La localidad manchega de Almagro ha inaugurado la edición 2025 de su emblemático Festival Internacional de Teatro Clásico, una de las citas culturales más esperadas del calendario escénico en España y Europa. Con más de cuatro décadas de trayectoria, el festival ha conseguido posicionarse como un referente en la reinterpretación contemporánea de los textos áureos, y este año da un giro significativo al incorporar un enfoque marcadamente feminista en su programación.
La ceremonia inaugural, celebrada en el Corral de Comedias, acogió la puesta en escena de Fuenteovejuna, dirigida por Lluís Homar, actual director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC). Esta versión de la célebre obra de Lope de Vega introduce una lectura centrada en la acción colectiva femenina y la sororidad frente al abuso de poder. El montaje ha sido aplaudido por su valentía conceptual, su cuidada escenografía minimalista y un reparto coral encabezado por la actriz Marta Poveda, que interpreta a Laurencia con una fuerza emocional que ha conmovido al público y a la crítica.
La programación de esta edición abarca más de 50 espectáculos provenientes de una docena de países, entre ellos Polonia, México, Reino Unido, Italia y Argentina. En todos los casos, se ha solicitado a las compañías participantes que presenten propuestas en las que la voz de las mujeres del Siglo de Oro no sea una figura decorativa, sino una protagonista activa. Así, podremos ver desde una reinterpretación de La vida es sueño con Segismunda como figura central, hasta una versión bilingüe de El perro del hortelano que pone en diálogo a Diana con dramaturgas contemporáneas.
La directora del festival, Irene Pardo, ha señalado que el lema de este año, “Herencia y revolución”, busca “poner en el centro la palabra de las mujeres que en la época clásica fueron silenciadas o relegadas, pero también recuperar su potencial político y poético en el presente”. Este planteamiento ha contado con el apoyo del Instituto de las Mujeres, la Junta de Castilla-La Mancha y el Ministerio de Cultura.
Además de las representaciones teatrales, el festival acoge actividades paralelas como mesas redondas, talleres de dramaturgia, espectáculos de calle y conciertos barrocos. Entre las más destacadas se encuentra el ciclo “Clásicas en escena”, dedicado a dramaturgas como Ana Caro, María de Zayas o Sor Juana Inés de la Cruz, cuyas obras son leídas y comentadas por académicas y actrices en diálogo intergeneracional.
Uno de los grandes atractivos del festival es, como cada año, el uso de espacios patrimoniales para las funciones. Almagro, con su riqueza arquitectónica del siglo XVII, se convierte en un gran escenario donde conviven tradición y experimentación. El Teatro Municipal, la Antigua Universidad Renacentista (AUREA) y varios patios y claustros han sido adaptados para acoger representaciones nocturnas a la luz de las velas, lo que aporta un encanto especial a la experiencia del espectador.
La internacionalización del festival también ha sido un punto fuerte. El montaje polaco de Hamlet, ambientado en una república distópica y con ecos de las protestas feministas de 2020, ha generado gran interés, así como la versión mexicana de El alcalde de Zalamea, que adapta la trama al contexto de violencia institucional en América Latina. El teatro clásico se convierte así en vehículo de denuncia y reflexión crítica.
En el plano pedagógico, la organización ha reforzado la vertiente educativa del festival con programas para escolares y universitarios. Más de 2.000 estudiantes participan este año en el proyecto “Aula de Clásicos”, que combina representaciones adaptadas para jóvenes con encuentros con actores, dramaturgos y críticos teatrales.
Según datos del ayuntamiento, se prevé que el festival atraiga a más de 35.000 visitantes durante sus tres semanas de duración, con un impacto económico notable en la hostelería y el comercio local. La presidenta de la Asociación de Empresarios de Almagro ha destacado que “el festival no solo dinamiza la cultura, sino que da vida al territorio”.
Los primeros balances apuntan a un gran éxito de público y una alta valoración artística. Críticos de medios nacionales como El Cultural, ABC y La Razón han elogiado la ambición y coherencia temática del programa. La edición 2025 del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro se perfila, así, como una de las más comprometidas e innovadoras de su historia reciente.
Redacción