XIX Premio Tusquets Editores de Novela 2023
Una mujer aguarda en el interior de un coche a que su exmarido recoja a la hija de ambos, que llora en el asiento de atrás. Mientras cae la lluvia y las figuras se desdibujan iluminadas por los intermitentes, ella está pendiente de su móvil y de una cita con un desconocido. Como un animal desorientado y furioso, se deja llevar por su deseo crudo, sin tapujos, en el que la maternidad, la familia, el trabajo ocupan un lugar secundario. Quiere huir de los espejismos de una falsa felicidad, pero se sitúa ante el abismo de una relación enfermiza, desquiciada, con un directivo de la empresa de su exmarido, un «hombre tumor». Nada que decir confirma a Silvia Hidalgo como nuestra Marguerite Duras: escenas turbadoras, emociones inconfesables y una escritura tersa y brillante, que deja zarpazos.
Nada que decir es el deslumbrante retrato psicológico de una mujer enfrentada a sus contradicciones y a la vorágine de la vida moderna, una historia veraz y lacerante sobre la vivencia del deseo y la pasión, sobre cómo se sobrepone a la crisis de los cuarenta, la ansiedad por el éxito social, el desencanto del hogar, la atracción por lo prohibido.
Autora: Silvia Hidalgo
Reseña:
Nada que decir, la obra premiada de Silvia Hidalgo, nos sumerge en la vida de una mujer en crisis. Enfrentando un divorcio, una maternidad conflictiva, y relaciones amorosas tortuosas, la protagonista lucha con deseos y contradicciones en el marco de la vida moderna.
Detalla la vida de una mujer al borde de los cuarenta años, lidiando con divorcio, maternidad, y desafíos profesionales. Su viaje emocional es el núcleo de la historia, marcado por relaciones complejas y un deseo ardiente de autenticidad y libertad.
Silvia Hidalgo utiliza una serie de símbolos y motivos que enriquecen la narrativa. Por ejemplo, la lluvia y el coche en la escena inicial no solo establecen el tono melancólico, sino que también simbolizan la sensación de estancamiento y confinamiento de la protagonista. La adopción de un perro podría interpretarse como un intento de la protagonista de encontrar algo puro y sin complicaciones en su vida, contrastando con sus relaciones humanas turbulentas.
Los personajes secundarios en la novela, como el exmarido, el «hombre tumor» y la hija, son esenciales para entender la complejidad de la protagonista. Cada uno representa diferentes aspectos de su vida y sus luchas internas. La interacción con su hija, en particular, ofrece una perspectiva cruda sobre la maternidad y las expectativas asociadas.
Silvia Hidalgo emplea un estilo narrativo agudo y envolvente, con un lenguaje claro y conciso. La elección de la tercera persona crea una distancia intrigante, permitiendo una observación detallada de los personajes y sus interacciones.
Sigue una estructura no lineal, alternando entre momentos del presente y recuerdos del pasado. Esta técnica permite a la autora explorar la profundidad de los conflictos internos de la protagonista y cómo sus experiencias pasadas influyen en sus decisiones actuales. Explora temas de identidad, crisis de mediana edad, y la búsqueda de la felicidad en un mundo moderno lleno de contradicciones. El personaje principal representa la lucha interna entre las expectativas sociales y los deseos personales.
La obra es un reflejo contundente de la realidad femenina contemporánea. Aunque la elección del título y la perspectiva narrativa pueden ser cuestionables, el enfoque profundo en la psique del personaje principal es excepcional.
El uso de la tercera persona puede verse como una decisión deliberada para crear una sensación de objetividad. A través de esta perspectiva, Hidalgo invita al lector a observar los acontecimientos con una cierta distancia, lo que puede intensificar la empatía hacia la protagonista.
Además de los temas de identidad y crisis de mediana edad, aborda sutilezas como la dinámica de poder en las relaciones, el papel de la mujer en la sociedad contemporánea y la búsqueda de un propósito genuino en la vida.
Nada que decir es una novela impactante y bien construida, destacando por su representación honesta de las complejidades emocionales y sociales de la vida moderna. No solo cuenta una historia, sino que también provoca una fuerte respuesta emocional en el lector. Hidalgo consigue esto mediante la creación de escenas intensamente personales y emocionales que resuenan con las experiencias y luchas universales.
© Redaccion. Enero 2024
Interesante, gracias!
https://laborconsulting.es/