¿Justicia, tendencia político-social, temor a la critica, geoestrategia o tradición museística?. El debate continua
El Museo Enciclopédico heredero del “Gabinete de Curiosidades” se crearon en el siglo XIX con una evidente intención política y propagandística: Enfatizar el poderío y prestigio colonial de la nación
El asunto de las reclamaciones museísticas no es nuevo. Hace décadas que países, antes llamados del Tercer Mundo y países en desarrollo y hoy llamados políticamente correcto, “Sur Global”, están en esta batalla contra los museos llamados enciclopédicos europeos y norteamericanos.
Los museos enciclopédicos son instituciones grandes, en su mayoría nacionales, que ofrecen a los visitantes abundante información sobre una variedad de temas que cuentan historias tanto locales como globales. El objetivo de los museos enciclopédicos es proporcionar ejemplos de cada clasificación disponible para un campo de conocimiento.
Este tipo de museos, herederos del modelo “Gabinete de Curiosidades” se crearon en el siglo XIX inicialmente en Francia (Louvre) e Inglaterra (British Museum) con una evidente intención política y propagandística: Enfatizar su poderío y prestigio colonial. Obviamente también había un motivo científico de acuerdo con el estudio de la ciencia de entonces. Posteriormente el resto de países que entraron en esa “carrera” colonial como Alemania, Holanda o Bélgica, repitieron este modelo museístico.
Es de justicia reconocer que este tipo de museologia es fruto de su tiempo y hay que contextualizar los motivos de su creación.
Aprovecho la ocasión para aclarar que en España, NO EXISTEN museos enciclopédicos de titularidad estatal, más allá de colecciones totalmente privadas y con contenidos cuya autenticidad estaría en muchas (demasiadas) ocasiones puesta en duda.
Desde 2022 se han sucedido un flujo constante de noticias sobre objetos devueltos e incautados, iniciativas lanzadas, juicios en curso y resueltos y acuerdos alcanzados entre países del Sur Global y Europa.
Podemos explicar este cambio por parte de los museos nacionales y sus países por dos importantes motivos: Los países del Sur Global, son actualmente potenciales productores de materias primas de primer orden y por tanto hay que llevarse bien con ellos y en segundo lugar por una tendencia ideológica progresista radical, el movimiento Woke, iniciado en Estados Unidos, pero que ha calado e impregnado igualmente en la Opinión Pública europea.
El Wokismo, fundamentalmente y según una publicación libre de toda sospecha como es el Viejo Topo, propone “cancelar el pasado, la tradición, los vínculos sociales… Todo con un sentido aparentemente reivindicativo (por ejemplo, derribar una estatua porque al personaje histórico se le atribuyen actitudes racistas, o reescribir una novela para así contener elementos sexistas que puedan ser hirientes para la sensibilidad del lector). Más allá de la reivindicación nominal, su intención es disociar al hombre de toda cultura moral orgánica y natural. Sacarlo de su ser histórico. Un barbarismo ilustrado, si cabe la contradicción, pues su cuerpo militar se encuentra en las universidades de Oxford, Harvard y Berkley. La ideología Woke, con el pretexto de emancipar a la liga global de «oprimidos», convierte a todos los partidos de la izquierda genérica, en franquicias del Partido Demócrata norteamericano y del poder blando anglosajón”.
Obviamente esta tendencia ha hecho que la mayoría de gobiernos europeos ante el temor de las criticas por su electorado han iniciado una serie de medidas políticas en cuanto a la cuestión de las restituciones y reconocimiento de su cuestionable pasado colonial, pero parece que a pesar de las buenas intenciones “cara a la galería”, han llegado a un punto de inflexión.
Hay que aclarar que por “restituciones”, también se incluyen las reclamaciones por el saqueo nazi durante la segunda guerra mundial, por tanto las medidas legislativas sobre restitución se han convertido en un cajón de sastre, mezclando el expolio nazi con el saqueo colonial, no exento de controversias, sobretodo por parte de los expertos y académicos, llegando a situaciones grotescas por parte de los políticos al no distinguir conceptos como colonialismo, etnografía, antropología, en las que nuestro nuevo ministro de Cultura, Ernest Urtasun se está convirtiendo en un “experto”, ya sea por contentar a su cuota de electorado o simplemente imitar al resto por no tener un criterio propio, inventando un “relato” que raya con el esperpento, ya que para algo es español.
Como ya se publicó en Pecados del Arte en 2023, Francia se ha convertido en el referente del nuevo modelo ético museístico, a partir de que en 2017 el presidente francés Emmanuel Macron, cuando dijo en Burkina Faso que quería “que se cumplieran las condiciones para la restitución temporal o definitiva de la herencia africana a África, como el comienzo de una nueva era en la restitución”. En 2018 Macrón encargó a Bénédicte Savoy, directora de historia del arte moderno de la Universidad Técnica de Berlín y al académico senegalés Felwine Sarr, un informe titulado “La restitución del patrimonio cultural africano. Hacia una nuevas relaciones éticas” en el que se indicaba que entre el 90 y el 95 % del patrimonio artístico del continente se encuentra fuera de África e instaba a la repatriación en una nueva era de autoflagelación para los países europeos.
A Francia le han seguido otros países como Alemania, Países Bajos, Bélgica y recientemente Austria y Suiza han creado directrices y comités nacionales para evaluar las reclamaciones de restitución y devolver artefactos adquiridos durante los respectivos períodos coloniales. En el caso de Suiza (sin pasado colonial conocido), si le preocupan especialmente el origen dudoso de las donaciones y adquisiciones de sus colecciones.
No obstante como decía antes perece ser que se ha llegado a un punto muerto. Una cosa es la teoría y otra es la práctica. O si se prefiere, hacer el paripé frente a la Opinión Publica y dejar el asunto, en manos de la temida burocracia cultural y la no menos aterradora administración museística. SEGUIR LEYENDO
© Pecados del Arte. Marzo 2024