HISTORIAS AMOROSAS JUNTO A LOS RÍOS EN LA MITOLOGÍA CLÁSICA.
LA FÁBULA DE ACIS, POLIFEMO Y GALATEA.
Los ríos han sido el escenario privilegiado en los que se van a desarrollan las historias y aventuras amorosas de dioses, ninfas y héroes de la Mitología Clásica, y escenarios en los que se sitúa el “Locus amoenus” de la tradición clásica y de la poesía bucólica y pastoril, donde el pastor en armonía con la Naturaleza canta sus amores y desamores en una naturaleza idealizada o idílica.
De entre todas estas historias he elegido una muy hermosa de una ninfa que se enamoró de un río, o mejor dicho, de una ninfa que se enamoró de un hermoso pastor, convertido en río, el río Acis, cerca del Etna en Sicilia…
La historia nos dice así:
Era la ninfa Galatea[2], de níveos brazos, una de las más hermosas y amadas de las 50 nereidas[3], hijas del viejo Nereo, dios del mar, y de la Oceánida Doris, quien montada sobre veneras tiradas por delfines e hipocampos jugaba con los erotes, las otras nereidas y la espuma del mar. El inventor de sus amores con Polifemo es, al parecer, Filoxeno de Citera, poeta griego del s. V. a. C., seguido por Duris de Samos, historiador griego del s. IV-s. III a. C., aunque algunos ecos de esta historia también los hallemos en el Catálogo de las Nereidas de Homero (s. VIII a.C) y Hesíodo (s. VII) en los Idilios VI y XI de Teócrito, (época helenística, s. III a. C) pero los amores de Galatea y Acis y la metamorfosis de éste en río la relata por primera vez Ovidio en el libro XIII de su Metamorfosis. El pequeño relato que os ofrezco está inspirado en el Idilio XI de Teócrito, en la Metamorfosis de Ovidio y en la Fábula de Polifemo y Galatea de Luis de Góngora.
Polifemo es hijo del dios marino Poseidón y de la ninfa Toosa, el conocido y afamado cíclope[4] de la Odisea, de un solo ojo en su frente, según dicen, castigado por los dioses por que quiso ver el futuro, y los dioses le cegaron y le dieron un solo ojo redondo en el medio de su frente, con el que poder atisbar, únicamente el día de su muerte. También sabía por una vieja profecía que sería cegado por Odiseo. Pero aún era joven Polifemo, y no se preocupaba de tales menesteres, el bozo aún no cubría su nacarada mejilla, y andaba enamorado de Galatea, a la que un día conoció mientras alegre la ninfa acompañaba a su madre a recoger jacintos en la pradera, junto al monte del Etna, pero Galatea, arisca, hostil y cruel no le mostraba ningún tipo de aprecio y huía de él como tímido cordero, aunque a veces coqueteaba con él. Allí vivía Polifemo en lo alto de un pico en forma de cuña, que no era otro que el volcán del Etna, en torno a cuyas laderas fluía el mar. Usando un pino como callado, tenía a su grey y a su ganado abandonado, allí se sienta todos los días cantando a su amada con un caramillo[5] que él mismo se había hecho de cien cañas y cuya música sentían todos los montes y las olas del mar.
El Cíclope en sus canciones le decía a Galatea: ¡Oh, dulce Galatea, ¿por qué huyes del que rendido te ama? ¿Acaso es por su único ojo, por su hirsuta ceja, que por extendida frente se extiende?!… ¡Oh, mi amor comprende! ¿Por mi ancha nariz desgraciada y roma? Tengo miles de ovejas, el queso más rico del mundo, la mejor leche, en el otoño todas las frutas y viandas, y en el invierno mi vellón de lana y mi deseo ardiente!, ¡oh mi tierno cabritillo, todo será tuyo, ven y disfruta de mi riqueza, deja que las olas se estrellen contra las rocas, tú y yo en la gruta, dulcemente, a solas¡,¡ Ven a pacer conmigo mi rebaño, a ordeñar las cabras todas, a hacer el queso, ¡Ven, que me estoy consumiendo¡¡
Ahhh….Pero Galatea, no lo siente, no es cruel ni escurridiza, la nereida de brazos blancos como la leche, por otro suspira¡, era Acis el pastor, hijo de Fauno, medio hombre, medio cabra, y de una náyade, ninfa, hija del dios-río Simeto, alegría de sus padres, y a éste requiebra y abraza. Era Acis una flecha de Cupido, pues todas las mujeres que lo veían se enamoraban, más este amor era correspondido pues a Galatea adora e idolatra, no se sabe si por fortuna o por desgracia. Pues este idilio a escondidas de Polifemo se realizaba y un buen día sin nadie quererlo, una fatídica causalidad los delata: el gigante tira piedras desde lo alto de la montaña para ahuyentar a unas cabras, que estropeaban sus vides y mordían sus manzanas.. Y una de ellas llega a la gruta donde Acis y Galatea se aman, al verse descubiertos, huyen mientras Polifemo lanza imprecaciones al cielo, llorando, lleno de ira y de rabia.
