LOS DIOSES TAMBIÉN MUEREN
El brazo de un veinteañero desaparecido hace cuarenta años es hallado en Madrid. Lleva un anillo de oro con el símbolo de Zeus. Es la primera pieza de un puzle humano disperso por toda Europa que la Brigada de los Apóstoles deberá resolver frente a la oposición de poderosos sectores empeñados en que no se esclarezca un misterio que tiene su origen en los años de la Transición española.
Al mismo tiempo, el policía y exsacerdote Severo Justo volverá a la sierra extremeña de su infancia para intentar probar (sin demasiada fe) que su padre, al que odia desde niño, no es responsable del asesinato de un novio de juventud de su madre al que él se parece demasiado…
Los dioses también mueren prepara el camino para la cuarta y última novela de este ciclo: Los pecados de los Apóstoles, en la que el viaje iniciado con Los que merece morir y Madrid nos mata llegará a su fin.
Y quizás no sea un final feliz.
El autor:
Carlos Salem nació en Argentina y lleva en España «algo más de media vida». Es novelista, poeta y periodista. En narrativa, la novela negra es su campo de acción habitual, aunque como lo definía Fernando Marías: «Salem es un género en sí mismo». Desde que debutó en 2007, sus obras han sido publicadas en España, México, Argentina, Italia, Alemania y especialmente en Francia, donde goza de gran prestigio.
Ha ganado los premios Silverio Cañada de la Semana Negra de Gijón, Novelpol, Paris Noir, Mandarache, Internacional Seseña de Novela, Valencia Negra y Violeta Negra, además de ser finalista en varias ocasiones del Dashiell Hammett, o de los Prix 813 y SCNF en Francia.
Entre sus títulos destacados: Camino de Ida, Matar y guardar la ropa, Pero sigo siendo el rey, Cracovia sin ti, Un Jamón Calibre 45, En el cielo no hay cerveza, Muerto el perro, Un violín con las venas cortadas o El último caso de Johnny Bourbon.
Los dioses también mueren es el tercer volumen de la serie de cuatro de la Brigada de los Apóstoles encabezada por Dalia Fierro y Severo Justo, tras la excelente acogida de Los que merecen morir en 2021 y Madrid nos mata en 2022.