CRIMINALÍSTICA # 5 – Ciencias forenses en Criminalística
— Dr. Sergio A. Fernández Moreno
Las ciencias forenses destacadas que forman parte de la Criminalística son:
Inspección ocular o criminalística de campo, fotografía y vídeo, dactiloscopia, documentoscopia, grafística y grafología, balística analítica, marcas de herramientas, marcas y huella, arte forense o retrato hablado de la víctima, antropología, toxicología, informática forense, genética, odontología, veterinaria forense, medicina forense y patología forense, entre otras.
Tras lo anterior podríamos compartir una definición amplia de la Criminalística en el marco actual en el que nos encontramos, transcurrido ya casi el primer cuarto del siglo XXI, y podríamos definirla como la disciplina que aplica los conocimientos métodos y técnicas de investigación de las ciencias naturales en el examen del material sensible y significativo, relacionado con un presunto hecho delictivo, con el fin de determinar su existencia, o bien reconstruirlo, para señalar y precisar la intervención de uno o varios sujetos, llegando así a la verdad histórica del hecho; esta descripción viene a cumplimentar la definición de César Augusto Osorio y Nieto (Ciudad de México D.F. 1939. ) que la definió como «La disciplina o conjunto de conocimientos que tiene por finalidad determinar, desde un punto de vista técnico pericial, sise cometió o no un delito, cómo se llevó a cabo y quien lo realizó»
De cada una de las ciencias forenses mencionadas que componen la Criminalística podríamos hablar largo y tendido, ya que las series de televisión han suscitado un interés público y nos han hecho aficionarnos a este mundo tan apasionante del que todos queremos saber más, como es el caso de producciones como CSI, Bones, Dexter, Balthazar, etc., que, con pequeñas dosis de ficción y bastante realidad, nos sumergen en cada una de estas ciencias, sobre las cuales sería interesantísimo hablar más.
Quiero destacar lo fundamental y para mi, en materia criminalística, hay dos aspectos básicos como parte esencial de la Criminalística; y así señalaría sin dudarlo, como la parte más apasionante, la «criminalística de campo» (La función primordial de este área, comprende el trabajo de investigación forense que se desarrolla en el área física correspondiente al lugar de los hechos o al lugar del hallazgo, con finalidad de identificar los elementos materiales utilizados.) es aquella que se encarga de estudiar describir y fijar, de manera minuciosa, el lugar donde ocurrió el crimen, los hallazgos, el levantamiento del cadáver y la recolección de todos aquellos objetos que se consideren indicios o evidencias de lo sucedido, porque todo ello es lo que ofrecerá la oportunidad al resto de ciencias forenses referidas de actual en el laboratorio a posteriori. Podríamos decir que una mala inspección ocular es el inicio del fracaso en una investigación, siendo esta y la cadena de custodia de los indicios y pruebas las que estructurarán el Informe Pericial (Estructura formal de presentación de resultados periciales, adecuada para su comprensión e interpretación por parte de lectores que no son especialistas en la materia peritada) y permitirán hacer valer su exactitud, objetividad y rigor.
Traer a este punto el informe pericial ya que su composición podrá o no ayudar a vencer las limitaciones del juicio oral, puesto que muchas de las partes intervinientes no son profesional en Criminalística y en ocasiones son auténticos desconocedores de la materia a la que hace referencia el perito en su informe pericial, a lo que hay que añadir el lógico interés de la defensa letrada del inculpado en intentar hacer la pericia mucho mas incomprensible de lo que pueda ser, con el objeto de generar la duda razonable en el Tribunal o en el Jurado, de forma que puedan entrar en juego los principios de la presunción de inocencia e indubio pro reo, y de esta forma, intentar conseguir la absolución o la condena más leve del acusado.
Dicho lo anterior, me centraré en el momento actual de las ciencias forenses y en particular de la relación de los avances de estas con nuestra ciudad, Granada, para reivindicar nuestra capital y por extensión Andalucía, como centro de las evoluciones nacionales e internaciones que está aconteciendo en la Criminalística como compendio de ciencias forenses.
El primer avance que relaciona la Criminalística y Granada tiene lugar a principios del siglo XX con la figura del Dr. Olóriz y sus estudios en Dactiloscopia, que son la base de la actual clasificación de las reseñas dactilares que existen a nivel nacional e internacional, estudios que se realizaron desde nuestra prestigiosa Facultad de Medicina y con unas herramientas muy básicas, que obran en poder del profesor Botella y que pretendían crear una clasificación simple de las reseñas dactilares, al punto de que e4l Dr. Olóriz en sus apuntes de los que él mismo denominó «papeles relativos a la conferencia dada en el Ateneo de Ciencias Antropológicas sobre la Fisonomía Humana en marzo de 1885, Madrid», llego a escribir:
Desde luego, yo solo me preocupé de buscar un método tan sencillo que fuera aplicable por cualquier agente por torpe que fuera, pudiendo aplicarse desde el primer intento casi sin aprendizaje.
Aun hoy día, la huella dactilar es la reina de los sistemas de identificación y todavía no ha sido desbancada y difícilmente lo será en un futuro cercano, ya que la base de datos existente a nivel delincuencial es muy amplia, fruto de lo cual se producen muchas identificaciones; sin embargo, tiene un grave defecto, no es una prueba que por sí misma nos indique nada sobre el autor o autores, porque es necesaria la comparación de una huella dubitada con otra huella indubitada para poder confirmar la participación o autoría de un sospechoso.
