El artista y poeta Roberto Equisoain, patólico, patafísico y errorista, reinterpreta libros por el procedimiento de alterar su lenguaje, creando un juego en el que, al vaciarlos de sentido, desvelan su significado real. En Blablablabla bla Blabla Bla, una traducción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en inglés, presenta lo que él llamará «lenguaje blablablá»: manteniendo el número de sílabas de las palabras y los signos de puntuación del original, sustituye las palabras por blablablás, la misma estrategia que utilizará en BLABLABLA (el Génesis en castellano) y en BLA BLABLABLA (La metamorfosis de Kafka en alemán), ambos editados por Belleza Infinita. Un proceso similar al que realizará con Ssssshhhh Ssshhh-Sssssshhhhhhh (el Tractatus Logico-Philosophicus de Wittgenstein en el lenguaje del silencio) o El yo y el ello, donde el artista borra todas las palabras de la edición castellana del libro homónimo de Freud, a excepción de las que aparecen en el título: «el», «yo», «y», «ello». El resultado, dice, es «un cielo estrellado, el dibujo de páginas y páginas de constelaciones radicalmente narcisistas».
Fuente: Editorial Anagrama.