Sinopsis
Buenos Aires, 1978. A dos años del golpe de Estado, miles de personas son recluidas en centros clandestinos de detención. La mayoría no saldrá con vida. Julio, joven hijo de un poderoso industrial, es uno de ellos, un «desaparecido» más. Salvará su vida el mayor Morales, a cargo del cuartel, porque le recuerda a su hijo fallecido en un accidente. Tres meses más tarde, Julio es «liberado», pero ya no será el mismo. Ha tomado una decisión.
Madrid, 2000. Julio se llama ahora Jorge Luis. Lleva una vida acomodada y solitaria. Durante una salida fortuita, se encuentra con Morales y despierta en él la voz de Julio, que exige venganza. Se introduce en la vida del exmilitar para destruirlo, y desarrolla hacia el hombre que debe matar un afecto que no tuvo por su propio padre.
Pero la historia de ambos es una canción triste, un tango fatal del que ya suenan los compases finales.
Reseña:
Me leí la última novela de Carlos Salem de dos sentadas, y no fue de una sola porque eran cerca de las cuatro de la mañana cuando dejé el libro y al día siguiente tenía compromisos a primera hora. El texto no solo no se cae de las manos, sino que se pega a ellas de una manera tan consistente como los personajes que perlan sus páginas.
Dobles personalidades, incluso moralidades se dan la mano a través de esta historia doble, desarrollada en dos épocas y en dos zonas geográficas, pero que se enlazan en una sola, robusta y relampagueante, como el mejor engranaje suizo, para plasmar en sus páginas, en el alma de cada uno de sus personajes, la realidad más terrorífica que vivieron muchas personas en la Argentina de aquellos años, y que, en algunos casos, siguen padeciendo. Porque, como se da a entender en la novela, sobrevivir a los centros clandestinos de tortura de los militares no era sinónimo a ser capaz de recuperar tu vida y sentimientos anteriores. Todo quedaba supeditado a un ente superior, a esa culpabilidad manifiesta, infestada por los otros, y a esa mirada un tanto viperina de los afectados por los no supervivientes: esos que vieron desaparecer a sus seres queridos para siempre, y que culpaban a los que sobrevivieron al campo de tortura por seguir respirando. Porque estaba claro, al menos para ellos y su pensamiento sofocado por la desgracia, que cualquier superviviente del horror tenía que haberse congraciado con los verdugos. ¿Qué otra cosa pudo suceder para que siguiera vivo, salvo que se convirtiera en un traidor? Era así, ¿o no? Por suerte, o por desgracia, la vida no es blanca y negra, y las realidades se difuminan, como ocurre en este libro, en una dilatada escala de grises.
Giros inesperados, muertes pasionales o maceradas en añejos odios que el tiempo no termina por curar. Relaciones paternofiliales que no son más que fruto del odio incandescente, pero también del perdón y del olvido. Lecciones finales sobre la vida, las traiciones juveniles, o las estúpidas reminiscencias adultas de lo que ya nunca volverá. Detalles del día a día de personas, y personajes, que sufrieron la peor de las calamidades que puede padecer un ser humano en su país, en su ciudad, en su barrio, prácticamente en su casa. Una realidad tan próxima, tan cercana y de nuevo a mano de un puñado de supuestos salvadores de la patria, que te congela. Todo este entresijo, sin embargo, se vuelve liviano, en una lectura ligera y apasionante, gracias a que en las partes más duras de la trama aparece el Salem poeta, untándolo todo de un dolor muy personal.
Julio, Jorge Luis, Marcela, el Lobo Morales… se convierten por merecimiento propio en los protagonistas de una de las historias más viscerales que se publicarán este año. Un incierto recorrido vital que, a cada paso de hoja o cambio de capítulo, te acentúa la sed de saber más y más de cada uno de ellos, hasta que llega el desenlace final que no permitirá a nadie quedarse impertérrito. Estoy seguro.
Un consejo, no dejen pasar por alto al personaje de Maximiliano, la sabiduría pura, apartada y denostada por la sociedad. Él solo muestra más realidad que todos los textos periodísticos que se puedan leer sobra la época.
Lean Tango del torturador arrepentido, pues sin duda estamos ante la creación más personal del autor. Dura, negra, violenta y apasionante. Una novela sobre la prepotencia del poder, la venganza y el perdón. Carlos Salem ha escrito una obra feroz en su humanidad y tierna en su ironía. Una historia tan real que estremece.
Autor:
Carlos Salem nació en Argentina y lleva en España «algo más de media vida». Es novelista, poeta y periodista. En narrativa, la novela negra es su campo de acción habitual, aunque como lo definía Fernando Marías: «Salem es un género en sí mismo». Desde que debutó en 2007, sus obras han sido publicadas en España, México, Argentina, Italia, Alemania y especialmente en Francia, donde goza de gran prestigio.
Ha ganado los premios Silverio Cañada de la Semana Negra de Gijón, Novelpol, Paris Noir, Mandarache, Internacional Seseña de Novela, Valencia Negra y Violeta Negra, además de ser finalista en varias ocasiones del Dashiell Hammett, o de los Prix 813 y SCNF en Francia.
Entre sus títulos destacados: Camino de ida; Matar y guardar la ropa; Pero sigo siendo el rey; Cracovia sin ti; Un jamón calibre 45; En el cielo no hay cerveza, y Muerto el perro. Es también autor de la serie de la Brigada de los Apóstoles encabezada por Dalia Fierro y Severo Justo, que se inició en 2021 con Los que merecen morir y se consolidó con Madrid nos mata en 2022 y Los dioses también mueren en 2023 (finalista del VII Premio de novela Cartagena Negra 2024).
Tango del torturador arrepentido es su libro número 50.
Editorial: Editorial Alrevés. Tapa blanda. 300 páginas. Año de publicación: 2024.
ISBN: 978-84-19615-66-4
© Eduardo Fernán-Lopez Malatesta