Krutsiferski, un joven preceptor de origen humilde, es contratado en casa de un rico terrateniente «semiestepario», sin lustre social y sin ninguna ocupación. En la casa vive también una hija ilegítima de este, Liubov, que, aunque despreciada y sin educación, «pensaba y soñaba, soñaba para aliviar su alma y pensaba para comprender sus sueños». Los dos jóvenes se enamoran y se casan y empiezan a llevar una vida modesta pero independiente y feliz en la ciudad de provincias de N. N. Ahí vuelve, tras años de vocaciones descartadas y peregrinaciones por Europa, un terrateniente de treinta años, Biéltov, decidido a hacer algo con su vida, y su introducción en el hogar de los Krutsiferski se va tiñendo de una ominosa ambigüedad. En cualquier caso, la instrucción, la cultura y la altura de miras se estrellan contra una pequeña comunidad de costumbres y jerarquías ridículas. ¿Quién tiene la culpa? (1847), novela heredera de Evgueni Oneguin y precursora de Turguénev y de los grandes maestros rusos de la segunda mitad del XIX, causó revuelo cuando se publicó y es romántica y antirromántica a la vez: piadosa y comprensiva con los grandes sentimientos, pero muy escéptica ante el medio social y los condicionamientos psicológicos que inevitablemente los coartan. Herzen compuso un magnífico cuadro de la sociedad patriarcal rusa, enriquecido por personajes secundarios magistralmente retratados y amenizado por un humor y una habilidad narrativa excepcionales.
Autor:
Nació en Moscú en 1812, hijo de un noble y de una joven alemana con la que éste nunca llegaría a casarse. Estudió en la universidad de Moscú. Arrestado en 1834 por calumniar a la familia del zar, fue desterrado cinco años; en Vladímir se casó con su prima Natalia Aleksándrovna Zajárina. En 1840, gracias a la influencia de su padre, obtuvo un cargo público en San Petersburgo, pero un nuevo conflicto con la censura lo condenó otra vez al destierro, en Nóvgorod. Un año después podría regresar a Moscú, donde se alineó con el círculo intelectual occidentalista. Después de morir su padre en 1846, y de recibir un considerable legado, partió con su familia hacia París, donde en 1848 seguiría de cerca los acontecimientos revolucionarios y escribiría sobre ellos. Pero estas crónicas le valieron la prohibición de regresar a su país, así como, una vez sofocada la revolución, la expulsión de Francia. De ahí partió hacia Italia, luego a Suiza, y durante trece años se estableció en Londres, donde su casa fue refugio de exilados y en 1857 fundó una revista, La campana, que, difundida clandestinamente en Rusia, sin duda contribuyó a la emancipación de los siervos de la gleba promulgada en 1861.
Socialista y crítico del socialismo, empezó en Londres a redactar la que sería la obra de su vida: Pasado y pensamientos (1852-1867), una autobiografía en cinco volúmenes que, en palabras de Isaiah Berlin, «merece un lugar al lado de las novelas de Tolstói, Turguéniev y Dostoievski». Murió en París en 1870.
Traducción: Alejandro Ariel González
© Alba Editorial. Febrero 2024