Máxima: Superación de las crisis humanas

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A lo largo de la historia, el ser humano ha demostrado que su capacidad de crecimiento y transformación está íntimamente ligada a los desafíos que enfrenta. Cada problema, cada obstáculo y cada dificultad representan no solo un reto a dominar, sino una oportunidad para impulsar potenciales internos que de otro modo permanecerían inertes. Esta idea se sintetiza en la máxima que vamos a leer a continuación:

En el crisol de la adversidad, el ser humano despierta sus facultades latentes y expande prodigiosamente los límites de su ser”

En la presente descripción exploraremos a raíz de la máxima para ser conscientes de cómo la dificultad actúa como catalizador del crecimiento y perfeccionamiento humano. Este crisol de dificultad no es una simple prueba de la inevitabilidad destino, sino una oportunidad para acceder a recursos internos que, en circunstancias ordinarias, permanecerían dormidos.

La adversidad no es un simple obstáculo en el camino, sino un crisol en el que se forjan las cualidades más elevadas del ser humano. En ese fuego del desafío, nuestras facultades dormidas despiertan, obligándonos a repensar buscando nuevas soluciones a nuestras limitaciones y desarrollando las habilidades necesarias para mejorarse. Esta superación es un concepto apasionante

En la historia de la humanidad está claro que grandes avances han surgido en momentos de trances dramáticos, todos sabemos que el ingenio se agudiza en la escasez, la fortaleza emerge de la fuerte oposición y la victoria se moldea en la adversidad. Los tibios o los que no saben o quieren avanzar en esos momentos se convierten en fútiles convidados de piedra. Desde los albores de la civilización, el progreso ha sido impulsado por la necesidad de franquear barreras, lo que ha permitido el desarrollo del pensamiento abstracto, la innovación tecnológica y la evolución social.

Facultades dormidas: el despertar del potencial humano

Cada ser humano posee facultades que a menudo permanecen inexploradas hasta que una situación desafiante las invoca. La historia nos brinda como algunos individuos que, en circunstancias normales podría pasar desapercibidos, en situaciones extremas, tuvieron la ocasión de descubrir habilidades y fortalezas que otros ignoraban e incluso ellos mismos desconocían.

Algunos ejemplos personales de esto fácilmente se pueden consultar en internet y pueden ser como Nelson Mandela, que, tras décadas de encarcelamiento, emergió tras su liberación como un líder mundial con una visión general de reconciliación. Helen Keller, privada de la vista y el oído, era sordociega, desarrolló una percepción del mundo que superó sus crudas limitaciones sensoriales y en su tiempo pasó a ser el cerebro más inteligente de Norteamérica. Viktor Frankl, el filósofo austriaco de 1942 hasta 1945 sobrevivió en campos de concentración, pero allí encontró el sentido de la vida una fuerza capaz de rehacerse tras el sufrimiento. Fue neurólogo, psiquiatra, fundador de la logoterapia y del análisis existencial. A partir de esa experiencia, escribió un best seller mundial “El hombre en busca de sentido”.

Estos casos reflejan que el verdadero crecimiento humano no siempre ocurre en la comodidad de lo conocido, sino en el encuentro con lo desconocido, aquello que es desafiante para la indiferencia. La adversidad obliga a pensar de nuevas maneras, a desarrollar habilidades latentes y a encontrar soluciones creativas que, de otro modo, nunca habrían sido necesarias.

Cuando el ser humano se halla en un estado de tribulación, tiene dos opciones: esconderse bajo al peso de la adversidad o utilizarla como trampolín para dar un salto cuántico. En este aspecto, la dificultad no es un enemigo, sino una auténtica maestra. Nos enseña a adaptarnos, a evolucionar y a convertirnos en versiones más sabias y fuertes de nosotros mismos.

Solve et Coagula: el principio alquímico del progreso

El concepto alquímico de Solve et Coagula describe la dinámica de disolver lo viejo para dar paso a lo nuevo. En este proceso, lo que ya no sirve es rehecho o desechado, permitiendo entonces la formación de un nuevo elemento muy superior al anterior. Transformando así el bruto plomo en el precioso oro.

El ideograma chino para definir la palabra occidental “crisis” es muy ilustrativo tal y como indicaba James Lovelock en su libro y conferencia “Gaia, una nueva visión de la vida sobre la Tierra” ya que combina dos conceptos: peligro y oportunidad, ambos de alguna forma relacionados. En el primero indica que efectivamente hay una grave amenaza, pero que eso también implica una oportunidad para el crecimiento. Esta dualidad sugiere que en cada crisis subyace el potencial para el desarrollo y la transformación.

Aplicado a la evolución humana, este principio implica que cada cambio representa una oportunidad de reconstrucción. La adversidad con su calor de fricción derrite nuestras antiguas limitaciones y, en su lugar, es capaz de cristalizar nuevas estructuras, capacidades, perspectivas y comprensiones. Hoy en día, todos lo sabemos, hay tantos frentes abiertos de inseguridad que hay que comprender que debemos afrontar una nueva perspectiva de las cosas o verdaderamente no sobreviviremos como civilización sobre la Tierra.

