LOS GRILLOS YA NO CANTAN EN VERANO de Rosa Gamero

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UN POEMARIO VALIENTE Y NECESARIO

Cuando Rosa me habló por primera vez de este libro me dijo de él que le había costado mucho escribirlo, que había sido muy duro, pero que tenía que hacerlo. No recuerdo si me habló de necesidad, de obligación moral o de responsabilidad, pero sí que ella sentía que tenía que escribirlo. Y es que esto ocurre. A veces no somos nosotros los que decidimos sobre lo que tenemos que escribir, a veces, es la historia la que nos elige a nosotros para ser contada. Y esto es, yo creo, lo que le ha ocurrido a Rosa Gamero con este libro.

Decía Luis Rosales que “la expresión artística guarda siempre una estrechísima relación con las formas de vida de una época. Se escribe lo que se vive, y en algunas ocasiones lo que quiere vivirse”. Luis Rosales nos habla del compromiso que tenemos que tener los escritores con nuestro tiempo, con la realidad en que vivimos, porque eso también es escribir la historia, pero escribirla desde las emociones, más allá de los datos y los números, escribir la historia desde la verdad de quien la sufre.

Estaréis preguntándoos de qué trata el libro, cuál es esa realidad tan importante que ha elegido a esta autora para hacer llegar su mensaje. Tranquilos que os lo voy a decir, ahora que ya he creado expectación, como debe hacer cualquier contador de historias que se precie.

Pues bien, los poemas que aquí se presentan nos van a hablar de tres temas muy importantes en la realidad actual: las guerras, el cambio climático y la violencia de género. Entendéis ahora el sufrimiento de la autora, ¿verdad? Hay que ser muy valiente para enfrentarse cara a cara con, posiblemente, tres de los problemas más importante de la humanidad. Y hay que ser valientes porque hablar de estas cosas puede ser fácil, hay mucha gente que lo hace, pero hacerle frente desde la verdad, mirando a los ojos a los que sufren, enfrentándonos directamente a lo que yo estoy haciendo y no haciendo al respecto, eso, es más difícil.

Bien, pues vamos a ver cómo lo hace Rosa Gamero.

PARTE 1. SOBRE LAS GUERRAS

Son muchas las ideas y escenarios que Rosa nos trae en esta parte. Una de ellas LA DESOLACIÓN, cómo la guerra arrasa con todo y no deja nada a su paso, ni edificios, ni calles, ni personas, ni memoria…

Lo expresa así en su poema dedicado a Palestina:

Ya nada queda,
solamente el terror
a paso de redoble,
la muerte y los verdugos,
el callado silencio y el ocaso.

También aparece la idea de que en la guerra siempre ES TARDE. Siempre se reacciona tarde, siempre se critica tarde. Incluso, aunque tengamos esperanza en que todo se resuelva, ya es tarde para los que han muerto y los que han sufrido las pérdidas de una guerra. De esto habla también en su poema sobre Ucrania, por ejemplo.

Otra idea que me ha llamado la atención es aquella de que los soldados deben PREPARARSE PARA EL COMBATE. Pero no recibiendo formación militar, sino que hace referencia a que deben preparase mentalmente para matar a otras personas, que eso no debe ser fácil, y habla de hacerle trampa a las conciencias. Eso me ha llevado a pensar como nosotros, al menos yo, también hago trampa a la conciencia para sufrir menos (p.e., yo no veo las noticias en televisión, sigo los conflictos por la prensa digital, así me ahorro las imágenes).

Cuando he intentado sacar conclusiones sobre esta parte, me he dado cuenta de que no se puede llegar a ninguna conclusión sobre las guerras, que las escondemos, las dejamos de ver para poder seguir viviendo con normalidad. Pero la normalidad es efímera, no estamos a salvo. Ahora somos unos afortunados. ¿Mañana? No hace tanto que éramos nosotros…

De todas formas, la autora nos insta a mantener la esperanza, a luchar por ella. Quizás sea tarde para muchos, pero se puede salvar la vida a otros tantos.

PARTE 2. EL CAMBIO CLIMÁTICO.

Algo muy necesario para el ser humano, para tomar conciencia, es pararnos a admirar la naturaleza, su fuerza, la vida que desprende. Se trata de un ejercicio de autoconocimiento importante y necesario, pues también nosotros somos naturaleza, formamos parte, y debemos entendernos ahí. Si no, estamos perdidos.

Aparece en el poemario también una idea que, por muy obvia que sea, parece que no nos entra en la cabeza: si no cuidamos el presente, hablaremos en pasado. Igual que ahora decimos “había dinosaurios”, podemos acabar diciendo “había árboles”, o podemos simplemente acabar. Punto.

Y solo hay algo peor que decir “había”, y es no decirlo, olvidarlo, no recordar si quiera los árboles:

No lo recuerdo
no sé si fue ayer,
o quizás un mal sueño sin memoria.

Parece que es imposible no venirse abajo, caer en la desesperanza. A nuestra autora también le pasa, y así nos vamos encontrando en sus poemas expresiones como

  • De nada sirve
  • El tiempo se retira
  • Me veo quemada
  • Camino sin sentido
  • Una ciudad sin vida
  • Eres un dios miserable.

