiertas fueron tres poemas al Dios Nanna, y tres poemas a la Diosa Innana.
Producto de un trabajo arqueológico y lingüístico muy fino y delicado, donde destacamos los nombres de Chiera y Kramer[12], se conocen los tres poemas en honor a Inanna: «La Exaltación de Inanna ‘ o» Nin-Me-Sar-Ra”, Inninsagurra o “La señora de gran corazón” e” Inninmehusa” o “Diosa de terribles poderes”[13]. Yo voy a hablaros sobre “La Exaltación de Inanna”:
Los poemas en honor a Innana, según Vázquez-Hoyos, constituyen hasta ahora la primera narración escrita sobre una antigua diosa, Inanna, la diosa sumeria de la Naturaleza de la fertilidad y del Amor a quién la autora en este proceso de sincretismo religioso, incorpora las cualidades más belicosas de la diosa acádica Ishtar[14], la diosa acadia de la guerra, patrona de Sargón, convirtiéndola a partir de ahora en Diosa de la Naturaleza, de la fertilidad, de la sexualidad y de la guerra. Enheduanna trataba desde su posición de Suma sacerdotisa, impulsar a Inanna y su culto como religión de Estado. Se ha sugerido que esta unificación o sincretismo religioso pudo haber sido una manera de decirle a los sumerios que Sargón y sus descendientes los gobernaban por voluntad de su propia diosa Inanna.
A pesar de que ella era la sacerdotisa del Dios Nanna, el Dios Luna, se decantó finalmente por la Diosa Inanna, a quién le consagra estos poemas que eran cantos sagrados utilizados en el ritual y no se descarta que fueran recitados con algún acompañamiento musical , en ellos iguala al Dios An/Nanna / Dios del Cielo de la mitología sumeria con la Diosa Inanna, diosa del Amor y de la Guerra, simbólicamente la igualdad o incluso preeminencia de Inanna frente a su padre Nanna-Sin representaba el derecho de los Acadios a gobernar a los Sumerios en pie de igualdad[15]
“La Exaltación de Innana” es su poema más conocido, quizá por hallarse casi en su total integridad, 109 piezas de arcilla han sido utilizadas por diversos autores para reconstruirlo y traducirlo. Se trata de copias producidas en la antigua Babilonia, 500 años después de la existencia de Enheduanna[16]. Es una obra de devoción personal a la Diosa, pero al mismo tiempo contiene numerosas referencias históricas y religiosas, incluso la autora da un paso hacia adelante, pasando de la tercera a la primera persona narrando sus glorias pasadas y su situación actual, ha sido destronada, expulsada de Ur y exilada a la estepa, víctima de la rebelión de Lugal-ane contra la dinastía sargónida, “pretendida por él, se acercó a ella con pretensiones sexuales, al ser rechazado la llamó “hechicera” y a la arrojó del templo , e incluso lo destruyó, el templo de Eanna, uno de los más grandes templos de la Antigüedad, dedicados a la Diosa Madre, tras deponer a los gobernadores acadios de Ur y Uruk, también fue testigo de otros acontecimientos terribles como el asesinato de su hermano y su tío y de un terrible terremoto que asoló al reino. En el poema Enheduanna expresa sus sentimientos, sus miedos y emociones hecho que no ocurrirá hasta el surgimiento de la poesía lírica en las inmediaciones de la época clásica griega, con Safo (s.VI a.C) por ello se la reconoce como la primera poeta y la primera cronista de la Historia; ruega al Dios An/Dios Luna y a la Diosa Inanna, que la restauren en su antigua posición. Finalmente, según dice el texto es la diosa Inanna la que intercede y escucha sus plegarias que le permiten recuperar el trono usurpado y volver a ser Suma sacerdotisa durante el reinado de su sobrino Naram-SIm, termina el poema rindiendo alabanza a la Diosa y elogiándola por su triunfo. Los sucesos de esa época convulsa, inevitablemente, influyeron en su obra y a través de sus escritos podemos vislumbrar su personalidad fuerte, decidida, capaz de encarnar los distintos aspectos de Inanna como Diosa del Amor y “Dadora de Vida”, benévola, pero también terrible como “Diosa Guerrera”, capaz de enfrentarse al caos y restablecer el orden.
