Orfeo, tras la segunda muerte de Eurídice, se retira a la cima del monte Ródope donde reniega de todos los dioses, principalmente del Amor, y, rindiendo culto al Sol, su padre Apolo, funda una especie de misterios o «cofradías místicas» llamadas «Órficas», en los que contaba todo lo que le había enseñado su descenso a los infiernos» misterios que a su vez estaban vedados a las mujeres. Pero fueron muchas las mujeres que lo amaron y desearon, pero rechazadas por el poeta y enfurecidas porque a su vez atraía a sus hombres, una noche tramaron un plan…