Aunque el problema de la distribución no autorizada de obras literarias en Internet no genera tanta atención mediática como ocurre en la industria audiovisual, las afectaciones a los derechos de los autores son igualmente significativas. Ante esta realidad, surge la pregunta: ¿qué medidas pueden tomar los autores para proteger sus obras de una difusión ilegal?
El reparto de la tarta en la industria del libro
Cuatro son los principales actores en la industria del libro:
- El autor de la obra es propietario de unos derechos morales y legales inamovibles, como son el reconocimiento de la autoría y la propiedad intelectual. Por ellos cobra, como porcentaje orientativo, entre un 10% y un 12% de cada ejemplar vendido.
- La editorial, que es la que paga por la cesión de los derechos del autor para explotar la obra. Asume también la producción del libro y la obligación de liquidar anualmente con los autores el pago de regalías. Por todo ello percibe alrededor del 30% de las ganancias.
- La distribuidora, que es la que se encarga del proceso de comercialización y de la entrega y retirada de libros en los puntos de venta. A ésta le corresponde el mayor trozo de la tarta, con un 50% de las ganancias.
- Las librerías, al mismo nivel que el autor, reciben un beneficio de entre el 10% y el 12%.
Descrita la estructura del negocio del libro, se entiende que autores y editoriales son los grandes interesados en protegerse frente a la libre circulación en Internet y el plagio. No obstante, aunque la batalla la suelen librar de forma conjunta, los intereses y las armas son distintas.
Cómo proteger tu obra escrita como autor
Sobre estos recae la responsabilidad de dar el primer paso para que se reconozca legalmente la autoría de una obra y los derechos asociados, tanto en el entorno físico… seguir leyendo
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