La novela que anticipa el conflicto psicológico moderno y la lucha interna del ser.
Publicada en 1846, El doble es una de las primeras obras de Fiódor M. Dostoievski, y aunque a menudo se la considera una novela menos popular en comparación con títulos como Crimen y castigo o Los hermanos Karamázov , es fundamental para entender el germen de sus preocupaciones filosóficas y psicológicas. Esta novela corta explora el desmoronamiento mental de su protagonista, Yakov Petróvich Goliadkin, en su conflicto con un «doble» idéntico que parece arrebatarle su vida.
Trama y estructura
La historia sigue a Goliadkin, un funcionario del gobierno en San Petersburgo, cuya vida está marcada por la insignificancia, la timidez y la soledad. Su existencia mundana y sus aspiraciones por encajar en la sociedad burocrática de la época se ven trastornadas cuando un «doble» suyo, una réplica exacta de sí mismo pero con más encanto y confianza, aparece y comienza a sustituirlo. A medida que el «doble» avanza en la vida de Goliadkin, apropiándose de su espacio en el trabajo y en su círculo social, el protagonista se sume en una espiral de paranoia y desintegración.
La exploración del yo y la identidad
A través de esta duplicidad física y psicológica, Dostoievski lleva al lector al terreno de la identidad y la fragilidad de la percepción. El conflicto de Goliadkin no solo es una lucha contra su propio reflejo, sino contra lo que representa: el individuo que aspira a ser y que, en el fondo, siente que no puede alcanzar. Su doble es el arquetipo de sus deseos reprimidos y, a la vez, su verdugo, encarnando todo lo que él quiere ser, pero no puede, debido a sus propias inseguridades y su falta de poder en la estructura social.
Es en El doble donde Dostoievski comienza a perfilar ese “yo dividido” que será central en muchas de sus obras futuras, como Los demonios o El jugador . Aquí plantea de forma pionera cómo los mecanismos de autoafirmación y las contradicciones internas son un reflejo de una sociedad que empuja al individuo a fragmentarse y alienarse para encontrar su lugar.
Influencias y contexto
El doble también refleja el impacto del romanticismo y del realismo psicológico en Dostoievski. La narrativa presenta ecos de las obsesiones con la dualidad presentes en otros autores contemporáneos, como Edgar Allan Poe o ETA Hoffmann, y anticipa temas que explorará más tarde el movimiento existencialista, particularmente en relación con la alienación. La ambientación en una San Petersburgo oscura y opresiva refuerza la sensación de asfixia y el estado mental caótico de Goliadkin.
La novela fue recibida en su momento con reacciones mixtas, y se señaló que la complejidad psicológica de la historia dificultaba su lectura, al alejarse de la narrativa lineal que predominaba. Sin embargo, hoy en día El doble se valora como un trabajo precursor de la novela psicológica moderna y como una pieza de gran valor para quienes buscan una comprensión profunda de la naturaleza humana desde la perspectiva de la literatura rusa.
Estilo y técnica narrativa
Dostoievski emplea un estilo que oscila entre lo realista y lo grotesco, creando una atmósfera de claustrofobia y angustia. El monólogo interior y las escenas en las que la mente de Goliadkin parece desintegrarse son clave para comprender el trabajo estilístico de Dostoievski, quien juega con la percepción del lector al retratar a un protagonista poco confiable. Este provoca que el lector cuestione constantemente si los eventos suceden realmente o son parte de las alucinaciones y recursos de ansiedad del personaje.
El doble es, en definitiva, una obra fundamental para quienes deseen explorar la primera etapa de Dostoievski y sus temas más oscuros y existenciales. La novela nos invita a adentrarnos en la fragilidad de la identidad y el abismo de la mente humana, un tema que, desde su publicación, ha resonado con lectores de todo el mundo. Aunque no es una obra para los neófitos en Dostoievski, ofrece un desafío literario gratificante y profundo, que continúa inspirando interpretaciones en el campo de la psicología y la filosofía literaria.
Redacción
Autor:
Nació en Moscú en 1821, hijo de un médico militar. Estudió en un colegio privado de su ciudad natal y en la Escuela Militar de Ingenieros de San Petersburgo. En 1845, su primera novela, Pobre gente (ALBA CLÁSICA núm. CIX; ALBA CLÁSICA MINUS núm. 70), fue saludada con entusiasmo por el influyente crítico Bielinski, aunque no así sus siguientes narraciones. En 1849, su participación en un acto literario prohibido le valió una condena de ocho años de trabajos forzados en Siberia, la mitad de los cuales los cumplió sirviendo en el ejército en Semipalatinsk. De regreso a San Petersburgo en 1859, publicó la novela La aldea de Stépanchikovo y sus habitantes. Sus recuerdos de presidio, Memorias de la casa muerta (ALBA CLÁSICA MAIOR núm. X; ALBA CLÁSICA MINUS núm. 55), vieron la luz en forma de libro en 1862, un año después que su primera novela larga, Humillados y ofendidos (ALBA CLÁSICA MAIOR núm. LI; ALBA CLÁSICA MINUS núm. 85). Fundó con su hermano Mijaíl la revista Tiempo y, posteriormente, Época, cuyo fracaso le supuso grandes deudas. La muerte de su hermano y de su esposa el mismo año de 1864, en que publicó Memorias del subsuelo (ALBA CLÁSICA núm. CLXIV), la relación «infernal» con su amante, Apolinaria Suslova, la pasión por el juego, un nuevo matrimonio y la pérdida de una hija le llevaron a una vida nómada y trágica, perseguido por acreedores y sujeto a contratos editoriales desesperados. Sin embargo, desde la publicación en 1866 de Crimen y castigo, su prestigio y su influencia fueron centrales en la literatura rusa, y sus novelas posteriores no hicieron sino incrementarlos: El jugador (1867), El idiota (1868; ALBA CLÁSICA MAIOR núm. LXXIX), El eterno marido (1870), Los demonios (1872; ALBA CLÁSICA MAIOR núm. LXVIII), El adolescente (1875, ALBA CLÁSICA MAIOR núm. LXXXV) y, especialmente, Los hermanos Karamázov (1878-1880; ALBA CLÁSICA MAIOR núm. LVIII). Sus artículos periodísticos se hallan recogidos en su monumental Diario de un escritor (1873-1881; ALBA CLÁSICA MAIOR núm. XXXVII; ALBA CLÁSICA MINUS núm. 50). Dostoievski murió en San Petersburgo en 1881.
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