La lentitud de los bueyes, de Julio Llamazares —formado por un poema unitario dividido en veinte fragmentos— desarrolla una meditación sobre el tiempo, la soledad, el sentido de la vida y de la muerte (meditación que será también el eje de su siguiente poemario, Memoria de la nieve, aunque en este será perceptible la influencia surrealista). El ritmo lento, reiterativo, tan acorde con el tema, constituye uno de los aciertos del libro.
«La memoria (de la nieve) y los recuerdos (esos bueyes que pasan con lentitud sobre ella echando vaho y vapor sobre un paisaje cada vez más desdibujado y borroso) son todo mi patrimonio poético y sobre el que se sustenta toda la arquitectura de mi literatura y de mi identidad. Por eso este libro es para mí tan importante, tan inseparable de mi condición humana, una condición humana que impregna mi imaginario y me atrevería a decir que mi misma conciencia». Del prólogo de Julio Llamazares.
Sobre el Autor:
Julio Llamazares (Vegamián, León, 1955). Poeta, ensayista y narrador español, ha cultivado la literatura de viajes, la crónica de prensa y el guión cinematográfico. Con el paso de los años ha conseguido madurar una brillante y atractiva personalidad literaria basada en la calidad poética de su estilo. Nació en Vegamián, un pueblecito de la montaña de León desaparecido bajo las aguas de un embalse, y estudió Derecho antes de instalarse en Madrid, ciudad a la que se trasladó para dedicarse al periodismo. Se dio a conocer como poeta con La lentitud de los bueyes (1979). Sus últimas obras son Las lágrimas de San Lorenzo (2013) y Distintas formas de mirar el agua (2015).
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