REPOSICIÓN.-
El pilar de nuestra civilización es Grecia. A ella le debemos el pensamiento filosófico y político, el germen del sistema democrático cuyos ideales fueron adaptados por la República romana y revivieron de alguna forma en las constituciones democráticas del mundo moderno, las ideas de los derechos y deberes del ciudadano provienen en origen de su pensamiento político.
También les debemos a los griegos los juegos olímpicos, el estudio de la medicina, las matemáticas, la física, la historia y la arquitectura; el nacimiento del teatro, los arquetipos y temas de la comedia, la tragedia, la epopeya y el mito. Nuestra literatura parte de la suya pues casi todos los géneros literarios los inventaron ellos incluida la novela. Incomensurable su ideal estético, la tensión entre lo apolíneo y lo dionisíaco, lo que llamamos belleza clásica.
Son los griegos los fundadores de un canon recurrente que se ha perpetuado, especialmente en las artes, en la literatura y en el teatro, hasta nuestros días y aunque ha pasado mucho tiempo y Occidente ha evolucionado esas son sus raíces fundacionales, su base. Nuestra cultura es impensable sin Homero, Hesíodo, Safo, Demócrito, Parménides, Pitágoras, Anaxágoras, Hipócrates, Solón, Pericles, Eurípides, Sófocles, Esquilo, Aristófanes, Sócrates, Platón, Aristóteles, Heródoto, Tucídides, Fidias, Praxíteles, Alejandro… solo por citar algunos.
La historia de los antiguos griegos fue la de un pueblo que no supo o no pudo convertirse en nación debido a las limitaciones impuestas por las ciudades-estado, el individualismo, las guerras, la bancarrota y los desastres económicos, pero la civilización que creó Grecia no ha muerto, como la energía se transformó, llegó a Roma con la conquista del Imperio aunque los romanos fueron los vencidos: “Graecia capta ferum victorem cepit”, Grecia conquistada conquista al bárbaro conquistador que la extiende por Europa, Asia Menor y Norte de África durante siglos. Occidente hizo suyos sus ideales y sus artes, los imitó, los tomó y los retomó en distintas épocas históricas superando a Grecia en muchos aspectos, pero nuestra actividad intelectual es su descendiente, sin los griegos seríamos distintos.
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A partir del óleo Belleza griega, de John William Godward, 1909, colección privada.
© Ana Morilla.