También, igualmente relacionado con la dactiloscopia y nuestra ciudad, en el año 1993, debemos destacar la figura del Guardia de Primera, el leridano José Crivellé Comenge, conocido cariñosamente por todos los amigos como «Crivi» quien mientras desarrollaba su trabajo como Técnico en Criminalística y Lofoscopia en el laboratorio de Criminalística de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Granada, demostrando gran sagacidad e interés por su profesión y colaborando claramente con la mejora en la investigación criminal, desarrolló la técnica para que los polvos de revelado dactiloscópico, reveladores, hasta esa fecha existentes solo en negro de humo, blanco, sangre de drago o gris magnético. Siendo este último (magnético gris) un gran revelador su escaso contraste lo hacía poco útil, por lo que se desarrolló la técnica para que pudiera estar disponible en más colores, permitiendo el revelado de huellas dactilares sobre superficies de escaso o nulo contraste, mejorando a su vez la consolidación fotográfica de las mismas. Este desarrollo, de alto interés para la dactiloscopia, fue publicado en el artículo «El magnético gris, algo más que un simple revelador mecánico» en la revista Guardia Civil (nº 591, julio de 1993):
[…] La suma MANIPULACION + OBJETO = HUELLAS, en muchísimos casos no da este resultado. Las causas de que no afloren las huellas o estas sean de pésima calidad para la identificación de su autor pueden ser múltiples y variadas, pero una de ellas, a mi entender y en base a la experiencia obtenida en los años ejerciendo la especialidad, es la forma en que se aplican los reactivos mecánicos normalmente utilizados y ese ha sido el motivo que me ha inducido a buscar nuevas técnicas o sistemas para la aplicación de los mismos, esperando que ello pueda ser de utilidad a todos los especialistas en dactiloscopia. El contenido de este artículo ha sido probado en múltiples casos reales con unos resultados que si bien no van a ser la solución definitiva, si creo puedan aumentar la eficacia de las técnicas actuales.
La utilidad del revelador mecánico denominado MAGNÉTICO CRIS ha sido siempre limitada a pesar de ser uno de los mejores reveladores de tipo mecánico existentes en la actualidad. La limitación al uso de este revelador está motivada en un principio por su color, ya que al reproducir las huellas latentes estas afloran con un color gris neutro careciendo de contraste, muchas veces suficiente para su estudio in situ sobre el soporte sobre el cual se hubiesen revelado.
La segunda limitación y la más importante para no utilizarlo eran las superficies metálicas, ya que teóricamente, al ser un revelador el cual se aplica mediante un sistema magnético, estas superficies se magnetizaban e impedían un revelado adecuado de las huellas.
Estas limitaciones hacían que en la mayoría de los casos los especialistas en técnica policial y dactiloscopia, en sus inspecciones oculares recurriesen casi siempre a los reveladores clásicos aplicados con pincel; y la tan famosa SANGRE DE DRAGO hubiese caído ya al límite del olvido por su imposible uso con este sistema, a pesar de ser también un revelador excelente y con una aplicación única en los de su clase, y es la de poder fijar la huella en el soporte en el cual se revela.
El presente artículo no solo pretende dar a conocer las múltiples propiedades del revelador magnético, sino que, además, posiblemente revitalice el uso de la SANGRE DE DRAGO no solo por su características cromáticas, ya que la conservación de las huellas somo prueba cada día es mas importantes; si a eso le pudiéramos añadir el soporte en un momento determinado, en el cual fueron reveladas, creo que sería una prueba fuera de toda duda.
El inicio de una mayor aplicación y uso del MAGNÉTICO GRIS se empezó en superficies metálicas susceptibles de no ser magnetizadas, como por ejemplo el aluminio, ofreciendo unos resultados excelentes ya que los pinceles por muy finos que sean siempre producen ralladuras o empastes que pueden dificultar el estudio de la huella. El problema que se presentaba era la falta de contraste suficiente de la huella sobre la superficie, teniendo que ser esta trasplantada sin conseguir una fotografía óptima de la huella en su lugar de origen.
[…] El segundo problema era el del contraste cromático del revelador respecto al del soporte, por lo que se experimentó con diversos tintes que aclarasen u oscureciesen el color original del revelador.
[…] simplemente se empezó por mezclar los reactivos tradicionales con el MAGNÉTICO GRIS, siendo este la base de todos ellos y consiguiendo así que el magnético no actúe como revelador sino que fuese un vehículo de arrastre de los demás reveladores[…] José Crivellé Comenge
Más adelante, y también en Granada, un granadino, nacido en Deifontes, mi estimado amigo el Coronel José Antonio García Sánchez-Molero, apodado «El Grison español» actual asesor del Laboratorio de Criminalística del Instituto Andaluz Interuniversitario de Criminología (IAIC) Sección de Granada, durante su etapa de Coronel Jefe del Laboratorio Central de Criminalística de la Guardia Civil en los pasados años 90, creó el proyecto FENIX junto con la Universidad de Granada y las figuras del profesor Enrique Villanueva Cañadas y el profesor José Antonio Lorente Acosta, desarrollando la base de datos genéticos, ADN, para la resolución de crímenes, proyecto que hoy aloja también a desaparecidos.
© Dr. Sergio A. Fernández Moreno. Julio 2023.