MARILUZ ESCRIBANO

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MARILUZ ESCRIBANO Y EL SESGO DE GÉNERO QUE DIFICULTA SU RECONOCIMIENTO EN LAS ESTRUCTURAS LITERARIAS

por Juan Carlos Rodríguez Torres


De sobra es conocida la invisibilización de la obra escrita por las mujeres en la historia de la literatura. Conocemos a los autores del Siglo de Oro, Lope, Garcilaso, Calderón, pero no a ellas, no a María Zayas, Luisa de Medrano o Ana Caro de Mallén. Conocemos a los autores románticos, Bécquer, Espronceda, Zorrilla, incluso a una mujer, Rosalía de Castro, pero nos olvidamos de la gran Carolina Coronado o Gertrudis Gómez de Avellaneda. Conocemos, por supuesto, a la gran Generación del 27, y como la historia invisibilizó la labor de las mujeres de esa época. Incluso en la gran antología realizada por Gerardo Diego, este obvia a las mujeres completamente en su primera edición, introduciendo a dos de ellas en la segunda, Ernestina y Josefina de la Torre, pero olvidando a otras como Mª Teresa León, Carmen Conde, Concha Méndez, etc. Incluso haciendo participar a los autores del 98, no considera a nuestra gran Emilia Pardo Bazán.

Mariluz Escribano fue una poeta y narradora granadina más reciente, falleció en 2019, pero que también ha sido invisibilizada al menos hasta el año 2013. Para mostrar este hecho me voy a centrar en dos elementos significativos: La repercusión en medios digitales de su obra hasta esa fecha y su participación en antologías poéticas granadinas antes de 2013.

¿QUÉ ENCONTRAMOS EN INTERNET SOBRE MARILUZ ESCRIBANO ANTES DE 2013?

Si realizamos una búsqueda en internet sobre la obra literaria de Mariluz Escribano encontramos solos dos referencias anteriores a 2013: la primera hace referencia a la REEDICIÓN DE “SONETOS DEL ALBA” (1991) por editorial Dauro en diciembre de 2005. Sobre esta publicación encontramos que el 1 de octubre de 2006, DIARIO IDEAL publica un artículo titulado “Sonetos del alba, de Mariluz Escribano”, sobre la presentación de esta reedición. El 7 de marzo de 2006 en CANAL UGR aparece un artículo titulado “Escribano reedita sus 22 sonetos de amor y desamor”, un artículo muy interesante, pero dentro de un canal de difusión limitado. En segundo lugar, con motivo de la publicación de “LOS CABALLOS CIEGOS” (2008) por Editorial Devenir, encontramos el 6 de noviembre de 2008 en DIARIO IDEAL un artículo titulado “Llamo a la memoria”, artículo anunciando la presentación de este libro de relatos de Mariluz Escribano. Ese mismo día, el DIARIO GRANADA HOY publica “El realismo lírico de Escribano traspasa los límites del tiempo”, una bonita reseña del libro realizada por Manuela de la Corte. Buceando mucho en el mar de internet, podemos encontrar algunas referencias de la época sobre este libro en blogs dedicados a la literatura (obviamente con un alcance de lectores muy específico). Así por ejemplo, dos de estos espacios virtuales se hacen eco de la presentación del libro en el Círculo de Bellas Artes de Madrid el 21 de octubre de 2008, en concreto “El blog de Carolina Molina” y el blog de Dolors Alberola llamado “El Callejón del Gato”.  También aparece una breve referencia al libro en la revista digital literaria “Papel Literario” en enero 2009.

Esto nos muestra que si bien hubo algo de eco sobre algunos de los libros publicados por Mariluz, este fue escaso y, en algunos casos, con una capacidad de difusión muy limitada.

¿DÓNDE SE ECHA DE MENOS A MARILUZ ESCRIBANO EN ESTA ÉPOCA?

Ya hemos visto dónde y cómo aparece la obra de Mariluz Escribano. Veamos ahora algunos ejemplos de espacios donde debería haber estado y no aparece, ejemplos, por tanto, de la invisibilidad de la obra de la autora granadina antes de la fecha que ya hemos señalado.

Y uno de los espacios donde más se la echa de menos es en las ANTOLOGÍAS DE POESIA del momento. Y hablo de antologías de poetas exclusivamente de Granada.

Voy a poner dos ejemplos de antologías de poesía granadina realizadas entre el año 2000 y 2008.

En el año 2008, una editorial venezolana decide lanzar una antología de poetas granadinos desde mitad del siglo XX en adelante. Así nace el libro “Poesía-Granada”, un libro con doce autores, 11 hombres y una sola mujer. Los medios hablan de los “autores más interesantes de los últimos 50 años”, pero Mariluz Escribano no se encuentra en esta antología. Tampoco otras mujeres poetas.

