La novela negra en Asia

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LA NOVELA NEGRA EN ASIA

Jaime Molina García


La novela negra asiática también ha resultado fascinante para los seguidores del género. Todo en oriente es misterioso tanto para los europeos como para los occidentales, así que no es de extrañar que tenga seguidores en todos los continentes.

La novela negra nace en Estados Unidos y va a afincarse en Oriente

Obviamente el desarrollo de la novela negra en Oriente es bastante reciente comparado con sus inicios en los Estados Unidos. Como una niebla misteriosa se ha desplazado a Asia, que integra importantes publicaciones en países tan disímiles como Corea del Sur, Mongolia, India, Laos, Vietnam y muchos países más además de China y Japón.

En China destacan Diane Wei LIang (El ojo de jade, Mariposas para los muertos) y Qiu Xiaolong (Cuando el rojo es negro, El crimen del lago). Mientras que en Japón la escritora Natsuo Kirino (Out, con la que ganó el premio a la mejor novela de misterio en Japón), el escritor Keigo Higashino (La devoción del sospechoso X, también ganadora a la mejor novela de misterio en Japón) o la prolífica Miyuki Miyabe, con más de cuarenta novelas publicadas, muchas de ellas adaptadas al cine, son notables escritores con seguidores en todo el mundo.

De hecho, la literatura negra oriental ha sido protagonista en varios de los festivales del género negro en España. Getafe Negro eligió a este género como protagonista de su séptima edición, lo que indica que puede convertirse en un especial oxígeno para este tipo de novelas.

Obviamente por la situación política de algunos países no se puede cumplir una condición de la novela negra: la crítica social, pero por lo demás, sin duda será una temática bastante interesante.

De hecho, autores como Wei Llang o Qiu Xiaolong no viven en el país en el que nacieron y por ello pueden situar alguna pequeña critica social en sus obras, por lo que los problemas de censura, en este caso, acrecientan la atracción por ellas, aumentando sus traducciones y difusión.

De hecho, Qiu Xiaolong reside desde hace más de 20 años en Estados Unidos y es profesor en la Universidad de Saint Louis, y Wei Llang vive en Londres. Sin embargo, Pekín y Shanghái son protagonistas en su obra literaria y, al reflejar las situaciones de su país de origen, son conocidos como autores orientales de novela negra.

Autores orientales que viven en su país.

Japón es un país más liberal en este sentido y, de hecho, la novela negra es uno de los géneros más leídos allí. Aún no hay suficientes obras traducidas al español, pero, sin duda algunos de los autores más representativos del género son Edogawa Ranpo, un pseudónimo basado en el nombre de Edgar Allan Poe, o Seicho Matsumoto, que obtuvo el premio Akutagawa, son dos ejemplos de los más prestigiosos escritores de novela negra y policial de Japón.

Ryünosuke Akutagawa es uno de los más recordados por su obra cumbre En el bosque, y por supuesto, no podemos olvidar a Seishi Yokomizo, quien es líder en las ventas de novela negra en Asia. Sus obras son consideradas el Icono de este género, pues durante años fue editor de revistas de ficción detectivesca, hasta que decidió dedicarse a estos temas de forma profesional.

Si bien su primera obra solo fue una novela policiaca, llamada Oni-bi, que fue parcialmente censurada, con su segunda novela Ninngyo Sashichi torimonocho tuvo un gran éxito. Fue publicada entre 1938 y1939, pero luego, a raíz de la guerra tuvo que cesar su escritura, al menos por un tiempo.

Posteriormente, creó al personaje que le daría fama, Kosuke Kindaichi, un detective privado tartamudo, desastroso en su vida personal y con la manía de rascarse la cabeza, pero con unas extraordinarias dotes deductivas.  Con él, Yokomizo ha realizado innumerables historias, todas muy exitosas, pero muy pocas de ellas han sido traducidas al español, entre ellas La isla de las puertas del infierno y el clan Inugami.

Características curiosas en la novela negra japonesa.

Curiosamente, los autores de las novelas negras en Japón son bastante poéticos, por lo que el resultado es una mezcla extraña entre lo cruel y lo delicado. Son capaces de describir un hermoso jardín, pero regado con sangre.  Sus características estilísticas son diferentes a otro tipo de novelas, y por ello, aunque mantienen la tendencia del crimen, o la crítica de la sociedad, tienen unas características particulares.

La primera de ellas es la sordidez. Los autores no suelen utilizar ambientes refinados, desfalcos bancarios o ciberterrorismo. Simplemente se apunta a las pasiones primarias, con una carga puesta de lleno en las desigualdades sociales, el sexo de pago y las diferencias sociales entre los hombres y mujeres, además de una gran pasión por los juegos de azar. Todo ello rodeado por ambientes verdaderamente morbosos y perturbadores.

La frialdad es otra de las características. La falta de afecto en las relaciones interpersonales de los protagonistas de la historia. Aquí no hay dramas, celos o venganza entre familias, sino que sus personajes actúan con una frialdad avasalladora que se ve reflejada tanto en la familia de los personajes como en su trabajo.

Además, en estas novelas también se ve reflejada la hipertecnología, de tal forma que los detectives utilizan aplicaciones, teléfonos móviles (incluso cuando estos todavía no eran de uso común en occidente), y a diversos tipos de controles y avances que son bastante interesantes.

Hemos reservado un espacio aquí para una característica interesante de la novela negra en Japón.  En la sociedad japonesa, considerada a menudo machista, con una gran presión por parte de las tradiciones, las escritoras son sumamente valoradas. Natsuo Kirino, Masako Tokawa, MIyuki Miyabe y Miysuyo Kakuta han puesto sobre la mesa la desigualdad en el trabajo, la violencia de género tanto en la sociedad como al interior de la familia, la desigualdad y los abusos sexuales.

De hecho, Masaco Togawa es una de las escritoras más afamadas no solo por ser una escritora de novela negra reconocida en Asia, sino que, también es cantante, actriz y un ícono del movimiento LGTB en su país.  Sus obras más reconocidas son Lady Killer y La llave maestra en la que hace una referencia interesante a los comportamientos humanos y sus consecuencias, contrastando un poco con la obra de Natsuo Kirino, quien escribe acerca de la defensa de las mujeres en Crónicas de una diosa.

Por supuesto, para tener más acceso a la novela negra asiática es necesario que más de ellas sean traducidas, un punto en el que las editoriales deberían pensar seriamente.

© Jaime Molina. Julio 2023. Todos los derechos reservados.

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