Voy a extraer algunos fragmentos que de la traducción al español haría Lilian Cruz en la obra citada. Ofrezco la transcripción de sus apasionadas palabras, traducidas del ETCSL, “Electronic Text Corpus of Sumerian Literature (ETCSL)”
El himno comienza con un exordio de 65 líneas de epítetos y descripción de la diosa y sus mitos, todos cuidadosamente seleccionados para ilustrar las características y los poderes de la diosa:
Comienza así:
“Señora de todas las esencias, luz plena,
Buena mujer vestida de esplendor/ a quien el cielo y la tierra aman,
Amiga del templo de AN/ tu llevas grandes ornamentos,
Tú deseas la tiara de la alta sacerdotisa
Cuyas manos sotienen las sietes esencias,
Oh, mi señora, guardiana de todas las grandes esencias,
Las has escogido y colgado de tu mano.
Has reunido las esencias sagradas y las has puesto
Apretadas sobre tus pechos.
En los versos 60-65, nos dice:
“Gran reina de reinas, producto de la matriz sagrada de los poderes divinos, más grande que su propia madre, sabia, señora de todas las tierras extranjeras, fuerza vital de multitudes: ¡Yo recitaré tu sagrada canción! Diosa verdadera apta para poderes divinos, tus esplendidos decires son magníficos. De corazón profundo, buena mujer con radiante corazón, yo enumeraré para ti tus sagrados poderes divinos”.
A partir de aquí empieza a contar su historia, líneas 66-73:
“Yo, Enheduanna, la sacerdotisa En, entré a
tu servicio en mi sagrado jipar.
Yo llevé la cesta ritual
y entoné la canción de júbilo.
Trajeron mi comida ritual
como si yo nunca hubiera vivido allí.
Me acerqué a la luz, pero la luz era quemante para mí.
Me acerqué a la sombra, pero estaba cubierta de tormenta.
Mi boca de miel se volvió venenosa.
Mi habilidad de calmar humores se desvaneció
Aún mi sexo es ceniza”.
Líneas 85 a 90: A partir de aquí empieza a contar cómo él, se refiere a Lugal-Ane la depuso de su cargo, la expulsó del templo y lo destruyó.
“Él no se ha puesto de pie con reverencia ante la más grande deidad. Él ha transformado aquel templo, de inagotables atracciones, de belleza sin fin, en un templo destruido. Mientras entraba ante mí como si fuera un compañero, en realidad se acercaba por envidia.” Líneas 100-108:
Fig. 6. Tablilla cuneiforme. Fragmento de “Exaltación de Inanna”.
Yo, la que alguna vez se sentó triunfante, fui arrojada del santuario.
Como una golondrina me hizo volar por la ventana, y mi vida se ha consumido.
Él (Lugal-Ane) me hizo caminar entre las breñas de la montaña.
Él me arrancó la corona apropiada de la alta sacerdotisa,
Y dándome una daga y espada —me dijo
“estos son ahora tus ornamentos”
Mi reina, amada por An[17] ¿será tu corazón propicio a tu sierva?
En el culmen del “Magníficat”[18], en la apoteosis del poema se vuelve a exaltar a Inanna, la sacerdotisa ha regresado a su lugar, el corazón de Inanna se repara.
“¡Debe saberse¡ debe saberse! Nanna
no ha hablado todavía. Él ha dicho: “Él es tuyo”
¡Que se sepa que tú eres alta como los cielos!
¡Que se sepa que eres ancha como la tierra!
¡Que se sepa que tú destruyes las tierras rebeldes!
¡Que se sepa que ruges a las tierras extranjeras!
¡Que se sepa que tú aplastas cabezas!
¡Que se sepa que tú devoras cadáveres como un perro!
¡Que se sepa que tu mirada es terrible!…
¡Que se sepa de tus ojos destellantes!…
¡Que se sepa que tú siempre te yergues triunfante!
