La voz de… PEDRO AVILÉS

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En el año del señor de 1991 apareció en mi vida esta pieza musical instrumental intitulada: «Ese amigo del alma», compuesta e interpretada por un argentino llamado Lito Vitale. Por eso cuando me enteré de que iba a tocar en directo en Madrid en el parquecito al que se llegaba tras escalar todas las curvas de la Cuesta de la Vega, al lado de la parte baja de la Catedral de la Almudena y pegado a una parte de la muralla árabe, muy cerquita del barrio en donde me crié, fuimos mi compañero Montoro y yo a ver esa actuación. Ya llevábamos trabajando juntos desde el año 87. Ni él ni yo éramos homosexuales, pero sí unos buenos compañeros que vivíamos una experiencia de lo más dura cada semana siempre con una sonrisa en la boca; dos profesionales fríos que se querían sin alharacas. Durante todas esas semanas, incluyendo algunas fiestas de guardar y con el muerto que nos tocaba, poníamos esta música en los coches de alquiler en los que nos pateamos España entera durante 13 años. Fuimos los dos juntos a ver la actuación en directo de Lito Vitale en este lugar que describo, y se nos cayeron los cojones al suelo cuando empezaron a sonar en la noche madrileña las notas de «Ese amigo del alma». Escuchadla y no la saquéis de contexto.

Pedro Avilés

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Periodista, reportero especializado en sucesos, escritor y chef. De 1976 a 2009 trabajó en distintos medios de comunicación, entre los que destacan la revista Semana, Diario El independiente, Diario Ya, Radio Cadena Española, los semanarios El Caso e Interviú. También fue responsable durante tres años de la sección de crímenes sin resolver del programa Día a día, de Telecinco. En 2009 desertó del periodismo y comenzó a estudiar Técnico Superior en Restauración. Tras conseguir el título de chef, en 2012 se fue a la isla de Naxos, en Grecia, a montar Anda Jaleo, su propio restaurante de gastronomía española, aunque también tuvo tiempo para escribir y publicar las novelas negras Katoucha y El whisky del muerto, ambas en 2018. Desde 2019, ya de regreso a su tierra, sigue combinando la literatura con la gastronomía.

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