“¿Pero por qué, rechazando al Cíclope, amas a Acis y prefieres a Acis a mis abrazos? Yo, hijo del dios del mar, quien desprecia al rayo y al trueno de Júpiter, y que sólo a ti, nereida, rindo culto! ¡Sería menor injuria si no amaras a nadie, sin embargo, a él le permites agradarse contigo, y que, no querría yo, a ti te agrade, Galatea¡¡ Le arrancaré vivas las entrañas y esparciré sus miembros despedazados por los campos y por tus aguas (¡Que así se una a ti¡). Pues me abraso, y el fuego avivado hierve más violentamente y más parece llevar en mi pecho el Etna, que a él se ha trasladado con todas sus fuerzas¡ ¡Y tú Galatea, ni te conmueves¡[6]”
¡Os veo y esta será la última unión de vuestro amor¡
Su voz era atronadora y su grito tan descomunal que despertó al Etna que encolerizado comenzó a arrojar piedras y lavas.
Los amantes huyen, Galatea se sumerge en la mar cercana, y Acis huye gritando:
“¡Ayúdame Galatea, te lo suplico, ayudadme padres, y acoged en vuestro reino al que está a punto de perecer¡”
El Ciclope le persigue y le lanza la mayor punta de la excelsa roca que con violencia arrancó del monte sepultándolo cual urna o pirámide a en su totalidad. Galatea le llora e invoca a los númenes del mar para que Acis asumiera la fuerza de sus antepasados, las ninfas y los pastores le lloran, la Naturaleza toda se
lamelamentó. “De repente, la sangre que manaba debajo de la mole, adopta el color de un río turbio por la tormenta que empieza poco a poco a aclararse hasta convertirse en puro cristal, a continuación se abre el peñasco y por las hendiduras surgen vivas y largas cañas y la cóncava boca de la roca resuena con las olas que saltan, y cosa admirable, de repente hasta la cintura sobresale un joven ceñido de cañas entrelazadas a sus recientes cuernos, el cual, si no fuera porque era más grande, porque era azulado en todo su rostro, hubiéramos creído que era el mismo Acis. Pues sí, así y con todo, era Acis pero convertido ahora en un río de límpidas y claras aguas, el río Acis que ha conservado su nombre, hasta entonces, en la actualidad, junto al Etna y junto al mar.
Doris, la Oceánida, lo recibió como yerno y aclamado río y Galatea allí quedó recostada junto a la orilla verdeante del que un día fuera su amado, convertido ahora en espíritu inmortal, ”numen” del río y sus lágrimas se unieron a la corriente fluvial , más nada pudo hacerse ya, Galatea tras su muerte se unió definitivamente a él convertida en la blanca espuma del mar.
Sin embargo, otras fuentes, Propercio y Nono de Panópolis, dicen que, finalmente, Galatea sucumbió, aunque eventualmente, a los amores de Polifemo, engendrando de éste tres hijos, Celto, Gálata e Ilirio, que son los epónimos de los celtas, gálatas e ilirios, es decir, fundadores, antepasados de estos pueblos.
