Un edificio de diez plantas, cuatro viviendas por altura más dos locales comerciales, total 42 propietarios. Asisten la totalidad de los vecinos, algo extraño. El orden del día de la Junta General aborda el nombramiento de nueva presidencia, sigue el mismo administrador; que por ahora no nos ha robado aunque lo intenta; y la solicitud de una derrama para abordar los gastos especiales de pintura para la fachada exterior. Se han presentado cuatro presupuestos. El segundo punto también es de pintura, la interior, la correspondiente a la escalera y accesos a la terraza común.
Tras media hora de discusión, por mayoría se aprueba el cobro de la derrama, y se elige tanto el color de las paredes del edificio en su zona exterior como el del interior. Tan solo dos propietarios están en contra de los trabajos y el gasto previsto. No obstante como el resultado de la votación es de 40 votos a favor y 2 en contra, se toman los acuerdos, según regula la Ley de Propiedad Horizontal, solicitándose al Administrador y Presidente, dispongan las fechas de inicio con la empresa que se ocupará de los trabajos.
Han transcurrido dos años y las quejas comienzan a llegar al Presidente. Las paredes correspondientes a las alturas 4 y 8 han sido pintadas por los correspondientes vecinos de distinto color. Se pide una reunión extraordinaria para tratar el conflicto.
Junta General Extraordinaria. Extracto del contenido de las discusiones.
Debemos aplicar el rigor con los acuerdos adoptados. No se puede pintar la escalera del color que quiera cada vecino, se tomó el acuerdo por mayoría. Ya, pero a mí no me gusta ese color. Debe aceptar los acuerdos, la mayoría así lo decidió y debe acatarlos Pues no, como no estoy de acuerdo no lo acepto, y yo en mi casa hago lo que me da la gana. En su casa sí, pero vivimos en comunidad y unas veces se hacen cosas que no nos gustan, pero debemos acatarlas. Pues entonces hagamos otra votación. Primero pinte usted la escalera en el color que estaba. Pues no, pues sí. Lo que le decía, hago lo que quiero en mi casa. Tendremos que ir a los Juzgados para reclamar que reponga la pintura en la situación anterior. Eso lo veremos, ustedes no son quienes para decir lo que tengo que hacer en mi casa, y las paredes de la escalera forman parte de ella. Pues tomaremos las medidas oportunas con rigor y fuerza. Me da igual, no los reconozco, ustedes no pueden dirigir mi vida. Y ahora me marcho.
A la mañana siguiente las paredes de las plantas 4 y 8 correspondientes a los vecinos opositores, aparecieron pintadas con sangre. Ambos vecinos no respondieron a las insistentes llamadas realizadas por mi el Presidente de la Comunidad. Propongo avisar con urgencia a la policía.
© Anxo do Rego. Octubre 2023. Todos los derechos reservados.