En el Hay Festival de Segovia, un encuentro literario internacional que se celebra cada septiembre, se ha abordado uno de los temas que más inquieta a escritores, traductores y periodistas: el impacto de la inteligencia artificial generativa (IAG) en el sector literario y editorial. Los expertos han coincidido en que es posible encontrar un balance entre el avance de la IAG y la protección de la propiedad intelectual, siempre que las empresas tecnológicas actúen éticamente y los lectores adopten una postura de pensamiento crítico.
La IAG transformará la sociedad y el mundo editorial
La mesa redonda Escritores e inteligencia artificial, celebrada el pasado 13 de septiembre en el Hay Festival Segovia, ha puesto de relieve que la inteligencia artificial generativa (IAG) transformará la sociedad mediante un nuevo contrato social. También afectará al mundo editorial al proyectar oportunidades y retos que se han de abordar de forma contralada para no generar un retroceso en el pensamiento crítico.
La IAG copia obras y contenido frente al esfuerzo creativo de los autores
Los participantes, el escritor y periodista Juan Soto Ivars y Jorge Corrales, director general de la entidad de gestión colectiva de derechos Cedro, moderados por la actual presidenta de esta entidad, la escritora y vicedirectora de la RAE Carme Riera, han coincidido en que la IAG no puede competir con la inteligencia humana.
Soto Ivars considera que «a la IAG le faltan elementos humanos, como la empatía o el sentido de la justicia, que para una máquina es numérico y no ético», si bien ha subrayado el hecho de que estos sistemas no dejan de estar creados por los humanos.
Por su parte, Corrales ha puesto en valor el esfuerzo y el trabajo de creación de un escritor, traductor o periodista frente al producto generado por la IAG, que está basado en la copia de obras y contenidos editoriales.
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