¡Como Nanna no ha hablado y como dijo que “Él era tuyo”,
¡te has vuelto más grande, mi señora, tú te has convertido en la más grande! Mi señora amada de An, ¡yo hablaré de todas tus furias! Yo he apilado los carbones en el incensario y he preparado los ritos de purificación. El santuario Ecdam-kug espera por ti.
¿No podría tu corazón apiadarse de mí?”.
En esta parte Enheduanna exalta a Inanna y la equipara con An, el dios del cielo, el dios supremo del panteón sumerio. Al equiparar los poderes de la diosa Inanna con los del dios del cielo An, Enheduanna remarca lo femenino como igualmente poderoso respecto a lo masculino.
El himno pasa ahora a la peroración, un pasaje “exclusivo de la literatura sumeria que describe el proceso de inspiración poética, Enheduanna siente una amor apasionado por la diosa y se funde con ella para formar una unidad trascendente, en el umbral entre el cielo y la tierra, de donde surge la inspiración poética y la creación. La poetisa caracteriza sus trabajos creativos como “un dar a luz, es decir, “concebir la palabra”. Para el mundo Antiguo ,tanto para egipcios como para los sumerios y acadios, la palabra poética era una especie de conjuro o hechizo que tenía la facultad de crear lo que nombraba El Ninmensara de Enheduanna es su más poderoso sortilegio, en él hace uso de la palabra poética, del poder mágico de las palabras que aumentan su poder al ser recitadas o cantadas en voz alta en el ritual que utilizaría como sacerdotisa al celebrar los rituales y ceremonias vinculados a la divinidad.
Líneas 139-143:
“Como estaba llena, demasiado llena para mí,
gran señora exaltada, yo he recitado esta canción para ti. Que un
cantante repita para ti a mediodía lo que fue recitado para ti en medio de
la noche: por tu esposa cautiva, por tu hija cautiva, tu rabia ha crecido,
tu corazón inquieto”
Finalmente, proclama el triunfo y la exaltación de Inanna al mismo tiempo que la restauración de Enheduanna.
“La poderosa dama, respetada en la junta de gobernantes,
ha aceptado las ofrendas.
El sagrado corazón de Inanna se ha calmado.
Para ella la luz se hizo dulce, el deleite se extendió sobre ella.
Estaba llena de la más clara belleza.
Como la luz de la luna que asciende, ella exudaba deleite.
Nanna salió a mirarla propiamente y su madre Ningal
le dio la bendición.
Los pilares de la puerta la saludaron.
Las palabras de todos hacia la señora son exaltadas.
¡Alabada sea la destructora de las tierras extranjeras,
dotada por An de divinos poderes,
mi señora envuelta en belleza, Inanna!”
Las funciones de princesa y Suma sacerdotisa sentaron precedentes en la historia sumeria, imitada duante los 500 años. Según estudios de Willian W. Hallo Enheduanna fue una personalidad ”que marca la pauta en sus tres roles para muchos siglos posteriores ”. Otras hijas de los reyes que dominaron Mesopotamia ocuparon aquella misma función. De hecho los nombres de las sacerdotisas aparecen en las listas históricas, así como se hicieron de los reyes. Durante cinco siglos, reyes y sacerdotisas formaron el gobierno sumerio, ejemplos de ello fueron Enmenanna, o la hija de Nabonid, rey de Babilonia en el siglo VII a. C.
En el libro “Los hijos de los días” de Eduardo Galenao, en la página 399 leemos: “Enheduanna vivió en el reino donde se inventó la escritura, ahora llamado Irak, y ella fue la primera escritora, la primera mujer que firmó sus palabras, y fue también la primera mujer que dictó leyes, y fue astrónoma, sabia en estrellas y sufrió pena de exilio, y escribiendo cantó a la diosa Inanna, su protectora, y celebró la dicha de escribir, que es una fiesta, como parir, dar nacimiento, concebir el mundo”.
BIBLIO Y WEBGRAFÍA.
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En: Lipson C, Binkley RA, editores. State University of New York Press,
Albany. 2004.
