Problemas de concordancia del sustantivo – 2.8 / 2.15

0
94

Problemas de concordancia del sustantivo

2.8. Construcciones partitivas

Regla general:

En las construcciones con sustantivos partitivos como la mayoría de, el resto de, una parte de, un grupo de, etc., la concordancia del verbo puede establecerse de dos formas:

  • Con el núcleo del sujeto (ej. «la mayoría»): concordancia gramatical.
  • Con el complemento del partitivo (ej. «los alumnos»): concordancia lógica.

Ambas formas son correctas, pero la elección depende del grado de formalidad y del énfasis deseado.

Ejemplos correctos:

  • ✅ La mayoría de los asistentes llegó tarde. (concordancia gramatical)
  • ✅ La mayoría de los asistentes llegaron tarde. (concordancia lógica)
  • ✅ Una parte de los estudiantes ha entregado el trabajo.
  • ✅ Una parte de los estudiantes han entregado el trabajo.

Errores comunes:

  • La mayoría de los asistentes llegaron tarde (en textos formales muy normativos puede considerarse incorrecto).
  • Un grupo de niños salieron corriendo (si se prioriza la concordancia gramatical estricta: salió).

Matiz expresivo:

  • La concordancia lógica es más habitual en el lenguaje coloquial o periodístico, ya que prioriza el significado real sobre la estructura formal.
  • La concordancia gramatical resulta más habitual en contextos técnicos, académicos o jurídicos, donde se prioriza la forma.

Normas complementarias:

  • En textos de carácter normativo o jurídico, se prefiere la concordancia gramatical:
    • ✅ El conjunto de normas está definido por ley.
  • En textos narrativos o informales, puede usarse la concordancia lógica sin inconvenientes.

2.9. Sustantivos epicenos

Regla general:

Los sustantivos epicenos son aquellos que, aunque designan seres sexuados, tienen un único género gramatical (masculino o femenino). El género no cambia, independientemente del sexo real del ser nombrado.

Para especificar el sexo, se añade un modificador léxico (como macho / hembra, varón / mujer, o con expresiones adicionales).

Ejemplos correctos:

  • La víctima fue un hombre joven.
  • El personaje central es una mujer mayor.
  • La persona elegida es un varón.
  • El testigo resultó ser una mujer.

Errores comunes:

  • El víctima fue un hombre.
  • La personaje principal fue muy importante.
  • La testiga (para mujer).

Los epicenos no admiten cambio de género morfológico; los adjetivos y determinantes deben concordar con el género gramatical del sustantivo, no con el sexo del referente.

Matiz expresivo:

En la escritura literaria o periodística, los sustantivos epicenos permiten expresar situaciones con una carga estilística o narrativa determinada. La elección de acompañarlos con aclaraciones como “varón”, “mujer”, “niño”, “niña”, etc., puede aportar matices descriptivos o valorativos.

Normas complementarias:

  • Algunos epicenos son de uso técnico o jurídico (e.g., la víctima, el miembro), y deben conservar su forma fija.
  • No deben forzarse neologismos de género, salvo en contextos de marcado activismo lingüístico o si se cita su uso con intención analítica o crítica.

2.10. Alteza, majestad, señoría, excelencia…

Regla general:

Sustantivos como alteza, majestad, señoría, excelencia, eminencia, etc., son nombres femeninos por convención gramatical, incluso cuando se refieren a hombres.

Por tanto, el adjetivo y el verbo deben concordar en femenino.

Ejemplos correctos:

  • Su majestad está cansada. (aunque sea el rey)
  • Su señoría ha sido notificada.
  • Su eminencia está preocupada por la situación.
  • Su excelencia fue informada del suceso.

Errores comunes:

  • Su majestad está cansado.
  • Su señoría ha sido notificado.
  • Su excelencia fue informado.

Estos errores suelen deberse a una asociación automática entre el sexo del referente y el género gramatical, cuando en realidad prima la convención lingüística.

Matiz expresivo:

En textos de registro protocolario, jurídico o institucional, estos sustantivos subrayan el respeto o la jerarquía. La correcta concordancia es parte de las fórmulas de tratamiento formal.

Normas complementarias:

  • Si se desea evitar ambigüedad en contextos modernos, puede añadirse una especificación:
    • ✅ Su señoría el magistrado fue notificada de la sentencia.
  • En lenguaje informal o no protocolario, se suelen evitar estos tratamientos y utilizar directamente los títulos (el juez, el rey, la ministra…).

____________________________________________________________________

2.11. Construcciones con «de tipo» o «de carácter» + adjetivo

Estas construcciones son frecuentes en textos técnicos, periodísticos y académicos, y su correcta concordancia gramatical es esencial para mantener la precisión y el rigor estilístico.

