Habitamos un campo de experimentación, y muchas veces sufrimiento. Cuando esto sucede, es porque el enfoque no es el adecuado; venimos a ser felices, a aprender, a ser uno con la vida
Cuando no estamos desde este enfoque, sino desde el sufrimiento y la dificultad, quiere decir que estoy desde mi personaje, desde el ego.
Todo lo que la vida me muestra, son oportunidades. Oportunidades para conocerme mejor, saber de dónde vengo, conocer mi sistema, mis raíces, y comprobar que todo, absolutamente todo lo que me sucede, es un reflejo de lo que está pasando en mi interior.
Desde la gratitud, aprendo a verlo como una oportunidad de seguir creciendo, y ser más impecable en mi alma.
Mi labor diaria sería, desidentificarme del personaje que me he creado; dejar de creerme lo que me sucede, porque cuando lo hago, ceso de sufrir.
Mi Ser es más grande que todo eso, me conecta a la vida, a la felicidad. Es un movimiento expansivo del alma, que me colma, me permite creer en mí y en mis posibilidades. Desde ahí puedo conectar con la alegría y con la gratitud, y eso me hace sentir que estoy ocupando exactamente el sitio que me corresponde en la vida.
© María del Mar García. Febrero 2023