El complemento del verbo rechazar que señala qué es lo que no se acepta no lleva la preposición a si es un infinitivo: rechaza hacer algo, no rechaza a hacer algo.
Sin embargo, en los medios de comunicación se ven y escuchan frases como «Rechazan a acudir a sus actividades laborales, académicas o sociales», «Rechaza a hablar de síntomas por relacionar este término con enfermedad» o «Hay quien rechaza a acudir a un centro si no admiten a sus mascotas».
El Diccionario panhispánico de dudas señala que, en general, la preposición a no precede al complemento directo cuando este se refiere a cosa y lo hace a veces cuando se alude a una persona o entidad animada. En consecuencia, lo adecuado es que el verbo rechazar se construya sin a cuando lo que se repudia (es decir, su complemento directo) es una cosa (se diría rechazan los planteamientos, no rechazan a los planteamientos), aunque esta se exprese con un infinitivo.
Es posible que esta confusión se deba a un cruce entre rechazar y negarse como pronominal, que sí introduce la preposición a para señalar lo que el sujeto se niega a hacer, como en «Se negó a comer».
De esta forma, en los ejemplos del principio habría sido más apropiado escribir «Rechazan acudir a sus actividades laborales, académicas o sociales», «Rechaza hablar de síntomas por relacionar este término con enfermedad» y «Hay quien rechaza acudir a un centro si no admiten a sus mascotas».
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