A lo largo de nuestra tradición cultural el mito de Polifemo, Acis y Galatea ha servido de fuente de inspiración a numerosas obras literarias, musicales y plásticas. Aquí cito algunas de ellas: En el Renacimiento y principalmente durante el Siglo de Oro español, momentos en los que se vuelve la mirada a la Antigüedad Clásica, como modelo a seguir en todos los ámbitos del arte y del pensamiento, surge un florecimiento de la literatura bucólica y pastoril, dentro de este género destacamos “La Fábula de Polifemo y Galatea” del afamado poeta y dramaturgo Luis de Góngora y Argote, que destaca por su representación del paisaje y por la sensual descripción de los amores de Acis y Galatea, “La Galatea”, de Cervantes, novela pastoral, ambas recrean y adaptan el mito valiéndose de las fuentes clásicas. Por supuesto, la música no se queda atrás, y el mito de los amantes tuvo una gran influencia en el género operístico, convirtiéndose en sinónimo de reinvenciones y nuevas composiciones, sobre todo en época barroca, destacamos aquí “La Cantata de Polifemo, Acis y Galatea”, (1708) de Händel, también conocida como “Serenata”, “Mascarada” y después compuso otra llamada “Pastoral heroica de Acis y Galatea en dos actos”[7] (1718) con libreto de Jonh Gay, que se basa en la Metamorfosis de Ovidio, en la cual se celebra la sensualidad de la Naturaleza, a través de un delicioso texto naive y una energética música para danza:” Oh, the pleasure of the plains! Happy nymphs and happy swains, harmless, merry, free and gay. Dance and sport the hours away![8]”. Dentro de este género de “música galante” del Barroco, destacamos la pastoral heroica de de Jean Baptiste Lully, “Acis et Galatee” “pequeñas óperas para el entretenimiento cortesano”. Podemos ver también su influencia en la zarzuela, género español que amalgama el folclore popular y los temas cultos, en este caso temas mitológicos como la obra de “Acis y Galatea en dos actos” de Antonio de Literes, autor español barroco de zarzuela. Pero ha sido sobre todo en la creación pictórica donde la utilización del mito ha sido más fecunda, desde el Renacimiento hasta el Simbolismo, en ellas la recreación del mito ha servido a diferentes finalidades, aquí me remito a algunas de ellas, “EL triunfo de Galatea” de Rafael Sanzio (Ilustración 1) , “EL triunfo de Galatea” de Carracci, (Ilustración 3) del Barroco italiano, ambos frescos decoran las paredes del Palacio-Villa Farnesio, en Roma, “Polifemo, Acis y Galatea” de Giulio Romano, en la Sala de Eros y Psique, del Palacio del Té de Mantua, (Ilustración 5) del Renacimiento italiano, “Paisaje con Polifemo” de Nicolás Poussin,(Ilustración 2) que expresa una dulce nostalgia bucólica, “Paisaje con Acis y Galatea”, de Claudio de Lorena, ambos del Clasicismo Barroco, considerados ya como puros paisajistas, creadores de un nuevo concepto de paisaje, que se basa en el ideal poético del paisaje, Alexander Charles Guillemot,(Ilustración 4) del Neoclasicismo francés, y dentro del Simbolismo francés “Polifemo y Galatea” de Gustav.
Algunos mitógrafos de la Antigüedad interpretaron el mito otorgándole un sentido etiológico, así dicen que el mito intenta describir este paisaje costero de Trinacria en Sicilia, donde el Cíclope Polifemo sería el volcán del Etna, de un solo ojo, su música, el rugido del viento, la belleza de Galatea la espuma chispeante del mar y su amante, el río Acis que tras su recorrido se une a ella en el espumoso mar. Describe la sensualidad y la calma de la Naturaleza, donde los principios femeninos y masculinos se unen[9].
BIBLIOGRAFÍA:
- Teócrito, “Idilios”. Idilio XI “El cíclope. http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1080013708/1080013708_16.pdf
- Ovidio, “La Metamorfosis”. Libro XIII. Alianza editorial.
