En la expresión tener claro, la palabra claro concuerda en género y número con aquello a lo que se refiere (tener clara una cosa, pero tener claro un asunto).
Sin embargo, en ocasiones tener claro se emplea sin guardar la concordancia, como en los siguientes ejemplos: «El director de Kong: la isla calavera tenía claro los problemas de su película», «La directiva madridista tenía claro la ausencia de Thibaut Courtois» o «Lo principal es tener claro las diferentes opciones existentes».
Tal como se explica en El buen uso del español, los adjetivos que funcionan como complementos predicativos concuerdan en género y número con el sustantivo al que aluden, es decir, con aquello sobre lo que expresan algo. Así, en la construcción tener claro algo, el predicativo claro ha de concordar con el complemento directo (lo que alguien tiene claro).
Así pues, en los ejemplos anteriores lo adecuado habría sido escribir «El director de Kong: la isla calavera tenía claros los problemas de su película», «La directiva madridista tenía clara la ausencia de Thibaut Courtois» y «Lo principal es tener claras las diferentes opciones existentes».
No obstante, claro se usa en masculino singular cuando el complemento directo no es un sustantivo, sino una oración: «Tenía claro que las propuestas eran inaceptables» y «No tienen claro si la apertura del local será finalmente este lunes».
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