Recomienda: Valentín Castro
Si alguna vez os habéis dejado cautivar por la magia de la Alhambra y sus historias, Guardianes de la Alhambra es una novela que no podéis perderos. Carolina Molina consigue llevarnos de la mano a la Granada de 1829, un tiempo en el que Washington Irving se instala en la fortaleza y se enamora perdidamente de su misterio. Pero este libro no se centra solo en él, sino en aquellos personajes anónimos, como el joven pintor Manuel Cid, que dedicaron su vida a proteger el legado de la Alhambra y compartir su esplendor con todos los viajeros románticos que llegaban fascinados por sus relatos.
Lo que más me atrapó de esta novela es cómo Molina logra mezclar con maestría la realidad histórica con la ficción, haciéndonos partícipes de las conversaciones entre Cid y personalidades como Mérimée, Gautier o Dumas. Es como estar en medio de esas tertulias, observando cómo la Alhambra se convierte en el epicentro de la creación literaria de la época. Además, la autora nos regala descripciones tan vívidas y detalladas que uno casi puede sentir la brisa fresca entre los muros y el aroma de sus jardines.
Recomiendo Guardianes de la Alhambra a todo aquel que quiera descubrir la Alhambra desde una perspectiva diferente, acompañando a los artistas que la inmortalizaron con su pluma y a los guardianes que la defendieron con su pasión. Es un relato cargado de historia y sensibilidad, que nos recuerda que la verdadera magia de la Alhambra no reside solo en sus piedras, sino en las personas que han sabido ver más allá de ellas.
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