Pero finalmente hay un grito de rabia, de responsabilidad, una interpelación directa al lector que solo tiene sentido si la autora cree en las personas.

PARTE 3. ESTO TAMBIÉN SON GUERRAS

Esta última parte la dedica Rosa Gamero a la violencia de género. Porque sí, existe una violencia de género, aunque algunos lo nieguen. No es violencia en el ámbito doméstico, es violencia de género porque se basa en la creencia de superioridad y pertenencia de un género sobre otro, es violencia de género por que la ejerce el hombre sobre la mujer porque cree que es suya, que le pertenece y la maltrata si no hace lo que él dice. No es tan difícil de entender, ¿verdad? Pues hay mucho necio ahí fuera…

Nos habla la autora del poder de la palabra en esta violencia, un poder inmenso, porque es una violencia que no deja marca física, pero sí emocional y esa también puede llevar a las peores consecuencias. “Eres tonta”, “no sirves para nada… Pero pensemos que ese poder tan enorme, el de las palabras, también lo podemos usar en sentido contrario, para enseñar, para educar, para concienciar, para gritar que no, que no soy tona, para rugir “BASTA YA”.

Nos habla también, porque está ahí, porque lo vemos, del miedo, de la tristeza, del dolor, de todas esas emociones que la mujer debe sufrir normalmente sola, sin ver una salida.

Pero también nos habla de resiliencia, de como un espejo roto puede dar como resultado miles de espejos:

Se rompió, se hizo añicos,
pero en cada fragmento roto
un reflejo de luz
un brillo especial
de un futuro sin miedos.

En este poemario, Rosa hace referencia a un elemento muy importante, uno de los que más dificulta la igualdad de género: EL PESO DE LA HISTORIA. Estos dolores son antiguos, esta carga es de siglos, y nos ha conformado como hombres y mujeres instalados en la desigualdad, en la superioridad y en la inferioridad, y nuestra lucha es como una lima contra un barrote, parece que no conseguimos nada, pero hay que seguir limando.

Al final de cada una de las partes de las que venimos hablando hay un apartado que la autora denomina “A modo de aforismos”. En él, encontramos frases que pueden ser conclusiones, interpelaciones, reflexiones o simples gritos de rabia. Aquí podemos encontrar una de estas frases que si nos puede servir de conclusión a esta parte:

En el vasto océano de la vida, la violencia de género es una tempestad que amenaza con hundir sueños, pero cada acto de coraje es un faro que guía hacia la calma y la esperanza.

Nada más puedo añadir.

APUNTES GENERALES

No penséis que de este libro lo único bueno es el tema que trata, o los temas. Recordemos que no es un ensayo, no es un artículo de opinión, es un libro de poemas. ¿Y eso que significa? Que no solo es importante lo que se cuenta, sino también cómo se cuenta. La poesía es una forma distinta de contar la realidad, busca trascenderla. Resumiendo, que vaya del alma del poeta al alma del lector, crear un hilo rojo que nos una a todos, en este caso, a la hora de ver, de entender, de sentir estos problemas comunes.

Y para eso, hace falta técnica, recursos, elementos que nos ayudan a conseguirlo. Y aquí, por supuesto están. Os pongo algunos ejemplos:

  • Tras los cristales hay una mariposa de silencios fríos”. Aquí nos crea una imagen alegórica que nos hace sentir la soledad, el vacío, en una metáfora, que como podréis comprobar en el poema que contiene este verso, identifica a la mujer con la mariposa. Pero, además, encontramos otro recurso literario, la sinestesia. El silencio tiene que ver con el sentido del oído; frío, con el del tacto. Sin embargo, todos entendemos lo que significa un silencio frío, y nos estremece.
  • Hay un silencio que grita, me agita un eco sordo”. Aquí nos encontramos con el Oxímoron o Paradoja, pues al poner juntos dos elementos que se contradicen la fuerza es mayor, se gana en contraste, como blanco sobre negro.
  • También es un libro lleno de metáforas, pues estas crean imágenes que explican las cosas mejor que las palabras, las trascienden. Una que me gusta mucho es cuando habla de “tejer historias con hebras de esperanzas”. Se podría decir de otra manera, pero no se podría decir mejor.
  • Otro elemento muy importante en la poesía, y que aquí se tiene muy en cuenta, son los ritmos. Sí, la poesía tiene ritmo, como las canciones, aunque no se escriba con una métrica concreta. Pero el ritmo le da la cadencia adecuada que, en este caso, produce profundidad, solemnidad, refuerza el mensaje:

“aflora una sonrisa a media luna
que es enigma en su falsa melodía”

Fijaos en los tres golpes de voz de cada verso, cada uno de ellos en la penúltima sílaba.

Podemos resumir todo lo dicho hasta ahora en dos ideas: una autora comprometida con su tiempo; un poemario trabajado técnicamente. Pero es que además debo destacar que se trata de un poemario que va ganando con cada lectura: en la primera escuchas el grito, te centras en el mensaje, pero cuanto más lo lees más te transporta, más te conecta, más te trasciende.

Como decía al principio, un libro necesario, un libro valiente.

Datos del libro:

Editorial:TERRA IGNOTA Año de edición:2024  ISBN:978-84-129223-9-4

 

© Juan Carlos Rodríguez Torres. 2024

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