El vacío
Por María del Mar García
El vacío es un sentimiento que habita en el pecho, que a ratos se apaga, a momentos se enciende, y a veces se queda a habitarnos durante un tiempo, incluso durante toda la vida.
Cuando este sentimiento nos agarra el corazón, puede incluso asfixiarlo, y en esos momentos, da igual la cantidad de ceros que haya en tu cuenta corriente, o cuán rodeados estemos de personas; nada externo puede llenar esa sensación.
En una cultura que nos enseña que todo está fuera, y un mundo que nos sobreestimula, lo que hace mella en nuestras capacidades, nos cuesta plantearnos que es dentro, sólo ahí, donde se encuentra el gran tesoro, la vasija a llenar, y que sólo tú tienes la piedra filosofal, la capacidad para llenarla.
Nos empeñamos en tener miles de amigos, y aparentar una falsa realidad o felicidad en las redes sociales, mientras que, en nuestro interior, habitan ese vacío, con autoexigencia, culpa y castigo como compañeros de habitación.
¿Por qué esa dureza en nuestro interior, y en cambio esa flexibilidad afuera?
Nos es más fácil ser nuestros propios enemigos que amarnos incondicionalmente; y ahora puedes culpar a lo que te tocó vivir, y así no tener que tomar responsabilidad con ello.
Y no podemos amar al prójimo, si no nos amamos dentro, ya que no sería un amor real; el amor real es el que se forja incondicionalmente, en el que no se exige y, sobretodo, no se intenta cambiar al otro.
Y esta frase que acaba de salir de mi puño y teclado, sirve tanto para el amor propio, como para el amor hacia los demás.
¿Qué pasaría si toda esa energía que proyectamos hacia fuera, sirviera para llenar ese adentro?
Pues que conectaríamos con ese universo indescriptible, infinito, que todos llevamos en nuestro interior.
© María del Mar García. Mayo 2023.