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- Ithaisa de Atlantis. Enheduanna, la mujer que dio inicio a la Historia [en línea]. [Consulta: 22 de noviembre de 2013]. Disponible en la web: http://itahisa.info/2013/05/21/la-mujer-inicio-historia/
- Quesada Monge, R. “Mujeres eternas. Enheduanna, Hatsepsut, Nefertiti y Cleopatra. Universidad Nacional Costa Rica. 1999;2(2):99-111.
- Klimczak, N. The Poetry of Gods by Enheduanna – The First Known Female Writer. Articulo publicado en Ancient Origins https://www.ancient-origins.net/artifacts-ancient-writings/poetry-gods-enheduanna-first-known-female-writer-006294
- Kramer, Samuel Noah y Wolkstein, Diane. Inanna, la Reina del Cielo y de la Tierra: sus historias e himnos de Sumeria. Harper Perenne1983.
- Vazquez-Hoys, A.M. Enheduanna, princesa de Akad y gran sacerdotisa del dios luna Sin de Ur. https://www2.uned.es/geo-1-historia-antigua-universal/ACADIOS/ESHEDUANNA_1.htm
- Mujeres en Mesopotamia. Historia en femenino. UNED. EN https://nordlich.blogspot.com/2013/01/mujeres-demesopotamia.html?m=0
OBRA GENERAL:
- The electronic text corpus of summerian literature http://etcsl.orinst.ox.ac.uk/
- Link especial. Recreación de la música y poemas de Enheduanna. Machuca MM. Enheduanna, la poetisa más antigua del mundo. Himno a
Inanna en https://www.youtube.com/watch?v=ssitExngwU0Consultado14/1/2017
Por Mª Antoñeta Bernardino Anguita. Historiadora, especialista en Historia Antigua.
[1] Volumen I “El segundo sexo”, p. 24. Estudio científico, histórico, sociológico, ontológico y cultural sobre la mujer, obra convertida hoy en imprescindible, todo un clásico del feminismo, en ella la autora se pregunta desde una perspectiva existencialista la condición de la mujer, su realidad social, intelectual y política y la construcción del imaginario mítico en torno a lo femenino. La construcción de la idea de lo que es “ser una mujer”, según ella, idea elaborada por los hombres y por una tradición esencialmente patriarcal
[2] A mediados de los años 70 un activo movimiento feminista en diversas ciudades españolas, curtido en la lucha por las libertades democráticas, junto a la aparición de publicaciones sobre ele papel de las mujeres en los procesos históricos y sociales- especialmente en la etapa más cerca II República y Guerra civil- provenientes de historiadoras extranjeras y españolas representa el punto de partida para la irrupción de los estudios académicos sobre el papel de las mujeres en la Historia. Estas iniciativas vendrían a consolidarse en 1979 con la creación del Centre d’Investigació de la Dona en Barcelona y del Seminario de Estudios de la Mujer en la Universidad Complutense de Madrid que sirvieron de referencia para el establecimiento de Instituciones similares en otras ciudades de España, como el Centro de Estudios de la Mujer en Granada, Málaga y Valencia.
[3] Historiadora, investigadora, pionera en los estudios de género, coautora en la obra “Historia de las mujeres en España y América latina”, dirigida por Isabel Morant y coordinada por Mª A. Querol, C. Martínez, R. Pastor y A. Lavrin. A quién tuve el privilegio de tener como profesora de Historia Antigua durante mi carrera y como profesora en uno de los cursos de doctorado “La mujer en la Hispania romana”.
[4] Difundida en España a través de las historiadoras francesas como Michelle Perrot, Arlette Farge o Francois Thebaud, gracias sobre todo a la traducción de la Historia de las Mujeres realizada en Francia bajo la dirección de Georges Duby y Michelle Perrot, publicada por Taurus en 1992
[5] Como Gerna Lerner y su obra “The creation of Patriarchy, 1986) volumen I de Mujeres e Historia, y la archiconocida obra de Sara B. Pomeroy, “Diosas, rameras, esposas y esclavas. Mujeres en la Antigüedad clásica”(Traduccion de Ricardo Lezcano Escudero), Madrid, 1999, que supuso un giro copérnicano en el estudio de las Mujeres en la Antigüedad.