Regla general:

Cuando el adjetivo aparece después de las locuciones «de tipo» o «de carácter», debe concordar exclusivamente con el sustantivo «tipo» o «carácter», no con el nombre que precede a la locución.

Ambos sustantivos («tipo» y «carácter») son masculinos y singulares, por lo que el adjetivo irá siempre en masculino singular, independientemente del sustantivo que los anteceda.

Ejemplos correctos:

  • ✅ Una medida de carácter excepcional.
    (“Excepcional” concuerda con “carácter”, no con “medida”)
  • ✅ Instrucciones de tipo técnico.
    (“Técnico” concuerda con “tipo”)
  • ✅ Un artículo de carácter literario.
  • ✅ Requisitos de tipo económico.

Errores comunes:

  • Una medida de carácter excepcionales.
  • Instrucciones de tipo técnicas.
  • Normas de carácter obligatorias.

En todos los casos anteriores, el adjetivo erróneamente se hace concordar con el sustantivo principal, cuando debe concordar con «tipo» o «carácter».

Observación estilística:

Este tipo de construcciones puede volverse reiterativo o recargado si se abusa de ellas. En muchos casos, pueden sustituirse por estructuras más directas:

  • “Una medida excepcional” (en lugar de “de carácter excepcional”)
  • “Instrucciones técnicas” (en lugar de “de tipo técnico”)

Esto mejora la agilidad del texto, especialmente en el lenguaje periodístico o divulgativo.


2.12. Construcciones con «lo + adjetivo + que»

Estas construcciones exclamativas o enfáticas son muy comunes en el español hablado y escrito, y presentan una forma fija en cuanto a concordancia.

Regla general:

En este tipo de estructuras, «lo» es un artículo neutro que introduce una oración subordinada de relativo, donde el adjetivo va siempre en masculino singular, aunque se refiera a un referente femenino o plural.

Estructura típica: Lo + adjetivo (m. sing.) + que + verbo…

Ejemplos correctos:

  • Lo difícil que fue aquella decisión.
  • Lo interesante que resultan sus novelas.
  • Lo bueno que tiene esta película es su guion.
  • Lo importante que es respetar los plazos.

En todos los casos, el adjetivo va en masculino singular («difícil», «interesante», «bueno», «importante»), incluso si el sujeto real (película, novelas, decisión…) es femenino o plural.

Errores comunes:

  • La interesante que es esta novela
  • Las difícil que fueron las pruebas

Estos errores se deben a confundir el uso del artículo neutro «lo» con el artículo definido («la», «las»), lo cual cambia la estructura de la frase y rompe la concordancia.

Matiz expresivo:

Estas construcciones suelen tener una función exclamativa, enfática o valorativa, y son frecuentes tanto en el lenguaje coloquial como en el literario. Permiten destacar una cualidad sin necesidad de nombrar explícitamente el sustantivo.

Notas complementarias:

  • En casos más complejos, el adjetivo puede ir acompañado de modificadores, pero seguirá en masculino singular:
    • Lo increíblemente rápido que resolvió el caso.
    • Lo absolutamente necesario que era el acuerdo.
  • Puede alternarse con expresiones como «lo que» o «cuán», según el nivel de formalidad o el propósito estilístico.

____________________________________________________________________

2.13. (El) uno con (el) otro / (la) una a (la) otra…

Regla general:

Las expresiones de reciprocidad como «el uno al otro», «la una a la otra», «los unos a los otros», etc., deben concordar en género y número con los sujetos implicados.

Estas expresiones son fórmulas gramaticalizadas para expresar una acción mutua entre dos o más sujetos, y su correcta concordancia es esencial para mantener la cohesión de la frase.

Ejemplos correctos:

  • El uno al otro se dedicaban miradas cómplices. (dos hombres, o genérico masculino)
  • La una a la otra se escribían cartas cada semana. (dos mujeres)
  • Los unos a los otros se ayudaron durante el encierro. (grupo mixto o masculino)
  • Las unas a las otras se pasaban los apuntes. (grupo femenino)

Errores comunes:

  • La una al otro se miraban.
  • Los unas a los otros se hablaban.
  • El una al otro…

Estos errores surgen al mezclar los artículos o pronombres sin respetar la coherencia de género.

Matiz expresivo:

Este tipo de construcción tiene un uso frecuente tanto en registros literarios como informativos o coloquiales, por su capacidad de señalar relaciones humanas o situaciones de colaboración, conflicto, afecto, etc.

Su presencia suele aportar un matiz de reciprocidad emocional o social que enriquece el discurso.