Autosuperación Adaptativa: un nuevo sentido del progreso

El concepto de «Humanización» implica que vamos siendo humanos a través de los procesos de adelanto, en los cuales la mente, el cuerpo y la cultura interactúan para forjar nuestra verdadera identidad. La evolución del cerebro humano, con su crecimiento en tamaño y complejidad, ha sido clave para ampliar nuestra capacidad de pensamiento abstracto, categoría y razón. Sin embargo, el desarrollo humano no se detiene en la adquisición de conocimientos o habilidades determinadas, sino que también abarca la activación de sorprendentes capacidades emergentes que impulsan la respuesta a los desafíos.

En este sentido, podemos acuñar la descripción de la «Autosuperación Adaptativa» de los humanos y que puede presentarse como un concepto definitorio para describir la facultad del ser humano de elevarse por encima de sus límites ante circunstancias adversas. Este término integra tres aspectos fundamentales:

Autodeterminación: La capacidad de asumir la adversidad como un llamamiento a la acción y a la mejora, en lugar de una barrera infranqueable. Superación: Un proceso en el que se manifiestan habilidades previas, se adquieren nuevas destrezas y se reformula la propia identidad. Adaptabilidad: La flexibilidad necesaria para modificar patrones de pensamiento y acción según los desafíos presentados, asegurando no solo la supervivencia, sino una evolución con respecto al estado anterior.

Este sentido del progreso implica que cada individuo tiene el potencial de convertirse en una versión ampliada de sí mismo a través del enfrentamiento con la dificultad. La autosuperación adaptativa podríamos concluir que es una fuerza que ha impulsado la historia de la humanidad y que continúa manifestándose en las vidas de quienes eligen crecer y no someterse frente a la desgracia.

Abrazando la adversidad como una maestra

Si comprendemos que la adversidad no es un mero y caprichoso “castigo de los dioses”, sino una circunstancia para templar nuestro espíritu. Podemos si estamos dispuestos a ello, sin duda, cambiar nuestra actitud ante los desafíos. En lugar de temer las dificultades, podemos verlas como escenarios en los que nuestra esencia se revela y nuestra grandeza se despierta. Pero eso requiere un esfuerzo, previsión y confianza en las propias cualidades.

Podemos entender todas estas concepciones desde el punto de vista de la psicología, la sociedad, la tecnología y la espiritualidad. Pero la clave estaría en la percepción: aquellos que ven en el infortunio una oportunidad crecen, mientras que quienes la evitan permanecen estancados. Por ello, abrazar el crisol de la adversidad con consciencia y determinación nos permite dilatar nuestros propios límites y conseguir ascender a nuevas cimas en la evolución del ser.

—Rafael Casares—

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Investigador, Escritor y Experimentador de lo Trascendente. Se erige como un puente entre el mundo de los libros, la escritura y el arte con el reino de lo trascendente. Su enfoque combina la rigurosidad intelectual con una profunda sensibilidad espiritual. A través de sus escritos y enseñanzas, busca iluminar los rincones oscuros del entendimiento humano, llevando a sus lectores y seguidores a una comprensión más profunda de lo que significa ser parte de este universo misterioso. En el corazón de su búsqueda siempre ha habido un compromiso inquebrantable con la ternura y el respeto hacia todas las formas de vida y pensamiento. Rafael ve en cada ser y en cada fenómeno una oportunidad para aprender y crecer, una chispa de lo divino esperando ser comprendida.

6 COMENTARIOS

  1. Me ha encantado el artículo, es como un pequeño recetario para poder seguir creciendo y superándose. ¡Un gran abrazo cósmico!

  2. Gracias querido amigo: es un placer poder ser leído por alguien tan sensible y docto como tu eres Mario. Espero que la terapia filosófica; la madre de la psicología ayude a mucha gente. Un abrazo cósmico

  3. Es un articulo muy bueno donde se refleja la capacidad de superación del ser humano.Ya william james describía las energías latentes de la persona,que en circunstancias excepcionales salian a flote.Es un texto que nos invita a superarnos y ver las adversidades como un puente para dar un vuelco a nuestra vida y mejorar..Porque con tanto libro de autoayuda que nos prometen cosas imposibles de conseguir.Es mas factible recurrir a clasicos como el hombre en busca de sentido viktor frankl donde hay una verdadera sabiduria y conocimiento.Un articulo muy bueno.

  4. Francisco te doy las gracias por tan buen análisis. Yo he pensado siempre que la filosofía es el modo de entender y, por lo tanto, sanar las sensaciones dolorosas que nos hacen aprender y superarnos, conocer esto es utilizar una herramienta para el cambio. una auténtica terapia filosófica y experiencial. Un abrazo

  5. Disfrutar de la sabiduría de un investigador del nivel de don Rafael casares Ferrer es un placer. Aprendemos de nuestra propia fuerza interior q antes de darnos por vencidos be puedo superar y obtener una metamorfosis superior. Gracias por ayudar nuestras almas.

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