En la Catedral de Valencia se conserva una espada atribuida al rey Jaime I el Conquistador, figura clave en la expansión del Reino de Aragón durante el siglo XIII. Esta arma, de gran valor histórico y simbólico, ha sido objeto de leyendas y disputas sobre su autenticidad.
Actualmente, la espada se encuentra en el Museo Histórico de Valencia, mientras se realizan trabajos de remodelación en el museo. Su presencia en la ciudad refuerza el imaginario medieval del Reino de Valencia y sirve como testimonio tangible de la historia de la Reconquista.
La espada no solo representa el poder militar de Jaime I, sino también su papel en la consolidación de la identidad valenciana y aragonesa. A lo largo de los siglos, ha sido un símbolo de orgullo regional y un recordatorio de la rica herencia histórica de la región.
REDACCÍÓN