Poema LXXXVII
Desde los umbrales
donde las flores se confiesan;
un todo colecciono en la vida;
hilvanando palabras,puntadas y botones,
palpal los cosmos cuánticos abiertos.
Ordené entropías versus armonías
y condos lenguas: armonías versus antropías.
Canté en la zambra y en Granada,
abrí desvelos en los hados del numen,
el nido construí en los bosques.
Viajé con esas cuatro lunas rojas,
escribí sobre lápidas del sueño,
abrí crisálidas del tiempo,
y códices del viento descifré…
Un paréntesis dejé en lapso incompleto,
para esgrimir y discernir el pensamiento.
También las brácteas del olvido,
los caballos del fuego, flamenco y agua,
y fui momento, ese que soy que seré,
desde esta alma donde creo mundos y universos.
Sigo haciendo rituales con las letras y la vida…
quizás más de 111 signos dejo como
huellas de una arquera,
entre trazos de tintas y voz escrita.
Hoy, desde el origen,
el mapa cultural es transversal,
TRANSVERSAL la historia,
transversales los versos.
Incluido en su poemario 111 Signos «Huellas de una arquera» Antología 1984-2019