Texto: Belén Ruiz Jelenic
La artista utilizó la pintura como herramienta para materializar sus visiones astrales. Trazó figuras místicas que llegan de otras dimensiones. Pintó lo invisible. Su obra fue la primera colección de pinturas abstractas de la historia del arte.
Los mundos secretos serán revelados. Lo invisible será visible en un papel. Tú has sido elegida para mostrarlo. Me propongo escribir sobre Hilma Af Klint (1862-1944) de la misma manera que ella pintaba: guiada por los Altos Maestros. La artista sueca recibía instrucciones de guías espirituales de otras dimensiones mientras sujetaba el pincel. Me pregunto qué sucede cuando abandonamos el control y nos dejamos guiar. Ese momento exacto en el que soltamos el timón. Me sumerjo de a poco en las profundidades de un océano infinito. Y emprendo un viaje a años luz para sacar a flote un tesoro divino. Pero, esta vez, ella será mi guía.
Alza su paleta de óleos y traza el paisaje que la envuelve. Hilma está sentada con su atril en un suelo de rocas flotantes. Es una tarde de verano de 1896 en Adelsö, una isla en medio del lago Mälaren en Suecia. La artista se refleja en un espejo color cielo salpicado de verdes y púrpuras. Por fuera del lienzo, la vida. Sus pies tocan el agua mientras el sol acaricia sus párpados. Cierra los ojos y respira muy profundo. Escucha risas y se despierta. Gira la cabeza y las mira con sus encantadores vestidos y sombreros. Sonríe durante un instante que podría ser eterno. Uno de esos momentos en los que entendemos todo. Pequeñas revelaciones que nos marcan el camino. Descubre a cuatro mujeres fundamentales para su vida.
Se conocieron en la Real Academia de las Artes de Estocolmo y nunca más se separaron. Era uno de los pocos centros que admitían mujeres en esa época, y a pesar de pertenecer a la primera generación de artistas europeas con formación académica, solo los hombres podían acceder a los círculos oficiales del arte en el siglo XIX. En busca de nuevos espacios de pertenencia deciden abrirse al mundo del espiritismo, una práctica esotérica para comunicarse con otras dimensiones. Crearon el grupo llamado Las Cinco y durante 20 años se juntaron a realizar sesiones de las que salieron dibujos, pinturas e instrucciones concretas. Y, además, se unieron para diseñar y construir su propio taller cerca del lago.
Escribo para que su existencia vuelva en estas memorias. Me dejo llevar. Quiero descubrir las imágenes que hay en su corazón. Vuelvo a los veranos en Adelsö. Ese regreso en barco tan especial, después de un día de sol en la isla. Hilma se acerca a para despedir el atardecer a través de sus ojos. Ese día supo que la amaba. Con los años se convierte en su gran amor y su aliada artística. Mientras navegan sobre aguas profundas, abre el libro que tiene en sus manos y busca una frase para leer juntas. “Para conocer realmente el mundo, mira profundamente dentro de tu propia alma. Y para conocerte de verdad interésate por el mundo”. Es una frase de Rudolf Steiner, filósofo austríaco que sostenía que a través de los colores recibimos mensajes del universo.
Las Cinco están sentadas alrededor de una mesa…SEGUIR LEYENDO
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