Pepe se acerca hasta el baño donde se encuentra Maria Jesús, su esposa. Golpea con los nudillos la puerta y pide entrar. Recibe una respuesta sarcástica y decide elevar el tono de voz señalando: Me voy a tomar un café con Paco ¿Necesitas algo? Espera unos segundos y al no escuchar respuesta, opta por avanzar por el pasillo hasta la puerta de salida.
Unos minutos después entra en Casa Antonio. Saluda y se acerca a la mesa donde espera Paco.
—¡Buenos días!
—No lo creo, aunque como saludo no está mal —responde Paco.
—¿Habemus problemas?
—Malestar por la imbecilidad de la gente, por el cinismo.
—¿Te refieres a..?
—Me refiero a una multinacional de bebidas refrescantes. Pese a que no la he probado en mi vida; no me gustaron nunca esas bebidas refrescantes que llevan el equivalente a ocho o más terrones de azúcar y me invitan a padecer diabetes; resulta vergonzoso leer que además está considerada como la empresa que más basura plástica genera en el mundo.
—¿Es tu razón para estar enfadado? Pues sigue sin beberla.
—Eso hago. Pero no, me molesta que con el título concedido se dedique a patrocinar eventos, mal está, pero si lo es para preparar una Cumbre del Clina en Egipto, es para…eso y no echar gota. ¡Que sinvergüenzas!
—Cálmate. Toma otro café, hoy invito yo. Pasa de estas cuestiones o te quemarás la sangre. Hemos llegado a un punto en esta sociedad, donde la escala de valores se ha perdido. Imagínate el titular que he leído cuando venía en un kiosco de prensa: «Nacho Vidal tiene disfunción eréctil y una difícil vida sexual» ¿Sabes quien este personaje para ponerlo como noticia? ¿Es acaso un nuevo premio Nobel? ¿Estamos en época de premios?
—Que va Pepe, según he oído, aunque no lo puedo asegurar, es un actor porno.
—Pues tendrá que buscarse otro trabajo, lo tiene crudo para ese menester.
—Y que lo digas.
—¿Te apetece pasear un rato? Así podré contarte ciertas cuitas.
—Claro. ¡Vamos!
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