La frase «Si no está en Internet, no existe» puede parecer una exageración, pero refleja una verdad indiscutible: Internet ha revolucionado nuestra manera de acceder y verificar información. Ahora, con un simple clic, podemos consultar, compartir y descargar una amplia variedad de contenidos rápidamente. Sin embargo, ¿nos detenemos a considerar si estamos respetando los derechos de autor?
Derechos para los creadores y obligaciones para los usuarios
La gran ventaja de Internet es que, en respuesta a una búsqueda concreta, proporciona toneladas de recursos (libros, artículos, fotografías, vídeos, películas, partituras…), lo que ha supuesto un enorme avance en la difusión del conocimiento. Su gran desventaja es que resulta muy fácil apropiarse sin permiso de contenidos ajenos. Como son intangibles, puede parecer que todo es válido, y no es así.
Los derechos de autor existen en el mundo offline y en el online, y en ambos casos hay medidas para protegerlos y sancionar a quienes los vulneran. En España, la Ley de Propiedad Intelectual (LPI) ofrece la misma protección a las obras en formato físico que en formato digital. Siempre que se trate de originales, se consideran iguales, al margen de su medio o soporte.
Contenidos gratis autorizados: claves para saber cuáles son
Pese a la legislación, el plagio y el robo de contenidos están a la orden del día en la red. Según el Observatorio de la Sostenibilidad de la Cultura Escrita…
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