Cartagena Negra 2024 – Jueves 5 de setiembre

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FÉLIX GARCÍA HERNÁN Y «DELFINES DE PLATA»

Jornada dedicada a Félix García Hernán y sus «Delfines de plata». A primera hora Pilar Rubio, directora de la biblioteca del Centro Cultural Ramón Alonso Luzzy, presidió el Club de lectura «Delfines de plata». Un simpático Félix explicó que ha pasado casi toda su vida trabajando en hoteles, recorriendo todos los niveles de su profesión. Llegó a dirigir hoteles de Madrid como el Only You, o el Villa Real. Ha sido miembro del consejo de administración de la prestigiosa asociación Small Luxury Hotels of the World. Su actividad profesional le ha permitido conocer a muchos personajes, como Graham Greene, al que ha reconocido le llevó el equipaje y viajar (todo un ejercicio de aprendizaje). Muchas de las personalidades que ha ido conociendo en una vida tan intensa han sido objeto de sus novelas. Así uno de los personajes en «Delfines de plata» forma parte de la realidad del autor.

«Delfines de Plata» se adentra en un universo que el autor conoce a la perfección, como es el de los hoteles de lujo, para desarrollar una historia de inmigración y terrorismo, que no dejará indiferente al lector.

En el intermedio entre el club de lectura y la proyección de la película «Delfines de plata», disfrutamos de otro de los cortometrajes finalistas de esta edición.

Seguidamente, Antonio Parra nos presentó al director y guionista, Javier Elorrieta, con el que posteriormente mantendrían una charla, que por cierto, fue muy interesante y se nos hizo demasiado breve.

Un hotel de cinco estrellas, estratégicamente ubicado, es el objetivo escogido por un grupo yihadista africano como escenario para cometer su primer acto terrorista en el mundo occidental. Empleados y clientes del hotel, policías, políticos y artistas se verán forzados a patricipar en una serie de dramáticos sucesos que pondrán en riesgo la estabilidad del país. No tengo palabras para describir la película. Te mantiene en tensión, causa desazón, nervios, impotencia, rabia,… es trepidante. Una historia que te engancha.

Una vez finalizada la proyección disfrutamos de todo lo que se oculta tras horas de rodaje. Curiosidades como que para un día de trabajo se grababan dos minutos. El montaje, desmontaje, guion, decorado, y todo lo que puede ocurrir cuando debes cerrar o acotar parcialmente un hotel gigante para rodar deja muchas anécdotas. Cinco años para un trabajo de ciento quince minutos. Y seguro que Javier Elorrieta se dejó más de la mitad de sus historias por contar. Me fascinó el buen rollo entre Félix y Javier. El director reconoció haber tenido cierta preocupación cuando iba a asistir a los rodajes el autor de la novela, por aquello de que a veces los escritores quieren mangonear en el trabajo del director. Pero no fue así, han tenido una compenetración perfecta y si había que discutir algún tema, se ha hecho sin problema. También reconoció, que es algo normal, no poder llevar a pies juntillas la novela al cine. La literatura y el cine son dos lenguajes diferentes que no se entienden el uno sin el otro. Cada uno tiene sus peculiaridades. No es lo mismo describir una agresión que rodarla.

Entre las muchas anécdotas contó que tuvieron que rodar una agresión en escena de exteriores y lo hicieron fuera del plazo y horario solicitado. Todo por no perder tres días. Pasó lo que pocas veces: apareció una patrulla de la policía.

Fascinante todo lo relativo al cine. La cantidad de maquinaria y personal que mueve un rodaje. Que se lo digan al que llevaba los tráilers con todo el aparataje necesario. Aparcarlos en Madrid, cerca del hotel escenario del rodaje, tuvo que ser una aventura.

Félix explicó el motivo del título de su obra y película. Y si desean saberlo pueden pasarse por AQUÍ

Cartagena Negra ofrece oportunidades únicas, como esta, como todos los días, de conocer personas y personalidades tan importantes en el mundo del cine y la novela. Aquí venimos a disfrutar, escuchar, aprender y conocer. Antonio Parra ha dirigido el encuentro de forma magistral. Es un placer poder asistir a estas jornada. Gracias.

 

© Texto e imágenes Kika Sureda (Lesa Literatura)

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