En El gigante enterrado, el olvido constituye el verdadero leitmotiv de esta prodigiosa novela. Ishiguro ensaya con el género fantástico, ambientando la historia en la Inglaterra mítica del rey Arturo, con caballeros, vasallos, ogros y dragones. Sorprende la soltura con que el escritor pasa de un género a otro y como, sobre todo, lo hace rompiendo moldes, de una forma personalísima, como si se estuviese reinventando el género a cada página.
El gigante enterrado es una fábula que nos enseña que los seres humanos estamos hechos de recuerdos, pero también de olvido, un olvido que puede ser tan necesario como perturbador. Creo que el lector que se adentre en sus páginas lo recordará mucho después de haberlo leído, negándose a olvidarlo.
© Jaime Molina