El amor es la llave que abre todas las puertas; el amor es la vía para poder perdonar(me), es el vínculo que me acerca a otros seres, y es la vía de conexión a mí misma.
Si no me quiero yo, ¿cómo pretendo, dar o recibir amor?
Andamos buscando afuera, y esta búsqueda, se convierte en limosnear en los lugares equivocados, lo que lleva a resultados inciertos.
Y ahora, viene la pregunta clave, la que más veo en mis consultas, la más difícil de responder en palabras:
Y, ¿cómo me amo yo?
Cuidando de ti.
Escuchándote.
Atendiéndote.
Dándote mimitos.
Pero de verdad: estando para ti cuando lo necesitas, y también sin necesitarlo, sólo por placer.
Y entonces, lo que viene de afuera deja de ser una necesidad, y se convierte en un extra, y desde esta posición, sí puedes elegir.
Desde la necesidad, todo te va a resultar válido, porque hay un hueco que llenar, pero, realmente, esa llave sólo la tienes tú.
El amor es el camino y la solución a cualquier herida; ¿o acaso, el amor de tus mascotas no es el mejor ungüento a cualquier dolor?
¡Cuánto nos queda aún por aprender de ellos! Con esa capacidad infinita por sentir amor y transmitirlo; gracias por ser nuestros grandes maestros.
El amor es el idioma, la razón de ser, el aprendizaje de vida y, paradójicamente, esta capacidad, empieza, emana y acaba, en ti.
© María del Mar Garcia. Enero 2024