La 19ª Bienal de Arquitectura de Venecia, inaugurada el 10 de mayo de 2025 y abierta al público hasta el 23 de noviembre, se presenta bajo el título Intelligens. Natural. Artificial. Collective., comisariada por el arquitecto e ingeniero italiano Carlo Ratti. Esta edición se centra en la exploración de la inteligencia en sus diversas formas —natural, artificial y colectiva— y su influencia en la arquitectura contemporánea, especialmente en el contexto de la crisis climática y la necesidad de sostenibilidad. La exposición cuenta con la participación de más de 750 colaboradores de diversas disciplinas, incluyendo arquitectos, ingenieros, científicos, artistas y activistas. Esta diversidad refleja un enfoque transdisciplinario que busca integrar múltiples perspectivas en la creación de soluciones arquitectónicas innovadoras y sostenibles.
Entre los proyectos más destacados se encuentra el pabellón de Australia, que explora los sistemas de conocimiento indígena y su aplicación en la arquitectura contemporánea. Otro ejemplo es el pabellón de Argentina, que presenta «Siestario», una instalación que invita a la reflexión sobre el descanso y la desconexión en la vida urbana moderna. Además, el pabellón de la Santa Sede ha sido transformado en un centro social y escuela de restauración, promoviendo oficios tradicionales y la integración comunitaria. Este proyecto, liderado por las arquitectas Tatiana Bilbao, Anna Puigjener y Marina Otero Verzier, ha sido elogiado por su enfoque en la sostenibilidad y el impacto social.
En la ceremonia de inauguración, se otorgaron varios premios destacados. El León de Oro a la mejor participación nacional fue para Bahréin por su proyecto «Heatwave», que aborda la refrigeración natural en climas extremos. El León de Oro a la mejor participación en la exposición internacional fue para Diller Scofidio + Renfro por su instalación «Canal Café», que combina una planta de tratamiento de agua con una cafetería. Además, se otorgó una mención especial al pabellón de la Santa Sede por su proyecto «Opera Aperta».
A pesar de la riqueza y diversidad de propuestas, la Bienal ha recibido críticas por la falta de soluciones arquitectónicas concretas y la predominancia de instalaciones especulativas. Algunos críticos señalan que la exposición puede resultar abrumadora y carecer de un hilo narrativo claro. Sin embargo, también se reconoce el esfuerzo por abordar temas urgentes como la crisis climática, la sostenibilidad y la justicia social desde una perspectiva arquitectónica. La Bienal se presenta así como un espacio de reflexión y experimentación, más que como una muestra de soluciones definitivas.
La 19ª Bienal de Arquitectura de Venecia ofrece una visión amplia y diversa de cómo la arquitectura puede responder a los desafíos contemporáneos mediante la integración de diferentes formas de inteligencia. Aunque no exenta de críticas, la exposición destaca por su enfoque transdisciplinario y su compromiso con la sostenibilidad y la innovación social
Redacción