Es fácil sentarse a contemplar un atardecer, y ver la belleza del momento.
Es muy sencillo, dar un paseo por la naturaleza, conectar con los árboles, el agua y las montañas, y sentirse bien.
Sin embargo, es difícil abrirse a lo incómodo, a quien me genera dificultades, o a las situaciones que siento me bloquean, o me generan incomodidad.
Para poder ver la belleza, más allá de lo que naturalmente me parece bello, hay un paso fundamental: trascender el personaje que me he creado de mí.
Esa identidad a la que me agarro como a un bote salvavidas y, que sin darme cuenta, me encierra. Porque si me creo plenamente ese personaje, no voy a poder ver más allá de los garrotes mentales de mis creencias.
Por eso, te animo a crear más belleza en el mundo: a poder conectar con los aprendizajes de las situaciones que te incomodan, a poder superarte a través de las mismas, a ponerte delante de las dificultades, y observar(te).
Aprende a conectar con el encanto de las piezas rotas de tu personaje, para así crear una nueva obra, en la que realmente seas tú; abierta, para si necesitas volver a renovarlo, porque ya no encaja más, no tengas la necesidad de aferrarte y, por el contrario, puedas volver a ser.
Cuanto más abres tu mente, más belleza podrás apreciar en el mundo.
© Mª del Mar García. Septiembre 2023.