Siempre es buena noticia la publicación de un libro, más cuando se trata de un joven y prometedor poeta. En “Vestigios del amor” el autor, David Vílchez (Granada, 2003), se pregunta por el ser humano, por el amor y el duelo, entre otras emociones, como el miedo, que llevamos “grabadas en los huesos”. El amor y su otra cara, el desamor –como un Jano Brifonte–, es uno de los grandes temas de la literatura y Vílchez ha sabido presentarlo bajo el prisma de la generación Z, pero preservando patrones y estructuras clásicas.
“Vestigios del amor” nos invita a reflexionar por qué caemos o tropezamos siempre con la misma piedra y nos recuerda la “metamorfosis” o “evolución” a que estamos sometidos hombres y mujeres en esta “vida transitoria”, lo que convierte el poemario en una guía para quienes atraviesan ese camino.
Cuenta con unas hermosas ilustraciones de Maika Lavera.
Le deseamos mucha suerte en este proyecto y los siguientes.
¿Cómo y por qué surgió “Vestigios del amor”? Cuéntanos su historia
Antes de exponer el por qué de cómo surgió esta obra, me gustaría decir que desde que era pequeño fue un sueño que tenía por cumplir. Desde siempre le había comentado a familiares y amigos que tenía el deseo de publicar un libro, ya que era, y sigo siendo, un apasionado de la lectura en todas sus dimensiones. Es cierto que me fascinan las novelas, pero también las antologías poéticas del Siglo de Oro español y del siglo XX como es el caso de Lorca, Cernuda o Miguel Hernández.
Vestigios del amor es una antología que surgió de un día para otro. Comencé allá por enero del 2022, cuando escribí oficialmente mi primer poema, ya que todos los anteriores eran garabatos sin sentido. El primero de ellos fue el que recibe el título de «Ay corazón, ay corazón hambriento». Tras enseñarse la composición a amigos, familiares y allegados me motivaron a seguir escribiendo. Y desde ese momento, decidí empezar mi aventura en el mundo de la rima, sonetos, y a lo que llamamos generalmente poesía.
Empecé a escribir como una forma de desahogo personal, cuando no era capaz de expresarle a alguien de forma oral lo que sentía. Pensé, ¿y si lo plasmara en un papel? Así fue. Me sentía como un libro sin argumento al que tenía que dárselo y encontrar la incógnita de por qué poemas tan tristes y tan desoladores. Finalmente, la encontré. No estaba en uno de mis mejores momentos, aunque yo personalmente creyera e intentara hacer ver que sí. Sin embargo, el papel decía todo lo contrario.
Poco a poco, cuando ya iba recogiendo en una libreta algunos poemas, me incitaron a enviarlos a una editorial para ver si había suerte. No estaba muy seguro de hacerlo, pero gracias a mi entorno lo hice. Lo envié a algunas editoriales que conocía y recibí opiniones muy buenas. Me decanté por Círculo Rojo, editorial que da muchas oportunidad a gente joven que acaban de comenzar en este mundo.
Como dicen, «me tiré a la piscina, sin saber si estaría llena o vacía». No obstante, nunca pensé en si obtendría beneficios o no de mi obra, sino en la felicidad que me aportaría ver mis escritos en papel, con un diseño que yo había elegido y en poder tenerlo fisicamente en mi biblioteca.
¿Por qué decidiste darle esa estructura, con preguntas y reflexiones que se abren al lector
La estructura que tiene la obra está pensada para conectar de forma directa con el lector. No quería que solo fuesen poemas que se leyeran de pasada, como suele pasar en algunas ocasiones. Mi intención era que el que tuviera la obra e sus manos pudiera sentirse identificado con algún que otro poema y hacer una reflexión interior y personal para su evolución como ser humano.
Hay preguntas que van directamente dirigidas a los lectores, como es el caso de las páginas que no contienen poemas. No obstante, en los mas profundo de las composiciones también podemos encontrar algunas preguntas camufladas para que el lector no se sienta atosigado con tanta cuestión hacia su persona.
Tanto las interrogaciones como las respuestas a ellas son las mismas que yo, personalmente, me hacía a lo largo de esos meses cuando no estaba en mi mejor momento. Y esas eran las respuestas que encontré finalmente.
¿Por qué un poemario ilustrado y por qué la artista Maika Lavera?
Actualmente, se suelen ir viendo cada vez más poemarios ilustrados. Sin embargo, hasta hace poco no era algo muy común. En mi caso, quería proporcionarle a la obra algo más de dinamismo y que no fueran solamente páginas con letras, letras y más letras. Además, creo que hay veces que lo visual puede ganar a los escrito y también proporcionar mucho más sentimiento.
Y aquí la respuesta a por qué escogí a esta artista. Maika Lavera es una artista que es capaz de darle a todas sus obras el máximo potencial en todos los ámbitos. He de decir, que aunque seamos familia, no la escogí por eso; sino porque sabía a ciencia cierta que era la que encajaba en el perfil, la que podría expresar, aunque fuera en un garabato, todo lo que quería decir el poema.
A su vez, como ella dice personalmente: «Te diría que me hizo mucha ilusión porque tenemos una conexión única que, de una manera u otra, se refleja en el libro». Creo que no hay oración que mejor defina la respuesta a esta cuestión.
Me gustaría contar una anécdota. Cuando comenzamos a pensar sobre que ilustraciones podríamos hacer para cada poema, ocurrió todo lo contrario. Me mandó una ilustración y realicé un poema para esa misma. titulado «Olas». Esta es de la conexión que hablaba.
Has elegido formas estróficas, ¿es por influencia clásica –presente también en las referencias mitológicas del poemario–?
Las formas estróficas elegidas son influenciadas por los autores del Renacimiento español, por lo que podríamos decir que sí tienen influencia clásica. Recordemos que las composiciones poéticas del siglo XVI-XVII estaban formadas tras la recuperación de todos los valores clásicos. Autores de los que me nutrí fueron algunos como Garcilaso De la Vega, que para mi opinión, es el mayor exponente de la literatura renacentista; San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús, entre otros.
No obstante, también autores del siglo XX, es decir, mas actuales. Dos de ellos son Federico García Lorca y Luis Cernuda, conocidos mundialmente. De éste último, me sirvió como referencia su obra La realidad y el deseo.
¿Dónde y cuándo se presenta “Vestigios del amor”? Para que los lectores puedan conocerte.
Estamos trabajando en ello actualmente, ya que he estado viviendo fuera de España a lo largo de este año. Fue todo muy rápido, a principios de septiembre el lanzamiento del libro y a las dos semanas irme.
Tengo pendiente por cerrar una conferencia en Almería, específicamente en la Universidad para poder explicar la obra y animar a los alumnos a que hagan lo que deseen, sin miedo ni al éxito ni al fracaso. Todo sirve como aprendizaje.
Igualmente, conforme vaya cerrando la presentación se publicará en mis redes sociales y, en el caso de que se hiciera con la editorial, lo publicarían ellos en las suyas.
¿Preparas ya nuevo proyecto? Háblanos de él.
Actualmente no estoy escribiendo mucho. Comencé una novela juvenil, con la que representar la sociedad actual de los jóvenes y la vida frenética que llevamos. Creo que siempre hay que intentar representar lo que nos rodea para que los lectores se sientan identificados.
Muy pronto seguiré con ella, y os mantendré informados para que podáis disfrutarla lo antes posible.
© Manuela Cuesta