La capital portuguesa acogió la edición 2025 del Festival Europa Sur, una celebración multidisciplinar que reunió a músicos, escritores y artistas visuales de la península ibérica con el objetivo de reforzar los lazos culturales entre España y Portugal. El festival, que se celebró en varios espacios emblemáticos de Lisboa como el Centro Cultural de Belém, la Fundación Calouste Gulbenkian y el barrio de Alfama, ofreció una programación diversa centrada en el diálogo ibérico y la memoria compartida.
El evento arrancó con un homenaje conjunto a José Saramago y Juan Marsé, dos figuras clave de la literatura contemporánea. En una emotiva velada literaria, varios autores jóvenes leyeron fragmentos de sus obras y reflexionaron sobre el compromiso político, la ética narrativa y la relación entre memoria e identidad. La escritora española Marta Sanz y el poeta portugués José Luís Peixoto encabezaron el acto, al que asistieron representantes de las academias de la lengua de ambos países.
En el ámbito musical, destacaron los conciertos de fado flamenco, una innovadora fusión entre dos géneros tradicionales que compartieron escenario gracias a artistas como Carminho, Rosario La Tremendita y el guitarrista Raúl Refree. Estos encuentros sonoros atrajeron a un público joven que celebró la convivencia entre tradición y experimentación. El ciclo “Músicas del sur” también incluyó propuestas de raíz con toques electrónicos, como el dúo andaluz-portugués Alma Sur y la banda lisboeta Batida.
La literatura tuvo un papel destacado con el foro “Letras Ibéricas”, en el que participaron escritores, traductores y editores de ambos países. Entre los temas tratados figuraron la circulación de libros en el espacio lusófono e hispánico, la necesidad de reforzar las políticas públicas de traducción y el papel de las pequeñas editoriales en la difusión de voces emergentes. La mesa moderada por la periodista cultural Isabel Lucas generó gran interés por su enfoque crítico hacia la centralización editorial y los desafíos del mercado transnacional.
El festival no solo celebró la cultura, sino que también abordó temas políticos. El coloquio “Fronteras, migraciones y derechos” reunió a sociólogos, filósofos y activistas que debatieron sobre el futuro de la Europa del sur ante las crisis migratorias y climáticas. Se resaltó la importancia de la cultura como herramienta de cohesión social y como vehículo para imaginar modelos alternativos de ciudadanía y pertenencia.
En el plano visual, se presentó la exposición “Cartografías compartidas”, una muestra de arte contemporáneo que reúne obras de artistas de Galicia, Andalucía, el Alentejo y el norte de Portugal. Las piezas exploran nociones de territorio, frontera y mestizaje cultural a través de instalaciones, fotografía y videoarte. La muestra, comisariada por la gallega Alba Soutelo, se podrá visitar hasta finales de mayo en el Museu do Oriente.
El impacto del festival fue notable tanto en asistencia como en cobertura mediática. Con más de 15.000 visitantes durante sus cuatro días de duración, Europa Sur ha demostrado que el intercambio cultural entre España y Portugal no solo es necesario, sino que despierta un interés renovado en las nuevas generaciones. Críticos culturales de medios como Expresso, El País y Diário de Notícias coincidieron en destacar la frescura, solidez y vocación de futuro del evento.
El alcalde de Lisboa, Carlos Moedas, clausuró el festival con una declaración en la que abogó por una “alianza cultural estable” entre las dos orillas de la península, invitando a Madrid y otras ciudades a crear un circuito ibérico de festivales. Por su parte, la ministra de Cultura portuguesa, Dalila Rodrigues, anunció que ya se trabaja en una edición ampliada para 2026, que podría incluir una sede en Cáceres o Salamanca como extensión natural del eje cultural luso-hispano.
Europa Sur no solo ha puesto en valor la riqueza de los intercambios culturales, sino que ha evidenciado el deseo creciente de repensar lo ibérico desde una clave contemporánea, abierta, mestiza y plural.
Redacción.