En la localidad de Kutná Hora, la capilla de Sedlec alberga una decoración única: candelabros, escudos y adornos hechos con huesos de más de 40.000 personas. Construida en el siglo XIV y redecorada en el XIX, la iglesia recuerda la fugacidad de la vida y la omnipresencia de la muerte de forma sobrecogedora.
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