En el año 2000, La Diputación de Granada publica el libro “Literatura en Granada (1898-1998) Volumen II. Poesía”. Se trata de una antología de poesía granadina durante cien años, durante todo el siglo XX. En ella aparecen 44 autores, solo 3 mujeres. El diario El País incluso titula la noticia con esta frase: “Todas las voces de Granada”. En esta antología no aparece Mariluz Escribano. Decir que no está Mariluz no es una crítica a los que están, que sin ninguna duda lo merecen. Decir que no está Mariluz no es una crítica al director de la antología, que sin ninguna duda hace un trabajo excepcional. Decir que no está Mariluz responde al dicho “Son todos lo que están, pero no están todos lo que son”.

La pregunta es: ¿Por qué no está Mariluz en las antologías? ¿Por una cuestión de falta calidad? ¿Por un boicot hacia su persona? La respuesta es negativa en ambas ocasiones. La única respuesta plausible es que en estos años la obra lírica de Mariluz Escribano permanecía invisible. La siguiente pregunta que nos lanza la lógica es: ¿Y por qué la obra de Mariluz Escribano fue invisible hasta los años 2013-2014? Puede haber diferentes elementos influyentes en este hecho, pero, sin duda, uno de los más importantes es su condición de mujer. Siempre que digo algo así, hay gente que se exalta y me dice que en la actualidad, y desde hace ya tiempo, no se discrimina a la mujer en la literatura por ser mujer. Claro que no, solo faltaría. Pero no se trata de eso, hay que ir más allá. En España no se discrimina al negro por ser negro, pero hay racismo. No se discrimina al homosexual por ser homosexual, pero hay homofobia. No se discrimina a la mujer por ser mujer, pero el machismo es incuestionable. ¿De qué se trata entonces ese ir más allá? Del SESGO DE GÉNERO. Hay una serie de condicionantes que dificultan la labor de las mujeres en la literatura y que crean una perspectiva inconsciente, pero generalizada, de que la poesía es cosa principalmente de hombres. Estamos hablando, por ejemplo, de los referentes literarios aprendidos en el sistema educativo, muy mayoritariamente masculinos. Estamos hablando de los roles sociales y de capacidad que se asignan a la mujer y que, desgraciadamente, aun se imponen, de una u otra manera, en la sociedad actual. Estamos hablando, en definitiva, de unas concepciones culturales y de expectativas que nos afectan a todos, de manera más o menos consciente, y que asocian la poesía a lo masculino, salvo excepciones. Y algunos podrían pensar: “Pero lo que dices no tiene sentido en este caso, porque en las antologías mencionadas hay mujeres…” Claro, ahí es donde vienen las excepciones… En un ámbito tan masculinizado, la mujer escritora tiene que demostrar mucho más, tiene que destacar con premios y reconocimientos institucionales para que se la tenga en cuenta. Por eso, a partir de que Mariluz Escribano gana el Premio Andalucía de la Crítica en 2013, se la empieza a tener en cuenta, se la comienza a valorar, y a partir de ahí, de ser “alguien” en el mundo literario, no hay antología que se precie que no la incluya, no hay institución que no la tenga en cuenta, su obra, por fin, es valorada, incluso su obra anterior a esta etapa, que ahora se vuelve visible. Pero antes no, antes las mujeres que aparecen eran esas excepciones que ya habían logrado cosas (Elena Martín Vivaldi, Ángeles Mora…), excepciones que había de ser “excepcionales”. Los hombres no necesitaban demostrar tanto, bastaba su obra y, quizás, estar en el lugar adecuado.

En definitiva, si bien el punto de partida y las condiciones son las mismas para hombres y mujeres que escriben, en el camino de ellas aparecen diversos obstáculos que dificultan el logro de resultados, obstáculos referentes a su condición de mujer y que forman los sesgos de género. Estos sesgos influyen notablemente en el hecho de que la obra de Mariluz Escribano haya permanecido invisible durante más de 50 años.

© Juan Carlos Rodríguez Torres. Marzo 2023. Todos los derechos reservados.

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Diplomado en Trabajo Social y Educación Social. Actualmente trabaja como Animador Sociocultural en la Casa de la Cultura de Albolote. Ha publicado tres novelas: La vida imperfecta (Novelnobel 2015, Ediciones PG 2018), Justicia invisible (Novelnobel 2016) y La maldición de Judas (Ediciones PG 2018). Publicó también dos poemarios, Tiempo de Serpientes, en 2017, con la editorial Entorno Gráfico y el Ayuntamiento de Albolote; y El diccionario del alma, en 2021, con Editorial Nazarí. Fue cofundador y subdirector de Ediciones PG, director de la revista Zubyah y redactor en la revista Solonovelanegra.

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