Demasiada felicidad, de Alice Munro

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El primer libro que leí de Alice Munro supuso para mí todo un descubrimiento; las lecturas posteriores no son sino la confirmación de lo que ya sabemos: que es una maestra del relato corto y una narradora con un talento innegable. Tanto es así que Muñoz Molina ha llegado a asegurar que los relatos de Alice Munro contienen novelas enteras. Eso puede ser cierto, pero sobre todo, sus relatos contienen pedazos de vida, y a menudo parten de hechos absolutamente triviales. Casi todos los cuentos de Munro contienen realidades ocultas, secretos y culpas a las que nos asomamos sin saber muy bien qué nos vamos a encontrar. El punto de vista que adopta la narradora suele ser la tercera persona, pero, por extraño que pueda parecernos, se trata de una tercera persona muy presente y muy cercana al personaje protagonista, casi siempre una mujer. Es como si Munro estuviese a la vez dentro y fuera de la historia, lo que provoca a veces la sensación de estar no sólo siendo testigo de la acción, sino compartiendo una parte de ella.

Diez cuentos son los que componen este libro y casi todos tan redondos y perfectos como ese número, diez. Y digo casi todos porque, de forma casi inevitable, en un libro de cuentos el lector suele mostrar más predilección por unos que por otros. No quiero decir con esto que haya relatos malos. Todos tienen un nivel altísimo. Pero después de leer el primero de ellos, titulado Dimensiones, pensé que muy bien tendría que estar el resto del libro para superar a este, incluso para igualarlo. Realmente los otros nueve cuentos no me han decepcionado y son excelentes, pero Dimensiones ha sido, sin lugar a dudas, el que más me ha gustado. A continuación hablaré brevemente de cada uno ellos:

Dimensiones: lo que convierte a Alice Munro en una escritora portentosa es esa manera con que es capaz de narrar con sutileza, e incluso con delicadeza, las situaciones más brutales y desgarradoras. La trama que se va desvelando en esta historia emociona, más que por el argumento en sí mismo, que realmente es perturbador, por ese estilo tan impactante. La historia comienza cuando la protagonista, Doree, hace un viaje en autobús para visitar a su marido, que está en la cárcel. Nos enteramos que las veces anteriores, su marido no ha querido recibirla, y Doree se plantea que, si esta vez él tampoco desea verla, no volverá a realizar ese trayecto en autobús. Pero la relación entre Doree y su marido esconde un secreto turbio.

Ficción: es una historia de amor rememorada por una mujer madura, Joyce, muchos años después de que sucediera. Se narra la relación entre Joyce y Jon, dos jóvenes prometedores que abandonan sus hogares y se casan en secreto contra del deseo de sus padres. Posteriormente, Jon se enamora de otra mujer y el matrimonio se rompe. Joyce vuelve a casarse y un día, muchos años después, vuelve a recordar a su ex marido Jon a través de un relato que llega a sus manos.

El filo de Wenlock: es esta historia la narradora nos cuenta la historia de Nina, una amiga y compañera de la Universidad, con una pasión amorosa un tanto peculiar que la conducen por un camino de relaciones bastante tortuosas

Pozos profundos: cuenta la historia de cómo el azar puede afectar en el momento más inesperado a cualquiera. Una familia sale de excursión a festejar un logro profesional del padre de familia cuando uno de sus hijos, Kent se cae a un pozo. Aunque el chico sobrevive al accidente, se queda lisiado y, desde ese momento, el joven Kent ya no volverá a ser el mismo y su familia tampoco.

Radicales libres: este cuento posee un ritmo y una tensión que lo convierten, para mi gusto, en uno de los más especiales del libro. Una mujer recién enviudada y enferma de cáncer se plantea qué hacer con una casa demasiado grande para una mujer sola y enferma, y con todo el mobiliario y objetos que pertenecieron a su marido. La acción da un giro cuando la viuda recibe una visita inesperada de un desconocido. Este relato es un prodigio de escritura y es otro de mis favoritos.

Cara: es otro relato impactante y uno de los pocos del libro que está protagonizado por un hombre, aunque todos los personajes femeninos juegan un papel imprescindible. Aquí se cuenta la amistad entre un niño y una niña. Él tiene unas manchas rojas de nacimiento que afean su rostro rojas y su madre, una mujer sobreprotectora, trata de ocultar su fealdad evitando los espejos o mudándose continuamente de casa. En un momento dado, se produce un pequeño incidente entre el niño y a niña y la historia da un vuelco hasta llegar a un final bastante sorprendente.

Algunas mujeres: este es uno de los cuentos, en mi opinión, con menos nivel. Aquí se nos narra, de forma un tanto anecdótica, la sutil disputa que mantienen varias mujeres alrededor de un hombre afectado por una leucemia que lo aboca a un fatal destino. La narradora relata sus recuerdos cuando trabajaba sirviendo en la casa del hombre, y como hace Alice Munro en muchos de sus cuentos, la narradora, a pesar de estar involucrada en la historia, nunca se muestra crítica o con deseos de juzgar a nadie,

Juego de niños: este es otro de esos relatos que te dejan con la boca abierta. Creo que si Cortázar hubiera conocido a esta escritora, la habría señalado como a una de las grandes, y este relato, estoy seguro, le habría gustado muchísimo. Cuenta la historia de dos amigas, Marlene y Charlene. La primera nos narra sus recuerdos de infancia, cuando fue de campamento con su amiga. Sin embargo, tras dejar aquel campamento, ambas amigas no vuelven a saber la una de la otra. Lo que pasó en aquel campamento lo vamos descubriendo muy veladamente. La tensión narrativa que mantiene la autora es magistral y el final, insuperable.

Madera: en este caso el protagonista es un hombre, Roy, un ebanista y restaurador de muebles a quien le gusta ir a cortar madera al bosque. Está casado con una mujer afectada por una profunda depresión. La relación que mantiene Roy con el bosque es lo que la narradora ofrece como mecanismo de contraste con la relación que Roy mantiene con su mujer.

Demasiada felicidad: a pesar de ser el relato que da título al libro, creo que es el más atípico y el que rompe más la armonía que existe entre las restantes nueve narraciones, tanto por su extensión como por su temática. El cuento narra, de forma biográfica, la historia real de la matemática rusa Sofia Kovalevski, que vivió entre 1850 y 1891. Ejemplo de mujer independiente y liberada, esta mujer recorrió toda Europa sin renunciar nunca a su independencia. Empeñada en convertirse en profesora universitaria, consiguió gracias a su talento y a su tesón que la contratasen como profesora en la Universidad de Estocolmo. Se trata de un cuento bastante reivindicativo de la que fue, hace siglo y medio, una de las primeras mujeres que pugnaron por la igualdad entre hombres y mujeres, y como ella consigue su propósito, lo que en aquella época debió de ser dificilísimo.

© Jaime Molina. Todos los derechos reservados. (Cicutadry)

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