[6] ”.[6]. Veáse la obra Pedregal Rodríguez, A. y González, M. (eds.). Venus sin espejo. Imágenes de mujeres en la Antigüedad Clásica y el Cristianismo primitivo. Oviedo 2005.
[7] Diosa de la Naturaleza, de la fertilidad y del Amor en la mitología sumeria.
[8] Veáse al respecto el interesante trabajo de investigación de Lília Cruz, Enheduanna, mujer, primer autor en la historia. Escribió poemas en Cuneiforme en Díaz Bruzual A, López Loyo E, editores. Colección Razetti. Volumen XXI. Capítulo 8. Caracas: Editorial Ateproca; 2018.p.459-488. Sobre la historia del desciframiento de la escritura cuneiforme sumeria y acadia Veáse también esta obra.
[9] Veáse Mujeres eternas, Enheduanna, Hatsepsut, Nefertiti y Cleopatra . del historiador costarricense Rodrigo Quesada Monje. Aportes disciplinarios-99.
[10] Veáse «Biography of Enheduanna, Priestess of Inanna” de Roberta Blinkey. En esta obra la autora menciona a la historiadora del arte Irene J. Winter quién describe el disco como tallado en alabastro traslúcido, de 25,6 cm de diámetro y 7,1 cm de espesor y describe así la posición de Enheduanna «solo la cabeza de Enheduanna toca el margen superior del friso; la violación de la isocefalia sirve para enfatizar su posición dominante»
[11] Los himnos fueron traducidos por Sjöberg y Bergman en 1969 y por otros autores posteriormente. Es un conjunto de himnos de variada extensión, pero de forma y estilo similares. Se refieren a los templos de Sumer y Acad en segunda o tercera persona, como si fueran seres vivos, con influencia sobre sus divinos ocupantes. En ellos se describe con epítetos la estructura, actividades que allí se realizan y objetos que contienen. Al final de cada uno se menciona la ciudad donde está ubicado y el dios al cual se dedica, generalmente el patrón de esa ciudad.
[12] Estas composiciones literarias las podemos encontrar en el “Electronic Text Corpus of Sumerian Literature (ETCSL)”, de la Universidad de Oxford, el cual comprende una selección de 400 composiciones literarias provenientes de la antigua Mesopotamia pertenecientes al II y III milenio a.C. Ofrece transliteración, traducción al inglés e información bibliográfica de cada una de ellas También han sido traducidos y compilados en una narrativa unificada por el erudito sumerio Samuel Noah Kramer, autor de la obra “La Historia comienza en Sumer” y la poetisa Diane Wolkstein, experta en mitología y folclore popular. Su versión, publicada con el título Inanna, la Reina del Cielo y de la Tierra: sus historias e himnos de Sumeria , fue publicado por Harper Perenne en 1983.
[14] Más tarde, los acadios y los asirios la identificaron como la diosa Ishtar, y también con la hitita Sauska, la fenicia Astarté y la griega Afrodita y finalmente con la Venus romana. Un estudio muy amplio, interesante y bien documentado, en español, sobre los orígenes y evolución de Inanna/Ishtar fue realizado por la profesora Ana María Tapia.. Inanna-Ishtar. Origen y evolución de una figura religiosa.Disponible en:
http://www.cuadernosjudaicos.uchile.cl/index.php/CJ/article/viewFile/24619/25987
[15] Vazquez-Hoys AM. Enheduanna, princesa de Akad y gran sacerdotisa del dios luna Sin de Ur. http://www2.uned.es/geo-1-historia-antigua-universal/ ACADIOS/ESHEDUANNA_1.htm Consultado 11/6/2017
[16]Las tablillas de arcilla que se conservan sobre los poemas de Enheduanna son las trascripciones de algún original, realizadas unos 2000 años antes de nuestra Era.
[17] La Diosa Inanna, diosa del Amor y de la Guerra es hija del dios Nanna, también llama AN o SIN, el dios del cielo, o Dios Luna.
[18] Magnificat, liturgia.
© Antoñeta Bernardino.