- Luis de Góngora y Argote. Fábula de Polifemo y Galatea. https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/fabula-de-polifemo-y-galatea–0/html/fedcc184-82b1-11df-acc7-002185ce6064_2.html
- El argumento de “La fábula de Polifemo y Galatea”. https://www.uv.es/ivorra/Gongora/Polifemo/argumento.htm
- Miquel Calvo Santos . El triunfo de Galatea. https://historia-arte.com/obras/el-triunfo-de-galatea
- https://www.melomanodigital.com/la-metamorfosis-de-acis-y-galatea/
- “Mascarada de Acis y Galatea en dos actos”. https://www.discogs.com/es/release/6021112-Handel-Acis-And-Galatea-A-Masque-In-Two-Acts/image/SW1hZ2U6MTQwODQ3NzA=
- Acis y Galatea de Händel. Ópera. HWV 49. https://www.youtube.com/watch?v=I28TLmeQDDw
- . Acis and Galatea – Ouverture. Handel. https://www.youtube.com/watch?v=Nk5JwtBAt8M
- F. Händel: Serenata «Aci, Galatea e Polifemo» HWV 72 [Concerto Copenhagen – A. Bernardini] https://www.youtube.com/watch?v=KnD7jHqdtjE
- Jean Baptiste Lully- Acis et Galatee. https://www.youtube.com/watch?v=UGh036VQAC8
- Rodríguez López, Mª Isabel. “Iconografía de Polifemo: el cíclope enamorado”. De Arte, 12. Universidad Complutense de Madrid. https://www.researchgate.net/publication/279235006
[1] Los relatos de la mitología griega fueron ampliamente utilizados durante el Renacimiento, por el Cristianismo, con un sentido alegórico o finalidad moralizante. En este caso “El triunfo de Galatea” simboliza el triunfo apoteósico de la nereida, que prefiriendo el amor del espíritu al lascivo , logra rehuir de las pretensiones del cíclope Polifemo.
[2] El nombre de Galatea, Galateia, en griego, significa “blanca como la leche, o blanca como la espuma del mar”. La Nereida Galatea es la personificación de la blancura del mar, de la belleza del piélago, que asoma a las costas sicilianas, un mar en calma cuya superficie produce brillantes destellos bajo el sol que se tornan blanquecinos. No en vano, el mar mediterráneo fue designado por los turcos como el “mar blanco”.
[3] Eran las Nereidas, ninfas del mar, deidades femeninas menores de la Naturaleza. En el Catálogo de las Nereidas de la Teogonía, de Hesíodo, nos dice: “Adorables y divinas hijas nacieron en el ponto estéril de Nereo y Doris de hermosos cabellos hija del Océano, río perfecto”.
[4] Pertenece a la familia de los cíclopes, gigantes de fuerza hercúlea y de un solo ojo que habitan en Trinacria, la antigua Sicilia. Su protagonismo en el canto IX de la Odisea, donde se relata el encuentro con Ulises y sus compañeros , hace de Polifemo el más popular entre sus semejantes. Homero lo describe como el más salvaje de todos los Cíclopes, raza de indóciles y salvajes pastores, ajeno a la hospitalidad y devorador de hombres, un pastor brutal que no conoce el cultivo de la vid y que, según nos cuenta Homero, come carne cruda y posee instintos antropófagos, pero los textos de la tradición bucólica del Helenismo hicieron de Polifemo un pastor enamorado de una ninfa, protagonista de una aventura amorosa, en un marco idílico y bucólico, quien semejante a los sátiros y a los pastores usa bastón, toca la siringa y persigue a las ninfas.
[5] Siringa, en griego, xyrinx, instrumento de viento, hecho de cañas, similar a la flauta de pan.
[6] Texto extraído del libro XIII de la Metamorfosis de Ovidio.
- 860-871.
[7] La Mascarada de Acis y Galatea de Handel fue cosiderada como el pináculo de la ópera pastoral en Inglaterra. De hecho, varios escritores, como el musicólogo Stanley Sadie , la consideran la mejor ópera pastoral jamás compuesta. Como es típico del género, Acis y Galatea fue escrito como un entretenimiento cortesano sobre la simplicidad de la vida rural y contiene una cantidad significativa de ingenio y auto-parodia. También fue considerada como un oratorio. Ver obra en https://www.discogs.com/es/release/6021112-Handel-Acis-And-Galatea-A-Masque-In-Two-Acts/image/SW1hZ2U6MTQwODQ3NzA=
[8] Notas por Johanes Somary “Mascarada de Acis y Galatea en dos actos”. Ed. 1987 https://www.discogs.com/es/release/6021112-Handel-Acis-And-Galatea-A-Masque-In-Two-Acts/image/SW1hZ2U6MTQwODQ3NzA=
[9] Veáse “Iconografía de Polifemo: el Cíclope enamorado”. De Arte, 12. 2013. Universidad Complutense de Madrid.
Texto: © Antoñeta Bernardino. Diciembre 2022.Todos los derechos reservados.