Normas complementarias:

  • La estructura puede mantenerse con diferentes preposiciones (a, con, entre…) sin alterar la concordancia:
    • Los unos con los otros colaboraban.
    • Las unas entre las otras se entendían bien.
  • Cuando la reciprocidad es implícita en el verbo (mirarse, abrazarse, entenderse…), puede omitirse la expresión, aunque su presencia añade claridad o énfasis.

2.14. Formas cardinales de veintiún, veintiuna mil, treinta y un, treinta y una mil… en combinación con sustantivos femeninos

Regla general:

Cuando los cardinales compuestos terminan en -uno, se transforman en -ún o -una según el género del sustantivo al que acompañan.

Esto incluye formas como:

  • veintiún / veintiuna
  • treinta y un / treinta y una
  • cincuenta y un / cincuenta y una
  • etc.

Si el sustantivo es femenino y singular, debe usarse veintiuna, treinta y una…
Si es femenino y plural acompañado de “mil”, también se debe concordar con el femenino.

Ejemplos correctos:

  • Veintiuna mujeres llegaron a la final.
  • Treinta y una novelas fueron premiadas.
  • Veintiuna mil alumnas participaron en la encuesta.
  • Cincuenta y una mil personas se manifestaron.

Errores comunes:

  • Treinta y un novelas.
  • Veintiún mil mujeres.
  • Cincuenta y un mil personas.

Estos errores provienen de mantener la forma masculina no marcada («-ún») incluso cuando el sustantivo es claramente femenino, lo que resulta incorrecto.

Matiz expresivo:

Este tipo de concordancia se percibe especialmente en textos estadísticos, informativos, jurídicos o académicos, donde los datos cuantitativos son abundantes. Una concordancia precisa aporta credibilidad y rigor.

Normas complementarias:

  • El uso correcto de estas formas refuerza la cohesión gramatical. La omisión sistemática de la forma femenina puede dar una impresión de descuido o lenguaje descuidado.
  • En contextos donde el número se encuentra al final de la frase, debe igualmente mantenerse la concordancia:
    • ✅ Participaron más de cuarenta y una mil mujeres.

2.15. Ordinales compuestos de los números diez y veinte

Regla general:

Los ordinales compuestos formados con diez (décimo/a) o veinte (vigésimo/a) y otro ordinal (primero, segundo, tercero…) deben concordar solo en el segundo elemento.

El primer término (décimo / vigésimo) permanece invariable, y solo el segundo adopta la forma masculina o femenina según el sustantivo que acompañe.

Ejemplos correctos:

  • Vigésimo primer capítulo. (no “vigésimo primero”)
  • Vigésima primera edición.
  • Décimo tercer intento.
  • Décima tercera sesión.

Errores comunes:

  • Vigésimo primero capítulo.
  • Vigésimo segunda edición.
  • Décimo cuarta jornada.

Estos errores son frecuentes, incluso en medios escritos, y se deben al intento de aplicar la concordancia a ambos elementos del ordinal compuesto.

Matiz expresivo:

Los ordinales compuestos aportan precisión cronológica o estructural, y se utilizan en contextos formales: congresos, ediciones de obras, volúmenes, capítulos, actos oficiales, etc.

Una concordancia incorrecta suele notarse en estos contextos por el mayor peso institucional o documental de las expresiones.

Normas complementarias:

  • El uso correcto es especialmente importante en titulares, actas, certificados, programas de eventos, textos académicos, etc.
  • Es admisible el uso de cardinales si se desea evitar la estructura ordinal compuesta, en contextos informales:
    • ✅ La edición veintiuno (en lugar de vigésima primera edición), siempre que el artículo concuerde correctamente: la veintiuno.

>CAPÍTULOS ANTERIORES de la Sección NORMAS A RECORDAR

REDACCIÓN Punto y Seguido

Artículo anteriorLos jardines de la disidencia, de Jonathan Lethem
Artículo siguienteEntre técnica y riesgo: equilibrio en la práctica literaria
HOJAS SUELTAS -Periódico Cultural altruista y sin ánimo de lucro- es un espacio único y diverso. No pretendemos ser especiales, simplemente diferentes. Roberto Fernández, Andrés López, PIlar Santisteban, Beatriz Caso, Susana Dieguez y Marcos Gómez-Puertas: Formamos parte, desde diferentes lugares del país, del equipo de Redacción junto a otros muchos. Los seis somos amantes de la cultura y muy especialmente de la literatura, y por fin, decidimos formar el grupo editor «Punto y Seguido» con el que firmaremos todos los trabajos: artículos, investigaciones, reseñas, etc, que redactamos y aparecerán en el periódico.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí